Entre las más explosivas apariciones del fútbol tandilense a fines de la década del '80 estuvo la de Guillermo González, parte de una generación de jugadores de Ferrocarril Sud con proyección a otros niveles.Después de que el tricolor se coronara en 1987, con una gran inversión económica, para temporadas posteriores recurrió a la cantera para conformar equipos que igualmente fueron competitivos en el nivel local.Por esos años, "Hormiga" González emergió como un volante de características ofensivas, que igualmente podía desempeñarse en la finalización de las jugadas de ataque.Este Diario lo convocó para repasar una trayectoria que lo llevó a destacarse en niveles superiores al local.-¿Tu primer club fue Ferro?-Hice un año en Independiente, en el '78, sin llegar a competir porque no había torneos de esa categoría. A mi familia se le complicaba llevarme y Jorge Merigo, que era compañero de trabajo de mi papá, les dijo que fuera a Ferro.-Ahí sí hiciste toda la etapa formativa.-Sí, con Merigo de técnico y Alberto Arozarena como coordinador. Se jugaba mucho 4-3-3 y yo era el volante por izquierda o por derecha. Después, fuimos campeones en Sexta, Quinta y Cuarta.También jugábamos los torneos barriales, teníamos el equipo Martín Rodríguez, con chicos como Gustavo San Martín, Alejando Silva y Mario Albornoz, que jugaban muy bien. Esos equipos eran organizados por gente apasionada del fútbol, que se hacía cargo de armar los campeonatos.-¿Cuándo se dio tu salto a Primera de Ferro?-Me subió el "Diente" Arozarena por primera vez en el '86, pero la continuidad empecé a tenerla en el '88, junto a varios jugadores que veníamos de las menores. Algunos más grandes y otros más chicos que yo. Fuimos apareciendo con "Gegi" Bonanna, Fabio López, "Corcho" Núñez, Pablo Anselmi, entre otros. Sumado a algunos más grandes como Arbulu, Mauricio Fernández, Alain Martínez, Miguel Antivero y José Callejo, se armó buen equipo.-Pelearon esos títulos, pero no pudieron coronarse.-Así es, en el '88 le ganamos a Loma Negra, que después se llevó el título. Y en el '89 también peleamos hasta el final, terminó siendo campeón Independiente.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/04/ferro_1988.jpg" alt="Ferro 1988"><figcaption>Ferro, en 1988. Arriba: Guillenea, Anselmi, Fabio López, Rodríguez, Gregorio, Alain Martínez, Keegan, Fuggini, Fiaschetti, Caballero y Colombo. Abajo: “Tatuna” Braile, Antivero, Bonanna, Torres, Mauricio Fernández, Guillermo González, Carlos Ruffa y Néstor Díaz.</figcaption></figure>-Ahí te llevaron para tu primer Regional.-Claro, Independiente nos llevó a "Gegi" y a mí. Nos convocó Horacio Rodríguez, el técnico que más me ayudó, en una dupla excelente con el "Gallego" Menchón. Me sirvió para crecer, compitiendo sanamente con grandes jugadores para ganarme un lugar. Nos tocó en la zona con Aldosivi de Mar del Plata, que apuntaba bien alto.-¿Cómo fue volver a Ferro?-Jugué el torneo del '90 y otra vez estuvimos en los primeros lugares. Alumni de Juárez no nos pudo ganar ninguno de los cuatro partidos, pero nosotros no le pudimos ganar a Santamarina. Fuimos los tres que peleamos arriba y se consagró Alumni.-Otro club que te convocó para el Regional.-Sí, fui a Juárez, con Luis Quintela de técnico. Pasamos una ronda, nos tocó con Alvarado de Mar del Plata. Luis nos ponía de suplentes a Fernando Puggioni y a mí, para que aprovecháramos el desgaste que hacían los titulares.En ese mismo '91 fui a Racing de Olavarría para el torneo local, también con "Gegi", y perdimos por un punto con Loma Negra. Allá había más roce y la gente lo vivía con mayor pasión que en Tandil.-¿Sentías que rendías mejor en otros clubes que en Ferro?-Sentía que necesitaba un cambio, por eso me fui en el '93 a Loma Negra, donde ganamos el Clausura y perdimos las finales con Gimnasia. Allá me recibieron muy bien, me hizo crecer mucho. Y después Gimnasia me llevó para el Regional, donde hicimos unos partidos bárbaros con Alvarado.-¿Ahí aparecía Mauro Camoranesi?-Claro, y el arquero Molteni, que había venido de refuerzo y tenía mucha experiencia, se lo llevó para Aldosivi. Ese fue un salto importante para Mauro, porque en Mar del Plata conoció un ambiente más profesional.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/04/hormiga.jpg" alt="Hormiga"><figcaption>En Gimnasia, jugando la competencia regional ‘93/’94.</figcaption></figure>-¿En tu caso, en Ferro estabas estancado?-Esa es la palabra justa. Había llegado al techo, le había dado todo al club y no encontraba las motivaciones. En otros equipos rendía más, tal vez por las exigencias o porque necesitaba mostrarme. Capaz que en Ferro me faltó alguien que me dijera cómo podía seguir creciendo.-¿Cómo se dio tu salida de Ferro a Grupo, en medio de la temporada del '94?-Jugué el Apertura en Ferro y perdimos la final con Grupo. Había vuelto de Gimnasia arrastrando una lesión y no me adapté a la forma de trabajar que tenía el "Negro" Conti, que era el técnico. Terminó el torneo y el club me dijo que no me tenían en cuenta. Ahí se enteró Horacio Rodríguez y me ofreció ir a Grupo. Estuve un mes corriendo con el "Gallego" Menchón siguiéndome en una motito, hasta ponerme a la par. Me pude ganar un lugar y fuimos campeones.-Había gran plantel, ¿se te hacía más sencillo compartir con esos jugadores?-Sin dudas, siempre es más fácil cuando tenés grandes jugadores al lado, como en ese caso Gerardo Zapiola y tantos otros. Jugar con “Gegi” Bonanna también era sencillo, porque te hacía el movimiento justo. Me acuerdo de Antivero y José Callejo, era cuestión de tirarles la pelota dentro del área y ellos hacían el resto. José me decía que no gambeteara tanto, que jugara a uno o dos toques, que fuera más práctico, fue el jugador más inteligente que vi. Otro que te hacía todo fácil era José Luis Irazoqui, en Alvarado. Esos tipos que te solucionaban todos los problemas, como Marcos Lorenzo, con quien compartí en Independiente y en Alumni.-¿Hubo un conflicto entre dirigencia y jugadores ese año en Grupo?-Había un conflicto que yo no conocía. Cuando terminó el torneo, en una reunión se decidió no volver a entrenar. Yo me sumé por una cuestión grupal, pero hubo otros compañeros que terminaron yendo. Richard Zarini me dijo que no me iba a tener en cuenta. Me quedé dolido, porque había sido goleador del equipo, tenía experiencia para un Regional.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/04/grupo_1994.jpg" alt="Grupo 1994"><figcaption>Una formación de Grupo, campeón de 1994. Arriba: Toletti, Ducca, Fava, Coppola, Vera, Alonso y Danderfer. Abajo: González, Rebollo, Martiarena y Borja.</figcaption></figure>-¿Ahí se dio tu salida a Alvarado?-Claro, estando en Mar del Plata me encontré a Carlos Groppo, que había sido dirigente de Ferro y me dijo si quería jugar en Alvarado. Me presentó a Mario Gambini, que era el técnico, y arreglamos enseguida. Mario siempre fue muy conocedor del fútbol del interior y tenía referencias mías. Había buen equipo, pero muchos problemas fuera de la cancha y terminamos en una batalla campal con Deportivo Patagones.-¿Cómo fue esa historia?-No tenía nada que ver con el partido, el problema era entre la hinchada de Alvarado y la Policía. Poco antes habían matado un chico y estaba ese clima de bronca. A nuestro arquero le pegaron un piedrazo en la cabeza, fue un desastre, terminamos encerrados en el vestuario mucho tiempo, escuchando los disparos. Cuando la gente de Patagones pidió por su colectivo, les dijeron que lo habían salvado justo de que se lo prendieran fuego, le habían roto las ventanillas y las gomas. Ese caso se tapó bastante, porque faltaba poco para empezar los Juegos Panamericanos del ‘95.-En ese mismo año, te diste el gusto de ser campeón con Ferro.-Sí, ganamos el Apertura y yo en las últimas fechas me entrenaba en Mar del Plata con Alvarado y venía los viernes para jugar, porque ya había arreglado para jugar el primer Argentino A, 95/96. Después Santamarina se quedó con el Clausura y los chicos le ganaron las finales.-¿Ahí jugaste dos veces seguidas el Argentino A?-Primero en Alvarado y después en Grupo. A Mar del Plata fuimos con Marcelo Kabalín, con Carlos Miori de técnico. Al poco tiempo lo cambiaron por Edeverto Artero, era un club con muchas internas. Después de un partido que perdimos en La Pampa, la hinchada nos sacó corriendo por la ruta. Yo no quería volver más, me vine a Tandil. Me convencieron y terminamos haciendo una buena campaña.&nbsp;Idas y vueltas con Grupo-¿Después se dio tu vuelta a Grupo?-Sí, en Alvarado asumió Norberto Eresuma y nos dijo que quería hacer una renovación. Faltaba poco para empezar el torneo y me trajo otra vez Horacio Rodríguez. Me llamó Richard, a pesar de aquellas diferencias que habíamos tenido, supongo que entendió cómo había sido mi situación. Conocí a mis nuevos compañeros, algunos directamente en Paraná, donde jugábamos el primer partido con Patronato.-Una gran tarde de Hernán Coldeira.-Tengo una anécdota de ese día. Para mí, el arquero es el cincuenta por ciento del equipo, siempre lo digo. Me gusta sentirme respaldado por mi arquero. En inferiores lo teníamos a Diego Sollazo, yo confiaba en él; lo mismo con Fabio López, con José Ducca. En el vestuario de Paraná el “Chispa” temblaba, se ponía cintas en los dedos y no paraba de temblar. Empezó el partido y sacó pelotas increíbles, fue la figura de la cancha, empatamos 0 a 0 gracias a él. Siempre nos acordamos de eso.-¿Te pasaba de recibir ese respaldo en otros compañeros?-Con Sergio Núñez. Si estaba el “Corcho” a mis espaldas, yo rendía mucho más. Y él me decía, “vos andá para adelante, que yo me encargo de marcar”. Rubén Pose nos llevó a los dos a Gimnasia. Otro caso fue con César Ortega en Alvarado, éramos los dos volantes por los costados y entre nosotros decidíamos si queríamos cambiar de punta. Esa confianza es fundamental.-¿Esa campaña de Grupo terminó mal?-Nos habíamos clasificado en la primera ronda, pero se fue desarmando el equipo y terminamos descendiendo.-¿Llegó otra vuelta exitosa a Ferro?-En el ’97, con el “Pato” Gárate de técnico. Ganamos la clasificación al Regional, jugábamos dos torneos a la vez y me desgarré una noche en un partido contra San Manuel. Teníamos a Gustavo Guevara, que había jugado conmigo en Racing de Olavarría; y a “Nacho” Álvarez Castillo, que estudiaba en Tandil y apareció de la nada. Un jugador impresionante, después hizo una carrera impresionante.-¿Rebotabas entre Ferro y Grupo?-Sí, porque volví a Grupo para el ’98, con el “Vasco” Tear. Fue como saldar una deuda, porque en el ’93 me había ido de Ferro cuando él era el técnico. Una excelente persona, le pude cumplir y fuimos campeones. Fuimos al Regional con “Puchi” Mendoza y quedamos afuera con Huracán de Tres Arroyos.-¿Fueron tus últimos años como jugador?-Sí, fui con Juan Cía a Gimnasia, estuve en un Regional con Rubén Pose. A esa altura trabajaba en un corralón, llegaba cansado, no podía cumplir con los entrenamientos. Incluso no pude viajar al último partido en Balcarce, que terminó en incidentes.También estuve con Gustavo Ghezzi en Grupo. Me bajaba del camión, entrenaba y otra vez a trabajar. Encima, épocas de crisis.&nbsp;&nbsp;Nunca aurinegro-Santamarina fue dos veces campeón a comienzos de los ‘90. ¿Nunca te ofreció incorporarte?-No me llamaron directamente, pero hubo un sondeo. Antes del Regional 92/93, se armó un equipo de jugadores locales para hacerle sparring a Santamarina. Creo que le ganamos, anduvimos bien, y el “Tuny” Martínez (periodista de El Eco de Tandil) me preguntó si iría a Santamarina. Le dije que no, que jamás jugaría para ese club.-¿Mantuviste siempre esa postura?-Totalmente, pero desde el mayor de los respetos. Es el club más representativo de Tandil en fútbol. Pero nunca quise jugar ahí, porque soy de Ferro y no me hubiera sentido bien. Acepto que otros chicos hayan estado en los dos equipos, pero en mi caso era imposible. Eso sí, cuando Santamarina juega con equipos de otra ciudad, quiero que le vaya bien.&nbsp;Buenos momentos-¿Cuál fue tu mejor etapa?-En el ’94, en Grupo, estaba muy bien físicamente y futbolísticamente. El año anterior en Loma también había andado bien. Y dentro de Ferro, en el ’95 me sentía a pleno.-¿En qué sector de la cancha rendías más?-Siempre me gustó jugar de volante, por cualquier sector. Creo que era rápido con pelota al pie, para hacer diferencia en el uno contra uno. Prefería arrancar de atrás, participar en el armado de la jugada.-¿Qué arquero te resultó el más difícil?-A Fabio López nunca le pude hacer un gol. Ahora, que anda medio complicado de las rodillas, tengo que aprovechar para ponerlo en un arco y patearle. Por suerte, también lo tuve mucho de compañero.Después hubo otros arqueros con mejor juego con los pies, como el “Mono” Ijurco y Sergio Toth. Con el “Loco” teníamos una jugada preparada. En los córners en contra, yo me quedaba en mitad de cancha, él descolgaba y me la ponía al pique, aprovechando su gran pegada. Hicimos goles así.-¿Tuviste posibilidades de ir al profesionalismo?-Marcelo Arias nos quiso llevar a Italia, con Sergio Bonanna, a competencias regionales. Ferro pidió mucha plata, no tuvo la visión de cedernos para negociarnos. Hubo otra chance a través de Richard Zarini para ir a Venezuela, cuando estuvieron Cristian Pérez y Gastón Rossi. Pero ya tenía 30 años y prefirieron un jugador más joven, Raíces, un chico de Lanús.&nbsp;Un fútbol en declive-¿Por qué no te mantuviste en el ambiente del fútbol una vez que dejaste de jugar?-Le di una mano a “Quique” Rodríguez, porque él me había dado trabajo con el horno de ladrillos. Así que jugué y lo ayudé para dirigir en Figueroa. Me gustaba ser técnico, también lo había hecho con el “Pato” Zalazar en Loma. Pero se necesita tiempo y buenas condiciones de trabajo.<figure class="image"><img src="https://cdn.eleco.com.ar/media/2024/04/hormiga_gonzalez.jpg" alt="Hormiga González"><figcaption>“Hormiga” González hoy, lejos del fútbol.</figcaption></figure>-¿En el Senior también jugaste?-Sí, el primero que me llevó fue Aldo Villar, para un amistoso en Azucena. Me dijo que me tenía en cuenta para cuando pudiera entrar por edad, pero el problema es que él dirigía a Santamarina, así que nunca se dio. Armamos Banco Nación, con José Callejo, Ramón Moreno y otros amigos; con Daniel Lemma de técnico. Nos fue bien, salimos campeones varias veces.-¿Seguís viendo los campeonatos de Tandil?&nbsp;-Veo poco, pero el fútbol en Tandil fue retrocediendo. Antes era una plaza muy fuerte y ahora perdemos con ciudades más chicas. Algo se está haciendo mal, muchos jugadores piensan más en los torneos informales que los campeonatos oficiales.No se aprovechó la presencia de Santamarina en el Nacional B, para potenciar más chicos de Tandil. Hacía falta un trabajo más profesional en la formación.