MARIANO ZABALETA
“Guillermo lo tendría que haber denunciado de chico”
El vicepresidente de la AAT se refirió a las recientes acusaciones de Pérez Roldán hacia su padre Raúl. “Era una relación enfermiza”, recuerda el exnúmero 21 del mundo.
El ambiente tenístico quedó conmovido el fin de semana con las acusaciones emitidas por Guillermo Pérez Roldán hacia su padre (y exentrenador) Raúl, denunciando maltratos físicos y verbales.
Recibí las noticias en tu email
A través de una nota publicada por La Nación, Guillermo -hoy, radicado en Chile- narró un verdadero calvario al que su padre lo sometía en su época de jugador.
Mariano Zabaleta, uno de tantos tandilenses emergido desde la exitosa escuela tenística del club Independiente, también fue consultado por el diario capitalino respecto a esta situación, y no hizo más que ratificarla, además de mostrarse sorprendido por el hecho de que “Rocky” haya dado a conocer, tanto tiempo después, dichos episodios.
Zabaleta, número 1 del mundo junior hace veinticinco años y 21º del ranking ATP hace poco más de dos décadas, llegó a convivir con Guillermo, a quien considera “un hermano”.
“La historia de vida que tiene, la viví en carne propia, porque yo estaba ligado a ellos (relata Mariano sobre los Pérez Roldán). El que se rompe el lomo es el jugador, esto que le pasó a Guillermo es una excepción, pero hay que estar atentos porque, a veces, los padres se confunden cuando el tenista comienza a ganar dinero”, deslizó “Zabala”, actual vicepresidente de la Asociación Argentina de Tenis.
En la continuidad de su relato, Zabaleta contó que “viví con Guillermo en Mar del Plata, donde yo estaba con mi entrenador Maurizio Salvati (excuñado de Guillermo). Era enfermiza la relación entre Raúl y Guillermo, me daba mucha pena, yo tenía 15 años, vivía con él y le decía ‘Guillo, escapate de acá y hacé tu vida’. Raúl estaba enfermo de la cabeza, no puede ser que tratara así a sus hijos. Mis padres, antes de hacerme daño a mí o a alguno de mis hermanos, se tiran de un edificio. Guillermo lo tendría que haber denunciado de chico, obviamente no pudo. Pasó un calvario, admiro cómo se levantó, siguió con su vida y formó una familia. Se reinventó, es un apasionado por el tenis, pero vivió un disparate, pobre”.
También Zabaleta contó su relación con Raúl, a quien tuvo como coach en sus comienzos: “Me metía presión. Veía lo que le hacía a Guillermo. A Raúl le tenía miedo, porque yo era muy chiquito. Pero nunca se animó a pegarme porque no era el hijo, quizás. Al estar mucho tiempo con Salvati, que era un tipo normal, fue distinto. Cuando yo empecé a viajar y estaba Raúl, me di cuenta de que no quería eso para mi vida, porque tenía un contexto familiar distinto. No era mi idea vivir así en el futuro. En el ’97, en Roland Garros, me toca el estadounidense Stark, que no era bueno en polvo, pero yo estaba mal psicológicamente, no podía estar con esa persona. Iba a la cancha triste y perdía. Así pasó en ese torneo, perdí en primera ronda”.