SEBASTIÁN ORTUBIA
“Biguá y la Unión nunca dieron respuestas”
Sebastián Ortubia acompaña a su hijo muy de cerca. Sabe que necesita apuntalarlo en estos días en los que Luciano se reinserta de a poco en su vida normal. Siente alivio por la recuperación, pero se estremece al recordar esos días de dolor e incertidumbre en los que estaba en juego la vida de su hijo. “Fue un poco milagroso todo. Yo estoy convencido de que tanto apoyo de la ciudad, de los amigos, de la familia, ayudaron a que Lucho se recupere de esta forma. Todos los pronósticos eran negativos, tenía sangrado en la mitad del cráneo, tenía signos de daño cerebral. Luciano entró con un cuadro similar a una caída en moto sin casco. El cirujano nos dijo: ‘Lo operamos ahora, porque se nos muere. No podemos garantizar que salga con vida’. Estuvo tres horas en la sala de operaciones y nosotros con la incertidumbre de no saber cómo iba a salir”.
Sebastián tiene claro que fueron muchas cosas las que se conjugaron para que Luciano salga adelante: “Lo ayudó lo rápido que se movieron todos, empezando con la ambulancia que volvió muy rápido al club. El mismo chofer que lo trasladó en la ambulancia a Lucho el día del partido fue el que lo llevó veinte días después a casa cuando recibió el alta y no podía creer que estuviera tan bien después de lo grave que lo había visto. Cuando lo llamaron de nuevo desde el club, estaba por entregar el vehículo en Villa Aguirre. Él mismo lo llamó al médico para que lo esperara en la puerta de la casa porque era una urgencia, y así ganaron mucho tiempo. Al mismo tiempo llamaron al hospital para que estuvieran preparados. Todas esas pequeñas cosas terminaron salvando a Lucho. Y lo que hicieron los cirujanos, Martín Cechetto y Manuel Perazzi, fue espectacular”.
Ortubia se entusiasma con la evolución que mostró su hijo: “Es impresionante lo que progresó en tan poco tiempo. Cuando nos dieron el alta lo tuve que llevar alzado porque no tenía fuerza en las piernas y le faltaba movilidad en el lado derecho del cuerpo. Al principio estuvo un poco negado por lo que le pasó, pero a partir de ese momento se puso las pilas, hablamos mucho con él de la necesidad de que hiciera los trabajos de rehabilitación a conciencia, y lo entendió. En un mes estaba caminando y moviéndose casi con normalidad. Hizo muchos ejercicios, mañana y tarde, todos los días, y avanzó muy rápido. Ahora se tiene que cuidar de algún golpe hasta que le pongan una placa en la zona de la lesión. En cuatro meses va tener otra cirugía, una vez que suelde todo el hueso. Mientras tanto le pusimos una protección al gorro que usa, por las dudas que se golpee sin querer”.
Reconoce a los compañeros de “Lucho” como muy importantes para sostener a la familia en los momentos más complicados: “Los chicos, con esa energía que tienen, fueron fundamentales para sostenernos y levantarnos el ánimo. Los tres primeros días, cuando Lucho no podía tener fiebre, no podía tener ningún sangrado, los chicos nos ayudaron mucho a no pasarla tan mal. Nos cebaban mates, nos hacían reír un poco. Después, cuando Lucho empezó a mejorar tratamos de que no se queden todos, que se turnen porque en el mismo piso había pacientes, estaban descansando los médicos, y tanto movimiento no era bueno”.
Con respecto a la causa que se inició en la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, a cargo de María de los Ángeles Marsiglio, Ortubia admite que no se pudo avanzar demasiado: “Estamos viendo que pasos vamos a seguir. Más allá de la actitud del chico, hay mayores detrás de él que quieren tapar lo que pasó, tanto entrenadores como dirigentes de Biguá. Nunca respondieron a los pedidos de la Fiscalía, ni ellos ni desde la Unión de Mar del Plata. Nunca hubo un llamado a nosotros para darnos apoyo, para preguntarnos si necesitábamos algo. Siempre tuvimos el respaldo de Uncas, que se portó de maravillas. Hubo gente de Los 50, de Los Cardos, hasta de Pueyrredón de Mar del Plata que estuvo ahí todo el tiempo, sin ninguna obligación, solo para demostrarnos que podíamos contar con ellos, y Biguá nunca fue capaz de dar la cara”.