PRIMERA NACIONAL
Beltrán, el “9” guerrero que asoma en Santamarina
Es una de las últimas apariciones del aurinegro. Se ganó su lugar a fuerza de sacrificio y busca consolidarse. "Soy perfeccionista y aspiro a mejorar", asegura.
Cuando Santamarina mira para abajo y recurre a las fuentes, encuentra respuestas válidas para nutrir su plantel de Primera Nacional. Ejemplos sobran y uno de los últimos es el de Thiago Beltrán, el joven delantero que fue titular en los cuatro partidos más recientes.
Las lesiones de Martín Michel y Luis Vila le abrieron la puerta a “Titi” para calzarse la “9” aurinegra y entregar el máximo en la zona de ataque. No limitándose a la finalización de jugadas, sino también generando espacios para los compañeros o yendo al choque con avezados defensores de mucho mayor recorrido en la categoría.
Beltrán, de 20 años, tiene marcada a fuego la fecha del 10 de febrero de 2020. Esa noche, entró desde el banco de suplentes y anotó con un cabezazo el empate 1-1 frente a Sarmiento de Junín, en el estadio San Martín, aprovechando un envío al área de Osvaldo Barsottini. Cinco minutos le bastaron para hacer estallar al público aurinegro con una igualdad necesaria, frente a un rival encumbrado.
Hoy, la actividad oficial está postergada, las tribunas lucen vacías desde hace tiempo y el panorama no es alentador hacia el futuro. Unos pocos gritos acompañaron el segundo gol de Beltrán en la categoría, el 9 de mayo pasado, cuando abrió el camino hacia la victoria por 2-0 frente a Villa Dálmine. Esta vez, con un derechazo de primera ante un centro bajo de Gabriel Carrasco.
La historia de Beltrán está llena de escalones que fue subiendo y que hoy repasa en el recuerdo.
-¿Estás identificado con Santamarina pero sos de Villa Italia y empezaste en Unión?
-Es así, vivo a tres cuadras de la cancha de Ferro y empecé en el baby de Unión, con Gustavo Arozarena y Diego Guerendiain. A los 8 años, Fabián Ibarra me llevó a Santamarina y desde entonces estoy en el aurinegro.
-¿Cómo eran esos primeros tiempos?
-Jugué mucho con los chicos de categoría ’99, aunque soy 2001, y después me mantuve más en 2000.
-¿Coincidías, como rival, con Valentín Depietri?
-Claro, nos enfrentamos muchas veces. La Uni era de los equipos más fuertes y Ferro también estaba siempre en la pelea. Me acuerdo un partido, en cancha de Hípico, entre Santamarina y Unicen. Era la última fecha, empatamos y hubo problemas entre los padres de los dos equipos. Había que jugar una final, pero nos declararon campeones a los dos.
-¿Qué técnicos te marcaron en tu etapa formativa?
-“Nacho” Álvarez Castillo y “Chopi” Izquierdo, por sus conceptos claros y su experiencia como jugadores. Después, fue muy importante para mí Jorge Sotelo. Debuté en Primera con “Puchi” Mendoza. Me costó bastante encontrar continuidad, por lesiones que me frenaron un poco, pero todos ellos me ayudaron mucho.
-¿Álvarez Castillo te había llevado al seleccionado Sub 15?
-Sí, cuando ganamos el torneo de Ligas del Este y después perdimos la clasificación con Tres Arroyos. El año anterior ya había estado con la clase 2000, con “Laucha” Llano de técnico, cuando nos eliminó Mar del Plata.
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Dar el salto
-¿A comienzos de 2020 fue tu primera pretemporada en la Primera Nacional?
-Sí, ya con Pablo Ricchetti. Y poco después me tocó debutar, porque faltaban delanteros y me convocó en ese partido con Sarmiento de Junín.
-Ni te lo esperabas…
-La verdad que no, imaginate que yo venía con el ritmo del fútbol local, que es totalmente diferente. Entrar, hacer un gol, fue todo increíble.
-¿Desde entonces conociste otro nivel?
-Sí, la Primera Nacional es otra cosa. Te encontrás jugadores con mañas, que tienen oficio y nunca te regalan nada.
-¿Eso te permitió crecer?
-Eso y los entrenamientos me ayudaron a ser mejor. Me siento un jugador más completo, más maduro. Sé que me falta mucho, pero noto el progreso. Me considero perfeccionista y siempre quiero mejorar.
-¿Te ayuda la confianza del cuerpo técnico y los consejos de los compañeros?
-Sin dudas, tanto Ricchetti como los jugadores de mayor experiencia están siempre guiándome y eso es fundamental. A todos los escucho, porque las críticas constructivas ayudan a crecer.
-¿Ricchetti te pide algo en particular?
-Depende del partido y del rival. Me ha tocado jugar de “9” y también de extremo, por las características del otro equipo y lo que necesitemos nosotros.
-¿Sos consciente de que las vueltas de Martín Michel y Luis Vila te pueden restar participación?
-Sí, pero aportaré desde donde me toque estar. Somos un grupo y todos damos lo mejor que podemos.
-¿Quedó bronca por el último empate con San Telmo?
-Seguro, por la forma en que se dio el partido, que faltaba tan poco para ganarlo. Ellos tuvieron el mérito de ir a buscarlo siempre. Es una cancha complicada, un rival difícil y no pudimos desarrollar el juego que estamos acostumbrados.
-¿Y ahora como se afronta esta etapa sin poder entrenar de forma grupal?
-Nos dieron un plan de trabajo para poder entrenar en casa, hasta el 31 que se vuelva a hacer trabajo táctico. No es lo ideal, pero es lo que corresponde.
-Te tocó padecer el coronavirus en septiembre pasado, ¿cómo lo viviste?
-No me pegó tan fuerte, solamente dolor de cabeza y sin secuelas. Pero hay gente que la ha pasado realmente mal. Hay que ser conscientes de que lo más importante es la salud.