Lunghi fue cauteloso con la cuarentena y sostuvo que “no por abrir un comercio va a vender”
El Intendente recibió al ministro de Seguridad provincial y admitió que si bien la situación en Tandil está contenida, no se apuraría en levantar la cuarentena. Evaluará el panorama local y elevará los diagnósticos a Provincia y Nación. "La economía está quebrada", admitió, y anticipó que están reclamando los fondos coparticipables, que serían menores a los previstos.
Tras la visita del ministro de Seguridad , el intendente Miguel Lunghi se expresó sobre el tema y habló del modo en que el Ejecutivo local se manejará durante las semanas que se aproximan, ante una eventual flexibilización de las medidas de aislamiento.
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El pediatra definió el panorama como “muy complejo” y puntualizó en las salvedades establecidas por Berni al momento de describir el contexto actual en un territorio tan heterogéneo como la provincia de Buenos Aires.
“Las realidades son todas distintas, el interior es una cosa y el conurbano es otra, el gran problema lo tienen ahí porque el aislamiento es más complejo, hay más necesidades, los índices de pobreza son mayores”, afirmó.
Cómo salir del aislamiento
Lunghi retomó el concepto de “cuarentena administrada”, asociándolo a motorizar una salida del aislamiento articulada y programada en coordinación con los gobiernos de Nación y Provincia, sin fechas ni plazos todavía, pero atendiendo a las características de cada zona y la cantidad de contagios.
Al abordar el tema a nivel local, fue cauto y expuso que no se “apuraría” en tomar una decisión. Por lo pronto, el aislamiento preventivo y obligatorio rige en todo el territorio nacional hasta el 26 de abril y nadie sabe aún que sucederá después. La imposibilidad de planificar, incluso en un breve lapso de tiempo, es uno de los grandes problemas de la pandemia, cuyo sesgo imprevisible es el desafío de las autoridades gubernamentales.
Asimismo, prefirió mirar la película completa y pensar en todas las alternativas posibles, convencido de que la apertura de comercios por sí misma no resolvería la cuestión monetaria.
“Aunque algunos comercios se abran, la gente tiene miedo de gastar y movilizarse porque no sabe si al mes van a volver a cobrar. No por abrir un comercio va a vender. Nadie conoce la pandemia ni sabe cuándo va a terminar, el pico se corre cada vez más”, lanzó. Y reconoció que “la actividad está quebrada, tiene que venir una fuerte ayuda del gobierno provincial y nacional porque la gente no va a poder pagar las cuentas”.
La economía en medio de la pandemia
El tironeo más importante viene de la mano de la reactivación económica y el pedido de algunos sectores de poder volver al ritmo habitual. En esta línea, se supo que el Departamento Ejecutivo accedió a evaluar el pedido de la Cámara Empresaria de Tandil para avanzar hacia una “cuarentena administrada” con miras a retomar actividades no incluidas en los rubros esenciales. En ese camino, se programaron dos reuniones para la semana siguiente y adelantaron que la posibilidad de una flexibilización está directamente vinculada a la situación del coronavirus en la ciudad.
“Vamos a estudiarlo y lo tengo que elevar a la Gobernación”, dijo el mandatario, pasando la pelota a las esferas mayores, que deberán dictaminar si esto posible en tantas comunidades del interior del país que viven realidades diferentes a los grandes centros urbanos.
“Esta demostrado que no tenemos circulación del virus por ahora, pero tenemos que seguir aislados. Tampoco podemos vivir permanentemente aislados porque empiezan otros problemas. Entre la salud y la economía hay una línea muy finita de resolver, la vamos a resolver y sobrellevar”, evaluó.
El Intendente admitió que hay segmentos del tejido económico que están más dañados y perjudicados que otros; los últimos rubros en despegar tras la prolongada interrupción. Al respecto, visualizó que el turismo, la hotelería y la gastronomía están muy complicados y sumó también a los trabajadores informales, a los artistas y artesanos. “Hay que ir manejándolo, los recursos son mínimos porque se cayó la recaudación en todos lados”, observó, y planteó un potencial salvataje financiero a través de créditos a tasa cero para “intentar mantener el aparato productivo. No podemos dejar que se fundan”.
A la espera de la coparticipación
Por la restricción a las actividades económicas, disminuyó considerablemente, como era esperable, la recaudación de las arcas comunales y el aporte que la Provincia hace a través del mecanismo de la coparticipación. En este cuadro de situación, explicó que los fondos coparticipables serían de tan solo 14 millones de pesos, cuando inicialmente se calculó una partida del orden de los 60 millones.
Sin ser alarmista ni pesimista, enfatizó que reclaman el cumplimiento de la coparticipación y que de reducirse tanto el monto de dinero girado por la administración provincial, se complejizará aún más el escenario.
“Si llega esa plata (los 14 millones) tendremos que ver cómo nos ordenamos, cómo achicamos gastos, estamos viviendo un mundo nuevo”, sentenció.