Ante la avalancha de personas en los supermercados, evalúan medidas de ordenamiento y seguridad
El fin de semana estallaron los mercados minoristas y mayoristas. Principalmente los mayores de 65 años salieron a abastecerse para quedarse en casa tranquilos. Desde la cadena local revelaron que no esperaban algo de tanta magnitud, pero aseguraron que habrá stock disponible. Desde Nación trabajarán en medidas y relacionaron la incidencia en la economía.
Extensas filas de personas, carritos llenos de mercadería, góndolas casi vacías, supermercados rebalsados. Esa fue la postal que reflejó en Tandil, el efecto de los anuncios para reforzar la prevención respecto al coronavirus.
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Durante el fin de semana, especialmente ayer, distintas cadenas y mercados de la ciudad experimentaron una inusual aglomeración de gente que se acercó para abastecerse ante una posible cuarentena.
A la espera de importantes anuncios preventivos, que hablan de medidas drásticas para contrarrestar el efecto del virus, los tandilenses concurrieron en gran número para stockearse de mercadería, tanto a los locales minoristas como mayoristas.
El fenómeno se vio en el galpón de Diarco, ubicado en la rotonda de las rutas 226 y 30, donde a diferencia de otros domingos, la playa de estacionamiento se vio saturada por los autos.
Lo mismo sucedió en las sucursales de Carrefour, donde a lo largo de todo el día la circulación fue imparable; y se repitió en las distintas bocas de expendio de la cadena de supermercados Monarca, con innumerables ventas.
En los establecimientos se vieron largas colas de clientes ávidos principalmente por productos de limpieza, aunque las góndolas arrasadas también fueron las de lácteos, fideos, arroz, harinas, enlatados, panes y galletitas, aunque también fueron furor el papel higiénico, los huevos y las salsas de tomate.
Abastecerse “por si acaso”
Entre ser precavidos y egoístas con el resto, la actitud de los tandilenses tuvo un denominador común: “abastecerse por si acaso”. Si bien los clientes que tomaron la decisión de realizar compras fueron de todas las edades, se pudo distinguir claramente que la mayoría eran mayores de edad. Es que a raíz de la sugerencia emitida a nivel país para los mayores de 65 años, que remite a licencia laboral y permanencia en los hogares para preservarlos, esta población de riesgo acató la recomendación con responsabilidad y salió a surtirse.
Así lo manifestaron algunos de los clientes, al explicar que prefieren quedarse en sus casas antes que exponerse y por lo tanto, fueron para adquirir “lo más necesario”. “No sabemos si van a faltar alimentos más adelante, o no, pero de todas maneras no nos queremos arriesgar”, dijeron Eduardo y Estela, ambos mayores de 65 años.
Por su parte, Adriana y Julieta, madre e hija, también decidieron aproximarse a uno de los Monarca del centro y llenar el carrito con mercaderías. “No es que tengamos la obligación de entrar en cuarentena, pero vamos a tratar de movernos lo menos posible, ya que no va a haber clases y yo trabajo en casa”, explicó la mujer de unos 45 años.
Finalmente, otra familia que circulaba por las góndolas contó que se acercaron para adquirir más productos de limpieza, temiendo la falta de estos en los días que vienen. A pesar de buscar anticiparse, no consiguieron alcohol en gel. “Vamos a hacer toda la cola, aunque sea larga, porque la idea es no volver a estar en lugares con tanta gente”, afirmó Ramiro, un hombre que fue con su esposa y dos hijos.
Cabe destacar que en otras partes del mundo, donde la enfermedad avanzó mucho más, entre las medidas de prevención se ha dispuesto que a los supermercados solamente pueden ingresar de a cuatro personas, con barbijos, guantes y con distancia de dos metros entre ellas. Aquí todavía no se han determinado reglas puntuales, pero próximamente estarán delineadas.
“No imaginamos algo de tal magnitud”
En este sentido, el dueño de la cadena de supermercados local, Juan Carlos Bertolín, contó que están evaluando las medidas a tomar y garantizó la disponibilidad de productos.
“No estamos acostumbrados a algo así”, sostuvo, aunque entiende que “todo el mundo necesita abastecerse”. Contó que lo más vendido tiene que ver con la limpieza, jabones, lavandina y alcohol. Al respecto, contó que, avizorando lo que se veía, realizaron una compra que al principio consideraron “exagerada” de alcohol en gel, sin embargo a los pocos días ya fueron agotando las cantidades. “Sobre el fin de semana nos fuimos quedando sin”, relató.
Igualmente, para brindar tranquilidad a la población, indicó que ellos siempre trabajan con la política de tener “bastante stock” de reserva, así que adelantó que no pondrán ningún tipo de restricción y garantizó la disponibilidad de mercadería.
Por otro lado, en lo que a reglas de seguridad refiere, indicó que están evaluando la posibilidad de extender horarios y otras determinaciones. “Si sigue este movimiento, veremos la manera de que no se junte tanta gente”, reflexionó.
“No teníamos pensado que ocurra algo de semejante magnitud, nos imaginábamos que algo iba a suceder, pero no tanto”, reveló el dueño de Monarca.
Repercusión en la economía
Mientras la jornada vertiginosa de compras finalizaba en los mercados locales, y de todo el país, el presidente Alberto Fernández brindó ayer otra cadena nacional. Entre otros temas de importancia se refirió al desborde en los supermercados y consideró que será un tema a resolver hoy mismo, ya que ese tipo de medidas tienen una repercusión directa en la economía.
“Los negocios de cercanía o de barrio no sufrirán ningún tipo de cierre, pero vamos a evitar la aglomeración de gente”, dijo. Explicó que la producción alimentaria se necesita y no puede declararse una cuarentena generalizada, porque tiene consecuencias económicas “muy negativas y ni siquiera ayudan a solucionar la pandemia”.
Asimismo, ante la existencia de aumento indiscriminado de precios que se suscitaron a raíz de las abundantes ventas, aseveró que el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matias Kulfas, ya está trabajando con la Secretaría de Comercio. “Estamos todos pasando un mal momento. No es posible que se aprovechen esas circunstancias y vamos a actuar. La Argentina de ‘los vivos’ ya se terminó”, exclamó.
Finalmente, y con la intención de proclamar calma y evitar que este fenómeno se repita, garantizó que “la gente no tiene que tener temor al desabastecimiento”.