Tras la incorporación de cambios, el oficialismo aprobó el Presupuesto y el aumento en las tasas
El bloque de la UCR Cambiemos abrió el debate e incorporó cambios en el proyecto elevado por el Ejecutivo. La oposición votó en contra y realizó duros descargos sobre los lineamientos de Gobierno. Enfocó sus objeciones en la presión tributaria y en la asignación de prioridades.
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En el marco de una extensa sesión y tras más de ocho horas de debate, la mayoría representada por el bloque de la Unión Cívica Radical Cambiemos aprobó el proyecto de cálculo de recursos y presupuesto de gastos para 2019 y las ordenanzas preparatorias fiscal e impositiva.
El oficialismo abrió el debate ante algunos conceptos que incorporó el Departamento Ejecutivo para el próximo ejercicio, negoció modificaciones y, como se anticipaba, se alineó para dar los votos necesarios y sancionar la herramienta que le permitirá al intendente Miguel Lunghi transitar el último año de su cuarto mandato.
La oposición, en tanto, direccionó sus objeciones en la presión tributaria que recae en el contribuyente, en medio de un escenario de retracción de la economía, pero también hizo hincapié en las prioridades que se reflejan en las partidas asignadas a las dependencias.
Además criticó al secretario de Economía, Daniel Binando, al cual tildaron de “mentiroso” y el funcionamiento de la Secretaría de Protección Ciudadana, con el contrato de Cablevisión y el alquiler de un inmueble de Pinto al 800, entre otras políticas en la materia.
El concejal Marcos Nicolini no ocultó las diferencias con la propuesta elevada por el Ejecutivo y planteó, en conjunto con Nora Polich y Gabriel Bayerque, las objeciones sobre tres aspectos centrales.
Los planteos, en medio de fuertes negociaciones, permitieron retirar el proyecto para la modificación de la ordenanza del Fondo de Ayuda Solidaria para abrir una discusión más profunda y en lugar de eso se incluyó un artículo para destinar el remanente de 2018 a inversiones en infraestructura en Salud, previo su tratamiento y aprobación por el Concejo.
Para el concejal justicialista Facundo Llano se tomó “el peor camino” dado que mueven la iniciativa “pero afectan lo subejecutado para un destino que no contempla”, en un antecedente que calificó de “muy delicado”.
En segundo lugar, la presión interna del bloque oficialista determinó una modificación en el incremento previsto para la Ordenanza 5.791 de alumbrado público que se percibe a través de la boleta de energía eléctrica de la Usina.
El Municipio pretendía recaudar por ese concepto 67 millones de pesos durante el próximo ejercicio, contra los 17 millones que proyectó para este año. Finalmente, la escala quedó fijada en un porcentaje inferior y redujo en 35 millones la cifra proyectada.
“Es bueno, habla del poder de disentir. En otros aportes no hemos tenido suerte”, deslizó el oficialista Marcos Nicolini que en su exposición justificó que “hemos estudiado con responsabilidad el presupuesto para que el Intendente tenga la herramienta para desarrollar su plan de Gobierno pero teniendo en cuenta que las contribuciones las hacen los vecinos”.
En tanto, la semana anterior, el justicialista Llano y Nicolini habían logrado que el Ejecutivo desistiera de las facultades especiales para incrementar las tasas durante el año, conforme al Índice de Precios al Consumidor y sin para por el Legislativo.
Cerca de las 20, tuvo lugar la votación nominal de los proyectos que sólo consiguieron la adhesión de los once votos del oficialismo.
La sesión
Las negociaciones hacia el interior del oficialismo y con los otros bloques demoraron el inicio del encuentro legislativo pautado para las 10. Alrededor de las 10.45 los 20 concejales se ubicaron en sus bancas para comenzar con el tratamiento del orden del día, que arrancó con una distinción al rugbier Rodrigo Bruni.
Luego de aprobar por mayoría la convalidación del convenio marco de formación laboral para el Centro de Formación Profesional 401, tema que derivó en un enérgico cuestionamiento por parte de la concejal María Eugenia Poumé, se determinó un cuarto intermedio.
La decisión de abrir un compás de espera se enmarcó en la falta de acuerdo en el modo de proceder frente a la modificación en el ajuste al que accedió el Ejecutivo para la ordenanza de alumbrado público que contiene la boleta de luz.
El aumento definido en un 5,5 por ciento aproximadamente (se pretendía elevarlo del 4 al 10 por ciento) generó un impacto en el presupuesto consolidado ya que la disminución llevaba a un cálculo de 35 millones de pesos menos.
Lo cierto es que el Ejecutivo podía elevar un nuevo proyecto de presupuesto pero no las planillas anexas para precisar de dónde se recortaba ese dinero a partir de los cambios incorporados, tarea que podía postergar el tratamiento del tema para mañana.
José Luis Labaroní (UCR Cambiemos) convocó de urgencia a una reunión de Comisión de Economía para cerrar estos aspectos y lograr un acuerdo. A esa altura de la negociación, Unidad Ciudadana pretendía dar la discusión puesto que representaba “un detalle” dentro del desarrollo elevado por el Gobierno.
Para las 12.20 primó la decisión de volver al recinto para discutir ambos expedientes.
La postura oficial
Nuevamente en la sala de debate, los 20 concejales retomaron el tratamiento del orden del día, dejando para el final los asuntos presentados por la Secretaría de Economía y Administración.
Una vez resueltas las cuestiones formales a instancias de mociones que poco aportaban, el radical Labaroní trazó los principales lineamientos de la ordenanza que expresa la visión política del gobierno del intendente Miguel Lunghi.
Así, y pese a que la reforma incorporada trajo consecuencias en los números finales en el cálculo de recursos, el concejal ratificó el modo en que quedaron las cuentas finales, que determinó un presupuesto consolidado para la administración central de 2.803.942.972 de pesos y de 918.536.249 de pesos para el Sistema Integrado de Salud Pública para el próximo ejercicio.
En tanto se refirió a la modificación en la Ordenanza 5.791 que calcula recursos por 32.004.506, con la autorización para modificar en los formularios y listados elevados la suma de 35.186.462 a raíz del cambio efectuado a partir de lo propuesto por el oficialismo díscolo.
Labaroní destacó la reducción de los 35 millones de pesos que impactan en la recaudación, habló del contexto macroeconómico y el desafío del Gobierno local por mantener un “equilibrio” en las cuentas fiscales, que llevó a “repensar” la administración en busca de “mayor eficiencia”.
Aludió a los decretos que rubricó el Intendente para reducir el gasto en épocas de crisis, como el congelamiento en la incorporación de personal y el recorte de los viáticos, entre otros ajustes tendientes a “seguir sosteniendo los servicios” que brinda el Estado comunal.
Luego se enfocó en las tasas, justificó las subas que establece el programa de Gobierno para la Retributiva de Servicios, la Sanitaria y la de Salud, que propone un ajuste del 80 por ciento, y ratificó que la TUAE “mantiene mínimos y alícuotas” aunque modifica determinados ítems.
Por otro lado, y para entender el enfoque presupuestario, Labaroní resaltó que muestra un equilibrio en cuanto a los recursos de procedencia municipal y los provinciales, e hizo una mención especial para referirse a los fondos de libre disponibilidad.
Este grupo representa el 72 por ciento, “pero que contiene toda la masa salarial y la transferencia al Hospital”, a la vez que justificó la disminución de partidas para Desarrollo Económico Local en la salida de Turismo de la estructura para pasarla a Jefatura de Gabinete.
Una previsión que atiende a las “necesidades políticas y electorales” de 2019
El primero en tomar la palabra fue el concejal de Unidad Ciudadana, Darío Méndez, cuya alocución se inició luego de un malentendido sobre el orden de oradores en momentos en que la vicepresidenta del cuerpo Marina Santos subió al estrado para reemplazar por unos minutos a Juan Pablo Frolik, episodio que afectó y molestó a Llano.
Subsanado el error el edil enfocó su lectura en los lineamientos presupuestarios del Ejecutivo nacional que generan repercusiones en la estructura local, en un año “difícil”, con “cierre de empresas, retracción de consumo y pérdida del poder adquisitivo”.
Alertó sobre el “crecimiento del presupuesto” pese a que se lo definió como “restrictivo”, y en cuanto a la modificación de la ordenanza de alumbrado público objetó que “el financiamiento de las políticas públicas siempre cae sobre los contribuyentes”.
Méndez se detuvo después en la TUAE y acusó de mentiroso al secretario de Economía, Daniel Binando, que “se paseó por todos los lugares diciendo que no iban a aumentar”. Sin embargo, en el estudio del presupuesto detectó ajustes en distintas actividades, muchas de las cuales sufrieron el impacto de la crisis.
Sobre la recaudación impositiva, describió que “las tres tasas más importantes recaudaron menos de lo estimado”, y definió que es la “realidad de la economía de Tandil”.
En su descargo pasó por la asignación presupuestaria para obras públicas, que es del 30 por ciento y nombró los proyectos que fueron incluidos en otros ejercicios y que no se ejecutaron.
Los 50 millones que el Municipio inyectará para garantizar la finalización de las urbanizaciones también formaron parte del repaso y si bien consideró necesario concluir las obras, planteó “por qué vamos a pagar nosotros” un compromiso de Nación.
“El presupuesto atiende a las necesidades políticas y electorales del año próximo para que el Intendente pueda acceder a la re re reelección”, cerró Méndez su lectura crítica sobre el proyecto.
Para Llano, “es muy difícil explicar hacia dónde va la plata”
La segunda voz opositora fue la del justicialista Facundo Llano, que presentó un puntilloso análisis económico, técnico y político del presupuesto y del ajuste de las tasas, que lo llevó a indicar que resulta difícil, de acuerdo a los parámetros que contempla, “poder explicar hacia dónde va la plata”.
Volvió sobre el artículo 139 de la ordenanza impositiva que otorgaba facultades al Ejecutivo de realizar ajustes de las tasas sin necesidad de aprobación del Concejo Deliberante. “El secretario de Economía le mintió a la sociedad, a los concejales y a la prensa” al obviar el polémico punto cuando brindó explicaciones sobre el Presupuesto.
“Hubo una reacción rápida” al retirarlo por orden de la Jefatura de Gabinete “pero la voluntad estaba expuesta”, sentenció Llano. “Por qué un funcionario miente de esta manera; se supone que viene a decir la verdad y no es menor que el Ejecutivo haya ocultado ese artículo”, enfatizó.
También apreció el aporte para bajar los 35 millones que el Ejecutivo pretendía cobrar para financiar el alumbrado público a través de la boleta de la Usina, que había proyectado en 67 millones de pesos.
Sobre el aumento de las tasas, Llano sostuvo que es “una mentira” que el ajuste sea del 38 por ciento sino que será en promedio del 48 por ciento, que se aplicará de golpe a partir de enero de 2019. “Año a año redoblan la apuesta en la presión tributaria”, subrayó.
También abordó la TUAE y cuestionó que el Gobierno propuso un cambio en los conceptos de la alícuota “sin contemplar el flujo económico de las actividades”, es decir, precisó en sintonía con su par de Unidad Ciudadana, Darío Méndez. “Es un aumento lineal y caprichoso”, definió.
Abordó aspectos sobre los recursos afectados y el “comportamiento inadecuado” para usar fondos con otro destino, volvió a demandar una solución en materia de movilidad urbana, otra de las “deficiencias” de la gestión.
“Tienen que cumplir con los fondos afectados en su objeto y no buscar otro destino y hacer una primera colocación de activos”, cuestionó el concejal justicialista.
En una exposición que demandó más de dos horas, Llano sostuvo que no se observa una política pública, una definición de ciudad; es muy difícil explicar con este presupuesto hacia dónde va la plata”.
“No hay grandes obras, muchas vienen de arrastre; no hay una visión de Estado que explique a dónde van los 2.800 millones de pesos”, insistió.
Asimismo expuso, área por área, la cantidad de recursos que se asignan y sobre esa base construyó un análisis sobre las prioridades del Gobierno de Miguel Lunghi, y demandó un debate en profundidad en términos políticos.
Más lecturas sobre el proyecto
Por el bloque Integrar Nilda Fernández hizo una intervención para celebrar el retiro del proyecto para cambiar el FAS, cuestionó la decisión de invertirlo en algo que responde al espíritu de la ordenanza que percibe fondos a través de la factura de luz y planteó la posibilidad de reducir la alícuota, a la vez que apuntó sus cuestionamientos hacia el funcionamiento de la Secretaría de Protección Ciudadana.
Lo mismo hizo su par de Unidad Ciudadana, María Eugenia Poumé, que entre otras objeciones, volvió sobre el millonario convenio en dólares firmado con Cablevisión y el perjuicio en las arcas comunales, el contrato de alquiler de Pinto al 800 y las políticas que se impulsan desde el área de Atilio Della Maggiora. Y desafío: “Espero que el Tribunal de Cuentas llegue hasta las últimas consecuencias”.
Su compañera de bloque, Silvia Nosei, direccionó su análisis a la previsión del Gobierno para Desarrollo Social y la diferencia presupuestaria que tiene con otras áreas.
Desde Integrar Gustavo Ballet también alertó sobre esta tendencia de reforzar partidas a Protección Ciudadana en detrimento con Desarrollo Económico Local, y a la prestación de los servicios que se brindan.
“¿Tiene sentido votar un presupuesto que tiene casi mil millones de pesos más para mantener estos servicios”, indicó.
A su turno, y ya promediando la extensa sesión, Mauricio D’Alessandro advirtió que el presupuesto es un 54 por ciento más importante que el del año pasado. “En un año en el que todos los contribuyentes se tuvieron que ajustar el cinturón, el Intendente decide gastar más”, reflejó.
Habló de “gastos obscenos” y de “tasas abusivas” al señalar que “mientras todos los contribuyentes tienen que restringir gastos de su economía familiar, van a tener que pagar un 80 por ciento más de Tasa de Salud y un 52 por ciento en la Retributiva de Servicios”, además de la de Protección Ciudadana y las tasas en la boleta de la luz.
“Se comportan como playboys derrochones ostentando gastos obscenos frente a la vista de miles de contribuyentes que cada día trabajan más para poder pagar tasas cada vez más abusivas”, sentenció.
La respuesta de Cambiemos a los embates de la oposición
En el bloque UCR Cambiemos, Mario Civalleri fue el encargado de defender el programa de Gobierno para el último año del cuarto mandato del intendente Miguel Lunghi tras los cuestionamientos que esbozó el arco opositor.
En una reflexión global, dijo que el crecimiento presupuestario es de 936 millones de pesos, de los cuales 483 responden al incremento de la masa salarial que incorpora una pauta del 15 por ciento.
Luego hay 105 millones para obras de pavimentación y repavimentación durante el próximo ejercicio, un tema que “nos preocupa”.
“El espíritu del bloque es estudiar con prudencia y responsabilidad el tema para darle al Ejecutivo la herramienta para tener la ciudad que tenemos”, respaldó Civalleri.
Y agregó, tras su repaso: “No pretendo reconocimiento por las cosas hechas pero hay una mirada sesgada. Las cosas se han hecho con un rumbo, con retrocesos y errores pero hay honestidad”.
Por su parte, Alejo Alguacil se amparó en las políticas públicas y la inversión en salud que se implementan desde 2003.
Luego, Matilde Vide le achacó a la oposición su contradicción en los postulados expuestos y su accionar en el recinto, y respondió las acusaciones en cuanto a la modernización del Estado, las partidas para Desarrollo Social y la diferencia con Protección Ciudadana.
“Comprendo las críticas, me llevo las observaciones pero me sorprenden las contradicciones”, expresó a modo de cierre de su intervención.