Para Iparraguirre la generación de dirigentes del sector diferenciado de Cambiemos está preparada para gobernar
El concejal de Unidad Ciudadana analizó lo que se viene a corto plazo en el sector que representa, que es la búsqueda de la unidad. Además atribuyó un nuevo rol a la generación que pertenece y sostuvo que "debemos ser capaces de lograr los consensos necesarios para representar a la ciudad". Afirmó que esta preparado para asumir la responsabilidad de ser candidato a intendente pero dijo que "ahora, en enero, la discusión pasa por otro lado".
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“Mirando Tandil, charlas de verano”, el ciclo de entrevista de análisis que excede a la coyuntura y que permite a los entrevistado tener otra perspectiva que escapa a lo cotidiano en la ciudad. Políticos, dirigentes sociales, empresarios y emprendedores, los protagonistas de los reportajes que pueden encontrar en forma audiovisual en www.eleco.com.ar o en www.youtube.com/elecodetandil . Hoy: Rogelio Iparraguirre, jefe del bloque de concejales de Unidad Ciudadana.
-Empezó un año que será distinto, no sólo por lo electoral, sino también por la necesidad de dejar atrás el 2018
-Sin dudas. Hay un proceso previo de años que llega hasta la fecha. En nuestro caso particular de Tandil y en mi caso personal, este 2019 nos encuentra con todo un proceso de crecimiento, de madurez, que es de larga data y que, entiendo yo, empieza a encontrar momentos de cristalización y síntesis. Además en un contexto particular, que es el de una Argentina que está golpeada en todas las líneas de flotación, no solo a los trabajadores, a las amas de casa, a los docentes, a los jubilados, a los estudiantes, ni que hablar de los sectores de la economía informal y los más postergados por supuesto , sino que está pegando en el comercio, en la pequeña, mediana y gran empresa, en la industria y en diversos sectores del agro. En este proceso se combina el camina recorrido de forma colectiva y personalmente.
-Incluso el propio Intendente habló del desempleo que hay en la ciudad
-Tandil no es una isla. La verdad que no sé en qué cabeza entró en algún momento la idea de que Tandil era una isla. Que Tandil sea lo que vemos y disfrutamos, y tenemos la suerte y la gracia de haber nacido o radicado acá, no hace de nuestra ciudad que sea una isla. Es una ciudad que recibe los golpes y avatares del conjunto del pueblo argentino y por supuesto que el desempleo crece, que desde el sector comercial muestran preocupación por lo que está pasando, que hay problemas en la industria porcina, láctea, en fin , Tandil, que tenemos la suerte que tiene una economía diversificada que hace que cuando tambalea una no se caiga la otra, hay un momento cuando las crisis se prolongan que hace que no funcione. Como toda crisis es muy fácil saber cuándo comenzó pero nunca, por la tradición histórica que tenemos en nuestro país, podemos anticipar cuándo van a concluir y de qué manera.
-Hay un intendente que gobierna la ciudad hace 16 años y plantea un nuevo mandato. ¿Cómo ven eso?
-El otro día dialogaba con un conocido lo que significa un Lunghi de 16 años de gestión proyectándose a otro mandato en el desarrollo presente y futuro de la ciudad, sin un menoscabo de lo que ha sido su figura y gestión a lo largo de éstos años, lo cual también ha sido parte de este proceso que comentaba, también para mi persona la permanencia de Lunghi durante éstos 16 años significó un crecimiento y aprendizaje. Yo tenía 24 años cuando Lunghi asumía la intendencia. Hoy cumplí hace poco los 41 años. Ya no somos tan jóvenes. En aquel momento veía la gestión como un equipo que hacía plazas y parques. Esto debo decirlo en tono autocrítico. He comprendido de un tiempo a esta parte que la recuperación del espacio público es una de las marcas distintivas de la gestión del doctor Lunghi y que hace a la calidad de vida de los vecinos que vivimos en Tandil. Cuando uno empezó a caminar la provincia de Buenos Aires, dialogar con intendentes y estudiar gestiones de otros lugares, comprendió también que el Sistema de Salud Público local es un sistema que tiene una plantilla de profesionales envidiable, y además tiene una gestión detrás que ha tenido muchos aciertos, pero que sí de un tiempo a esta parte se ha quedado y empieza a mostrar fisuras. La figura de Lunghi significó madurar yo, aprender a comprender a la ciudad en su complejidad, una ciudad que no es monocorde, y uno como representante político tiene la obligación de interpretar lo que quiere la comunidad y darle un marco a esa diversidad compleja. La permanencia de Lunghi durante 16 años a cuadros políticos de mi generación, de mi espacio político y de otros espacios, nos dio tiempo para madurar. A mí me preguntaban en ésta misma época hace cuatro años atrás, en 2015, si yo me veía para encarar un proceso como candidato a intendente. Yo en ese momento decía sin ningún tipo de vergüenza que no me sentía preparado, que me faltaba recorrer más a fondo la ciudad, y comprenderla mejor.
-No es una cuestión solamente del espacio que representás…
-Claro que no. El caso de Marcos Nicolini, sin ánimo de meterme donde no me han llamado sino que lo digo con el mayor de los respetos hacia su figura. No es lo mismo el Marcos Nicolini de hace 4 años atrás que el de hoy, que muestra un nivel de madurez y una vocación política por ser candidato, que aún no había desarrollado, seguramente estaba formando la idea en aquel entonces y que hoy lo pone en situación de salir a la cancha. También otros cuadros, quizás del sector donde pertenecemos nosotros, como Juan Arrizabalaga, Agustina Tambella, Nicolás Carrillo, cuadros que entiendo yo, no soy exegeta de nadie, que hace unos años le faltaba. Hoy encontramos a toda una generación en la política tandilense, incluso en la dirigencia empresarial y deportiva, muy interesante y preparada, que empieza a tener a la figura de Lunghi como tapón.
-¿Y cómo sector?
-Creo que se está preparado para gobernar la ciudad. No quiero poner el carro delante de los caballos. Aún resta verse, y es cosa de meses, cuán preparados estamos para comprender cabalmente lo que significa prepararse para el ejercicio de un gobierno de una ciudad como Tandil. Digo esto porque el primer paso para demostrar que se comprende esto es la capacidad de construir acuerdos y consensos necesarios que dejen todo lo que sea las contradicciones secundarias de lado, en tal caso para resolver más adelante, y que el centro sea devolverle a Tandil la proyección a futuro que la ha perdido por una gestión de gobierno, un intendente y un equipo que perdió las ganas y la iniciativa. Estará en nosotros. Se nos acabó el privilegio del inventario. No queda más el dedo para señalar quiénes son los responsables de los últimos 30 años de falta de triunfos en el peronismo local. Ahora, de un tiempo a esta parte y para adelante, seremos nosotros los que cargaremos las piedras en la mochila. Lo que no seamos capaces a la hora de construir la unidad va a tener nombre y apellido. Va a ser responsabilidad de Rogelio Iparraguirre, de Facundo Llano, de Nicolás Carrillo, de Juan Arrizabalaga, de Micaela Herrera, en fin, de toda una generación que se tiene que hacer cargo. Estamos construyendo presente y pretendemos construir futuro.
-¿La unidad mucha veces se declama, pero hay posibilidades ciertas de que se llegue a dar, al menos en la ciudad?
-Yo creo que es posible la unidad. No puedo al menos plantear esta idea personal y del espacio al que pertenezco, donde hay una clara predisposición absoluta y madurez, para convocar o ser convocado, a la construcción de este espacio cuyo horizonte nos los ponga la comunidad de Tandil. Nuestra generación hay una pregunta que no debe dejar de hacerse nunca que es uno de los vicios de quiénes ejercen el poder mucho tiempo, que es clave, para qué el poder. Si no es el poder por el poder en sí mismo. Al preguntarnos eso, la unidad será un medio para otro fin y no un fin en si mismo, que es lo que sucede cuando se declama mucha veces ésto. Pareciera que la unidad es un fin, por eso tiene que ser un medio. Lo que entusiasme y de sentido , son las metas y desafíos para una gestión local que tiene que recuperar la matriz productiva, la voluntad de trabajo, que tiene que plantear políticas públicas que pongan a la equidad y la igualdad de oportunidades como el lema y la meta de todo tandilense, todos deberíamos tener ese horizonte común, porque eso hará que Tandil aún transformándose de cara a futuro, conserve algo que hace al valor de la comunidad que tiene que ver con la integridad social, hoy esto no está ocurriendo, la ciudad es cada vez más un cristal roto.
-¿Te gustaría ser el candidato a intendente del espacio?
-Como decía recién, me siento mucho más preparado que hace cuatro años atrás. Este último tiempo fueron de escucha y aprendizaje. Que además en el medio ocurrió algo importante para mi formación, que fue la derrota electoral de la fuerza a la que pertenezco. Derrota que me devolvió la capacidad escucha y que son insumos vitales para comprender la complejidad de Tandil, en la cual uno intenta proyectarse como el mejor defensor de sus intereses. Creo que sí. Pero que hoy en enero, no es la discusión que tenemos que poner en el centro de la escena.
-¿Cuáles son las virtudes de la ciudad?
-Tandil tiene mucho por delante. Es tan rica su historia que ya eso solo hace pensar que no puede ser eso y nada más. Se han agregado elementos nuevos. El entorno natural va forjando la identidad del tandilense, del nacido aquí y el que vino a la ciudad a vivir. Una ciudad que tiene valores que para mí son históricos, de la integración y la equidad, a diferencia de otros lugares en los que uno ve muros tan claros entre los diferentes sectores. Tandil hasta hace poco tiempo no era así y no creo que sea una batalla perdida. En gran medida la potencialidad de la ciudad para construir un futuro y proyectarse hacia adelante tiene que ver con cuidar el capital de la integridad social y lo que entiendo que nosotros podemos venir a hacer a esta ciudad.