Nilda Fernández propone crear ferias francas para potenciar a los emprendedores y generar empleo
Presentó el proyecto de ordenanza en la sesión del jueves. La iniciativa fomenta la relación directa entre productores y consumidores, y prohíbe la acción de intermediarios. El articulado contempla aspectos de organización, un calendario pensado para no afectar al comercio tradicional, incentivos impositivos y controles bromatológicos.
La concejal del bloque Integrar Nilda Fernández propuso la creación de las ferias francas en Tandil, para fomentar la agricultura familiar, la producción artesanal y los microemprendimientos. El proyecto de ordenanza, que ya tomó estado legislativo y se tratará en comisiones, regula el funcionamiento de puestos móviles o fijos que serán destinados en forma exclusiva a la venta minorista, pero además establece los requisitos para feriantes y prohíbe la intervención de intermediarios.
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La iniciativa está fundada en la necesidad de crear fuentes de trabajo y de brindar un espacio para dar respuestas a los requerimientos comerciales de agricultores familiares y microemprendedores y que puedan vender en forma directa a los consumidores.
Además, Nilda Fernández señaló como “imprescindible apoyar desde el Estado municipal el desarrollo de la economía social, generando un marco inclusivo”.
En relación a las ferias francas, auguró que traerán la oportunidad de nuevas fuentes de ingresos para el productor y su núcleo familiar, y suponen una manera de dignificar a la persona a partir del trabajo. Como ventaja adicional, ofrecerán nuevas oportunidades a los pequeños productores sin recursos para iniciar un circuito de comercialización.
Desde el punto de vista del consumidor, también traerá beneficios con la reducción en el costo final del producto que surge de eliminar la cadena de intermediación. “No es de soslayar, asimismo, que para muchas personas (en especial aquellas de bajos recursos como desocupados, cuentapropistas y jubilados y pensionados) el consumo de alimentos representa un porcentaje relevante de sus gastos en relación a sus ingresos”, reseñó en los considerandos de la normativa que puso a consideración del Legislativo.
Por otra parte, la comercialización directa garantiza el derecho a la información clara, veraz y detallada que posee el consumidor (artículo 4 de la Ley 24240), teniendo en cuenta que el productor puede dar detalles precisos de su producto, cómo usarlo y sus características, entre otros datos.
“Dada la actual situación socioeconómica, consideramos imprescindible la existencia de estos ámbitos de comercialización tanto para los pequeños productores como para el consumidor, por los beneficios ya reseñados”, concluyó la expresidenta del Concejo.
Productores y mercadería
La iniciativa define a las ferias francas como el conjunto de puestos móviles o fijos que funcionan en espacios públicos o privados cedidos por la Provincia, el Municipio o particulares, destinados exclusivamente a la venta minorista de productos alimenticios, frutihortícolas, de granja, panificados, regionales y productos alimenticios elaborados artesanalmente por los pequeños y medianos productores que cuenten con la autorización municipal respectiva, excluyendo aquellos productos alimenticios que por su naturaleza necesiten refrigeración.
Además, establece que los feriantes deben comercializar en forma directa con el consumidor y podrán ser personas físicas, el agricultor y su núcleo familiar –encuadrados en la Ley 27118 de Agricultura Familiar- y las cooperativas de trabajo.
La implementación
La concejal de Integrar consideró que la Secretaría de Desarrollo Local es el área pertinente para la aplicación de la ordenanza, quien debería crear y mantener un registro de feriantes, establecer lugares y fechas de realización de las ferias, sancionar un reglamento de funcionamiento y otros aspectos que posibiliten la realización de la actividad y el acceso de productores y consumidores a este canal de comercialización.
En el articulado establece que Desarrollo Local deberá crear y llevar actualizado un Registro de Feriantes, en donde se asentarán los datos personales y los productos a comercializar.
Además, tendrá que expedir un permiso de feriante, con prioridad a personas que tengan una residencia mínima de dos años en Tandil, y asignará los espacios dentro de la feria.
La secretaría también determinará la ubicación de las ferias francas, priorizando las zonas de mayor densidad demográfica, las más alejadas del centro y considerando las que generen menores molestias a los residentes de la barriada. Sumado a esto, confeccionará un calendario de funcionamiento, con circuitos que abarquen toda la ciudad y para no afectar la actividad comercial de una zona específica.
Por último, tendrá que sancionar un reglamento interno de funcionamiento de las ferias francas.
Los controles
Por otra parte, el proyecto contempla que la Dirección de Bromatología aplique sus facultades de control respecto a las condiciones sanitarias de producción y manipulación de los alimentos que se ofrezcan, conforme a la normativa vigente.
En este aspecto, el área municipal determinará las obligaciones que deberán observar los feriantes en materia sanitaria, de higiene y de manipulación de alimentos, y también se encargará del contralor.
Beneficios impositivos
Los feriantes deberán cumplir con las normas nacionales y provinciales, pero además estarán inscriptos como contribuyentes de la Tasa Unificada de Actividades Económicas (TUAE).
En este aspecto, prevé una reducción impositiva para fomentar esta actividad comercial, aunque como compensación los feriantes deberán encargarse de la limpieza de los espacios y la recolección de residuos.