CON 202 VOTOS AFIRMATIVOS
Diputados aprobó el acuerdo con el FMI y los representantes locales en el recinto marcaron sus diferencias
El proyecto de ley que avala el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional consiguió los votos necesarios en la Cámara baja para alcanzar la media sanción. El “Topo” Rodríguez de Consenso Federal brindó su apoyo al proyecto, mientras que Rogelio Iparraguirre del Frente de Todos optó por no acompañarlo. Mientras que el primero respalda evitar un default, el otro aseguró que eso “no existe sobre los organismos multilaterales” y aseveró que el acuerdo es imposible de cumplir.
A las 03,45 de la madrugada de ayer la Cámara de Diputados aprobó el "Acuerdo con el FMI” con un resultado claro, pero también significativo en cuanto al mensaje que dilucidaron las votaciones. Fueron 202 votos afirmativos, entre ellos el representante de Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez; 37 negativos contando el del tandilense recién llegado al parlamento Rogelio Iparraguirre, y 13 abstenciones.
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La sesión duró casi 14 horas y dio media sanción al proyecto que avala el acuerdo con el FMI para la reestructuración de la deuda que contrajo el ex presidente Mauricio Macri, que el martes próximo pasará a un nuevo tratamiento, esta vez por parte de la Cámara de Senadores.
La mayoría de los votos positivos fueron aportados por las bancadas de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos, a los que sumaron los legisladores de los interbloques Federal, Provincias Unidas y Ser. En tanto que entre los negativos hubo votos del Frente de Todos, la izquierda y los llamados libertarios.
Las abstenciones y los que rechazaron el proyecto desde el punto de vista del oficialismo, correspondieron a representantes de 'La Cámpora' y de movimientos sociales afines al kirchnerismo.
El proyecto con previo y amplio consenso en el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas se logró en una jornada de manifestaciones y disturbios, donde grupos de manifestantes apedrearon la sede del Congreso.
Mientras que junto a quienes conforman el interbloque Federal el “Topo” Rodríguez admitió que votaron para “evitar el default”, por su parte el referente local del Frente de Todos se refirió a la falta de consonancia del proyecto con principios indeclinables y que no podrá cumplirse en el contexto económico y macroeconómico que se está atravesando. Además, aclaró que “el default no existe sobre los organismos multilaterales”, por lo tanto eso no hubiera sucedido de todos modos.
Una contrapropuesta para alcanzar el consenso
“No estuvimos de acuerdo con el proyecto del Gobierno, por eso presentamos una alternativa. Nuestra propuesta fue una de las bases del consenso, junto a otras. Actuamos con la responsabilidad de una oposición constructiva”, manifestó el tandilense referente de Consenso Federal a través de sus redes.
Luego, en conversación con la radio de El Eco (Tandil FM 104.1), en el programa “Cosas que Pasan”, el legislador profundizó sus argumentos, no sin antes manifestar su sorpresa por la votación en contra de su colega y coterráneo Iparraguirre, aunque se dijo respetuoso de las diferentes posturas.
“Si Argentina no honra su pago el 22 de marzo, automáticamente se verá obligada a definir un feriado cambiario y bancario”, afirmó el “Topo” Rodríguez, comparando que fue lo que estuvo a punto de pasar el 28 de enero.
Indicó que este feriado sucede cuando el Banco Central de la República (BCRA) no tiene los dólares para darles a los ahorristas que quieren retirarlos. Entonces, si las entidades cambiarias se cierran y se cortan las operaciones legales de cambio, consideró que la forma de abrir nuevamente y “con serenidad” es otorgando un bono a varios años.
Continuó expresando que eso significaría la ruptura en la cadena de pagos, falta de confianza con respecto a los contratos establecidos. “Si Argentina entra en default, muchas pymes de Tandil que venden al exterior a los 15 días van a tener comprometidos sus contratos, las ventas programadas se van a caer y los puestos de trabajo van a disminuir”, planteó.
En esta línea, indicó que también buena parte de los programas sociales otorgados tendrán de tener financiamiento, “Si entra en default, el país estaría rompiendo una política muy coherente que se inició después del desastre que hizo un expresidente, de ir cumpliendo independiente de la estrategia de negociación que se haya puesto en marcha”, postuló.
Tanto Rodríguez como Iparraguirre criticaron el camino que transitó el Gobierno para llegar a este acuerdo con el FMI. Así, como opositores, el referente del interbloque Federal, asumió que debieron ser responsables y constructivos para “hacerle comprender “al ministro de Economía Martín Guzmán que “el proyecto no generaba ningún tipo de consenso”.
Fue con la presentación de una nueva propuesta que, desde su punto de vista, el presidente del a Cámara de Diputados, Sergio Massa, “comprendió que se podría lograr un acuerdo” y así conseguir la media sanción. Lo que entendió que “no se puede hacer” es empujar a cualquier Gobierno a que vaya al default, porque se va la Argentina y el impacto se da en la clase media trabajadora y en los más humildes.
Finalmente, vaticinó que en el Senado este proyecto se aprobará de manera “rápida y contundente” porque la vicepresidente de la Nación encabeza esa Cámara “y no vota”.
Condicionamientos y principios
Fueron 35 los diputados del Frente de Todos que se abstuvieron o votaron en contra del acuerdo con el FMI, entre ellos el exjefe del bloque Máximo Kirchner y el tandilense Rogelio Iparraguirre, quienes se inclinaron por la negativa.
Lejos de que esta diferencia de posturas entre una parte y otra del Frente de Todos signifique alguna especie de ruptura o lleve a la necesidad de armar un interbloque, Iparraguirre distinguió, por el contrario, el grado de acuerdo con el que se manifiesta habitualmente el bloque.
De todas maneras, admitió que puntualmente este tema del acuerdo resultó “denso” y llevó a que se hicieran escuchar y valer posiciones que no permitieron arribar a un consenso hacia el interior de la coalición. Sin embargo, valoró que todos entendieron y pusieron de manifiesto que estas diferencias no impartirían en una división de la unidad, e incluso todos los diputados del Frente garantizaron que seguirán trabajando juntos.
Como mencionó el flamante diputado, encontraron varios condicionantes hacia atrás vinculados a lo que ha sido la negociación en sí del equipo económico del Gobierno, como así también hacia adelante en cuanto a lo que significa para el futuro del país, como para poder acompañar el proyecto.
“Lamentablemente tenemos una triste y conocida historia los argentinos con el Fondo Monetario Internacional”, identificó al conversar con el programa “Cosas que Pasan”, de Tandil FM (104.1)
De esta manera, explicó que la negativa estuvo determinada por dudas y discusiones que no armonizan con los principios que sostienen como militantes políticos y que, en su caso, consideró “innegociables”.
“Nadie quiere un default”
“Acá nadie quiere un default”, aseveró y rogó que la interpretación no recaiga sobre ese costado, entonces para exponer minuciosamente su postura ante la votación del proyecto indicó que ha estado estudiando mucho y explicó que “el default no existe sobre los organismos multilaterales”.
Así, aclaró que en realidad lo que existe es una postergación de pagos y eventualmente la cesación, luego de seis meses contados desde la fecha de vencimiento, que en este caso sería desde el 22 de marzo al 22 de septiembre.
Recordó que esta instancia ya ha sido atravesada por la Argentina, repasando que el expresidente Macri tuvo un “acto único” en la historia al haber “defaulteado” la deuda nominada en pesos y así también lo hizo con el “reperfilamiento” de la misma.
En descontento con el proyecto que pasó a Senadores, y con cómo se consiguió, planteó que en estos años de discusión no se hizo valer “alguna posición de fuerza del país en relación al FMI”, particularmente porque el propio Fondo “violó sus estatutos”.
“Prestó plata que no podía prestar, casi un tres mil por ciento de la cuota permitida en un préstamos máximo para un país como Argentina y, como si fuera poco, sobreviene una situación extraordinaria”, dijo sobre el contexto internacional.
En consonancia con la reflexión de un empresario que participó del trabajo en comisiones del lunes, enfatizó que “el mundo cambió” y es ahora otro distinto al que era cuando se suscribió este acuerdo.
De hecho, trajo a colación declaraciones que el mismo ministro de Economía, Martín Guzmán, compartió a los medios donde aseguró que la primer revisión trimestral a realizarse en junio ya va a estar incumpliendo las metas básicas. “Los 0.6 puntos del PBI que había que reducir en subsidios a la energía eléctrica van a aumentar entre 0.2 y 0.4 por ciento”, advirtió y enumeró otras realidades que no permitirán el cumplimiento.
“Ayer se estuvo votando algo que, en un contexto económico y macroeconómico internacional tan complejo no va a ser posible de cumplir”, reforzó y consiguientemente ahondó en otras particularidades que llevan a esta afirmación tan rotunda.
“El problema no es firmar, sino qué se firma”
Bajo el título "La vuelta del FMI a la Argentina; ¿cómo llegamos hasta aquí?", el texto de 15 carillas advierte en sus conclusiones que el programa acordado con el organismo implica como riesgo la implementación de "un plan de ajuste", lo que considera "completamente desatinado" para "las actuales circunstancias del país".
"La aplicación de las políticas del presente acuerdo no sólo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina, los van a agravar", alertaron además de señalar que "los programas del Fondo no son apropiados para promover el crecimiento ni tampoco para controlar la inflación".
"Nuestra fuerza política puede dar testimonio de que siempre tuvo que hacerse cargo y pagar las deudas que tomaron los gobiernos de signo político e ideológico opuesto.(...) El problema no es firmar con el FMI. Está claro que si tenemos una deuda con el Fondo tenemos que firmar un acuerdo con ese organismo. El problema, entonces, no es firmar. El problema es qué se firma", agregaron.
En las últimas definiciones, el pronunciamiento señaló que la causa judicial por las responsabilidades penales de la deuda contraída en 2018 exige "una actitud y un concepto diferente de estrategias de negociación", al tiempo que subraya que "el tema más importante" es "quién va a pagar esta deuda", a la que define como "irregular", dado que "buena parte de la misma fue fugada del país".
Y en relación a las consecuencias del acuerdo para los próximos años, sostuvieron que "no asegura la sostenibilidad" luego de 2025 ya que -una vez cumplido el período de gracia- el cronograma de pagos al Fondo coincidirá "con las amortizaciones de deuda a los acreedores privados".
En esa serie de planteos se basaron 34 diputados del Frente de Todos que resolvieron no acompañar el proyecto de ley que aprobó el acuerdo con el organismo que encabeza Kristalina Georgieva.