Uno de los sospechosos por el crimen de Bustamante confesó su participación y la causa se acerca a un pronto esclarecimiento
Ayer a media mañana, nuevamente se apersonó en la sede judicial el abogado Claudio Castaño anoticiando que su pupilo, Nahuel Morales, iba a prestar declaración. Los judiciales lo entrevistaron y tras algunos vaivenes en su relato, el sospechoso terminó confesando su participación aunque negó una intención homicida. La instrucción se caratuló como “Homicidio en ocasión de robo”. Hay otros dos sospechosos, considerados coautores del crimen en la mira. Detalles de lo que pasó. El informe de la autopsia.
Eran las 18 cuando allegados al asesinado Jorge Bustamante ayer se habían vuelto a convocar en las puertas del Municipio para clamar por justicia por el crimen (ver aparte), cuando se toparon con el rebote mediático de la información que surgía desde calle Uriburu al 700. En la sede judicial se soltó formalmente que se había decretado una aprehensión en el marco de la pesquisa.
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Nahuel Morales, el nombre del joven que ya había trascendido a pesar de no figurar en el expediente pero sí en las sospechas de los investigadores, declararía y confesaría su participación en el hecho, acompañado por su abogado Claudio Castaño, no sin antes presentarse por el Centro de Prevención de las Adicciones.
Su relato, que tuvo algunos vaivenes en medio de pasajes contradictorios terminó de convencer a los judiciales, que decretaron que aquella primera declaración testimonial se abortara ya que sus dichos tenían otro tenor: el de responsable del trágico suceso. Así, se pasó a una declaración indagatoria en la que el joven fue notificado del delito que le endilgaban: “homicidio en ocasión de robo”, quedando en carácter de aprehendido y sujeto a permanecer detenido, a criterio del Juzgado de Garantías.
Efectivamente, los dichos de Morales apuraron vertiginosamente los pasos de la investigación que abogaba por resultados de peritajes tendientes a confirmar los indicios en contra de los sospechosos del primer día de notificados de la desaparición, al detectarse las imágenes que habían registrado las cámaras de seguridad y el informe del último contacto telefónico reconocido en el registro de llamadas del celular de Bustamante.
Desde aquel llamado de aproximadamente seis minutos entre Bustamante y Morales, nada más se había sabido del buscado hasta el macabro hallazgo del domingo por la tarde, en las aguas del arroyo Langueyú, en el curso del camino al paraje La Argentina, rumbo a De la Canal, a unos cinco kilómetros con la Ruta 30.
La presentación espontánea
Si bien había un relativo optimismo en los investigadores a pesar de la complejidad del caso, la presentación espontánea del señalado no hizo más que ratificar aquellos indicios y avanzar significativamente en la causa que, al cierre de esta edición, podía contar con más novedades respecto a otro par de sospechosos.
Como se informó en la edición pasada, la voluntaria aparición del abogado Claudio Castaño en la sede judicial el pasado viernes junto a los hermanos Morales había sorprendido a propios y extraños, más cuando el letrado los presentó como “los imputados” de la causa cuando aún en el expediente sus nombres no se habían volcado oficialmente.
Al no oficiar diligencia procesal alguna para con los sospechosos, se desistió de algún acto procesal hasta tanto se sustanciaba la instrucción penal preparatoria que, a la par, pugnaba por dar con el cuerpo de Bustamante, finalmente encontrado el domingo por una familia que iba a pescar en el arroyo citado.
Precisamente el domingo a la mañana, nuevamente Castaño aparecería en escena, más concretamente en la sede judicial, aportando más detalles de lo que presuntamente había ocurrido con su pupilo. Ahí, la versión cobró otro cariz que, en medio del macabro hallazgo quedó en suspenso hasta nuevo aviso.
Ayer, finalmente, el abogado en cuestión volvió a la fiscalía a notificar que su cliente se había presentado en el CPA (Centro de Prevención de las Adicciones) y que tenía intenciones de declarar espontáneamente, circunstancia que efectivamente se concretó de manera formal.
Tras la entrevista con los funcionarios judiciales, luego de algunas contradicciones en el relato, el deponente se dispuso a confesar su participación en el hecho, lo que motivó que se le notificara del delito y quedaron en carácter de aprehendido.
Sin pausa, el fiscal Gustavo Morey elevó al Juzgado de Garantías el pedido de detención, instancia que ahora deberá resolver el juez (tiene un plazo de tres días) puesto que Castaño ya se había anticipado presentando una eximición de prisión.
Lo que dijo
De lo que trascendió de los dichos de Morales respecto al hecho y el móvil, queda sujeto al avance de determinadas confirmaciones y detalles que aluden a la vida privada de la víctima, empero sí puede indicarse que Bustamante y Morales habían mantenido contactos previos por las redes sociales y sería la cuarta vez en la que habían acordado una cita. De allí en más, al decir de lo que habría expuesto Morales, una vez concretado el encuentro en el auto, irrumpieron en escena otros sujetos que, al decir de la propia caratula de la instrucción penal preparatoria, arremetieron con intención de robo, los que coloca a los sindicados como coautores del homicidio.
De los dichos del ahora aprehendido se desprendería que si bien se había pergeñado el atraco cual emboscada, él mismo se vio sorprendido por la drástica determinación que habrían tomado los otros supuestos partícipes del hecho que terminó en muerte por asfixia (ver aparte) y luego derivó en el periplo para descartar el cuerpo y plantar el auto.
Sin respiro, entonces, la pesquisa logró avances significativos en pos de esclarecer el homicidio y dar con los sindicados como responsables del hecho que conmovió a la ciudadanía y convocó incluso la atención mediática capitalina. Queda resolver sobre los presuntos coautores cuyas circunstancias podrían estar resueltas al cierre de esta edición.
Jorge murió por asfixia
También ayer por la tarde llegó oficialmente el informe de autopsia realizado por la Policía Científica, cuyas conclusiones ratificaron sobre cómo fue asesinado Jorge Bustamante.
A más precisiones, el informe detalló que la causa de muerte fue “asfixia por estrangulamiento a lazo (cinturón de cuero)”. A la vez, el cuerpo presentaba lesiones contusa cortantes en región superciliar y párpado superior derecho
Un detalle que no había trascendido: se constató también una lesión contusa en antebrazo izquierdo y dorso de muñeca, compatibles con lesiones de defensa, señaló el informe.