Por disposición de la Justicia, Emanuel Ramírez recuperó su libertad tras haber sido involucrado en el crimen de Bustamante
Tal se preveía y frente a la inconsistencia de lo que resultó finalmente la declaración de Nahuel Morales, el primero de los detenidos por el crimen de Jorge Bustamante, más el aporte del testimonio “clave” de un hombre que confió quiénes pergeñaron el atraco fatal, como la reciente exposición del otro de los implicados Ángel Tami, en las últimas horas la Justicia dispuso la inmediata liberación de Emanuel Ramírez, quien había gritado su inocencia por el conmocionante suceso.
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En las últimas horas, el fiscal de la causa, Gustavo Morey, consideró la falta de mérito para mantener la detención del joven que había quedado detenido tras la declaración de Morales, quien lo “metió” en el hecho por razones que, al decir de la familia de Ramírez, tuvieron que ver con una venganza del abogado Claudio Castaño, a partir de una relación íntima frustrada.
Como se vino detallando, la pesquisa por el crimen de Jorge Bustamante fue cerrándose con positivas sensaciones para los investigadores, que más allá del ruido mediático y controvertidas versiones cruzadas, lograron recopilar prueba contundente en pos de endilgar las responsabilidades penales de los dos hasta aquí tres implicados en el resonante suceso delictivo.
Como se informó, independientemente de la confesión de uno de los imputados, Nahuel Morales, se volcó en el expediente un testigo “clave” que permite arribar a la conclusión que tanto el nombrado como Ángel Tami están seriamente comprometidos en el crimen.
Situación distinta es la del tercer apresado, Emanuel Ramírez, que desde un comienzo clamó su inocencia y, con el paso de las horas, se fueron corroborando sus dichos en cuanto a su espontánea como explosiva declaración sobre dónde estaba esa noche y porqué fue involucrado en el terrible hecho.
Ahora se sumó la ampliación de la exposición de Ángel Tami, quien también lo desligó del hecho y dio su versión sobre aquella noche, madrugada, en que terminaron con la vida de Bustamante.
En efecto, según este Diario pudo confirmar, en los oportunamente dichos de Ramírez sobre lo que hizo aquella noche del homicidio, se ubicó lejos, muy lejos de los protagonistas y de la escena en cuestión.
En lo que respecta a la hipótesis de que quedó involucrado en el gravísimo caso a partir del encono personal que tenía con el abogado Castaño, Ramírez ratificó sus dichos, lo que podría en un futuro, de recuperar su estado de inocencia y libertad, propiciar alguna causa por amenazas contra el controvertido letrado.
Al respecto, se había adelantado en estas páginas que aquella fuerte declaración incomodó a propios y extraños, cuando Ramírez aseguró ser víctima de una venganza del abogado Castaño por una relación íntima frustrada.
A más precisiones, confió intimidades de su relación de sexo y droga con Castaño desde tiempo atrás y que terminó de mala manera, violentamente, desde donde el letrado lo amenazó con que se la “iba a cobrar”.
Independientemente de la gravedad de lo denunciado que no sería otra cosa que una ramificación de la causa que persigue esclarecer el crimen de Bustamante, lo concreto es que hasta aquí la pesquisa no tiene prueba alguna contra el nombrado. Solamente el relato de Morales lo ubica en la escena del homicidio.
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