Mauricio D’Alessandro representará a la familia Bustamante en la causa judicial
El abogado tandilense Mauricio D’Alessandro representará legalmente a Claudia Villalva y Guillermo Bustamante, padres de Jorge, por el asesinato de su hijo, ocurrido en octubre del año pasado.
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“Claudia (Villalba) va permanentemente a la fiscalía del doctor Morey, donde la han atendido siempre muy bien. Pero hay algunas medidas de prueba que quieren pedir y para eso es necesario que tengan un abogado, así que me vinieron a ver”, explicó D’Alessandro en cuanto a su participación en el caso.
La causa la tomará junto a Mariana Lende, “abogada de mi propio staff en el Concejo Deliberativo”, y van a intervenir como “el rol del particular damnificado”, pidiendo algunas medidas para ver si realmente quienes participaron fueron solamente los dos imputados o hay alguna tercera persona.
Por otra parte, aseguró el abogado que aportarán como prueba y elemento de investigación información que “mucha gente le acerca a la familia de manera anónima”.
En caso de que no apareciera en la escena del crimen ningún ADN más, estiman que el juicio oral y público se realizaría en el 2020, utilizando el juicio por jurados ante la gravedad de los delitos a debatir, con eventuales penas que van a los 15 años de prisión.
No obstante, respecto a los tiempos, D’Alessandro confirmó que “vamos a aportar alguna gestión en La Plata para que alguno de los estudios que están pendientes se pueda hacer más rápido y tengamos la causa terminada rápidamente”.
El caso
Tras cinco días de búsqueda, el cuerpo de Jorge Bustamante fue hallado el 29 de octubre en las aguas del canal que desemboca en el arroyo Langueyú, por el camino vecinal que tiene como destino el paraje La Argentina rumbo a De la Canal, a unos cinco kilómetros de la Ruta 30.
Luego de largas jornadas de rastrillaje, los investigadores recibieron el llamado de un hombre que había ido a pescar al arroyo junto a su familia que avisó sobre el macabro hallazgo. Un cuerpo flotando boca abajo semidesnudo en el espejo de agua.
En un principio, los acusados por el crimen fueron tres: Ángel Tami, Nahuel Morales y Emanuel Ramírez. Este último se vio involucrado en la escena luego de que Morales, a consejo de su defensor particular Claudio Castaño, declarara que había formado parte del horrendo periplo. Sin embargo, Tami, en su testimonio, reconoció su participación en el homicidio y sacó de la escena al tercero de los involucrados (Ramírez) a quien dijo desconocer.
Al respecto, el fiscal Gustavo Morey dispuso la falta de mérito para con Ramírez, decisión que, como se esperaba, no contó con obstáculos de parte de la jueza de Garantías Stella Maris Aracil, quien ordenó la inmediata liberación del involucrado.
Fue el propio Ramírez quien confirmó que había quedado “pegado” en el caso por obra y gracia del controvertido abogado Castaño, que a título de una venganza por una relación íntima que terminó en malos términos, le hizo decir lo que dijo a su pupilo.
D’Alessandro valoró el trabajo realizado por la fiscalía y la jueza de Garantías, quienes “han avanzado correctamente, han hecho todas las pruebas y han resuelto el crimen rápidamente”. Ahora hay pendientes algunas pruebas ADN y dos periciales psicológicas, que en algunos casos tienen que venir de la plata. “Ha habido una excelente acción judicial”, sentenció el abogado.
Las declaraciones de Tami y Morales
Según expuso Morales, había mantenido contactos previos con Bustamante por las redes sociales, siendo la cuarta vez que acordaban una cita. Una vez concretado el encuentro en el auto, irrumpieron en escena otros dos sujetos (Ramírez y Tami), quienes arremetieron con intención de robo.
Por su parte, Tami ubicó a su cómplice como el asesino de Jorge, y que él, si bien sabía sobre el móvil del encuentro (robo), no pensó que iba a tener un desenlace fatal.
Además, según sus dichos, él no supo del deceso del joven al que había asaltado hasta que Morales fue detenido. Para él, solamente Morales lo había golpeado y lo habían dejado con vida, cuando lo arrojaron al arroyo del camino rural.
Lo que habían pergeñado los acusados era citar a Bustamante con un engaño sobre una cita sexual y luego le iban a robar la droga que la víctima decía poseer a cambio de sexo.