Declaró Tami y desvinculó a Ramírez del asesinato de Jorge Bustamante
El segundo de los detenidos presentó un escrito ante la Justicia. Aseguró que Morales “miente en muchas partes del relato que le ofreció al fiscal”. También sostuvo que desvincula a Ramírez del caso y negó la existencia de una tercera persona en el momento de producirse el crimen.
Finalmente en la jornada de ayer se produjo la declaración, por escrito, de Ángel Tami (20), quien -además de Nahuel Morales (19)- está detenido por el crimen de Jorge Bustamante acontecido en la madrugada del pasado 24 de octubre.
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Lo expuesto por Tami desvincula al tercer detenido que tiene la causa, Emanuel Ramírez (19), quien con los elementos que se fueron reuniendo está mucho más cerca de quedar apartado complemente del asesinato.
Para darle aún más crédito a la inocencia que Ramírez clamó desde su detención, al argumentar que su vinculación con el crimen obedece a un despecho por parte del abogado Claudio Castaño, ayer Ángel Tami aportó más datos.
Más precisamente, Tami declaró como imputado, por escrito, pidiendo al fiscal ampliar y ratificar lo dicho en ese testimonio donde desvinculó a Ramírez. Entre lo señalado, refirió en forma concisa que Nahuel Morales miente en muchas partes del relato que le ofreció al fiscal.
Por su parte, el defensor oficial Diego Araujo, presentó ante el Juzgado de Garantías a cargo de la doctora Stella Maris Aracil el cese de la detención de Emanuel Ramírez, imputado en el crimen de Jorge Bustamante.
Ahora la jueza deberá darle traslado al fiscal para que se expida respecto del pedido de cese de detención en 24 horas, y luego tendrá otras 24 horas más para resolver. Todo hace presumir que Ramírez en los próximos días, una vez que se cumplan los recaudos legales, quedará despegado del caso y recuperará la libertad.
Los argumentos para sustentar el cese de prisión fueron varios, todos relacionados con la prueba que obra en la causa. Lo más beneficioso para Ramírez fue que Tami lo desvinculó expresamente y también negó la existencia de una tercera persona en el momento de producirse el crimen de Jorge Bustamante.
Los hechos
La historia del macabro hecho señala que Bustamante concertó una cita con Nahuel Morales, quien le tendió una trampa junto a Tami para, en principio, robarle, aunque la situación tomó otro curso y los mencionados terminaron matando al joven de 24 años.
Tras el asesinato, el dúo de delincuentes primero se deshizo del cuerpo y posteriormente dejó abandonado, en el barrio La Movediza, el Fiat Palio con que se movilizaba la víctima. El vehículo apareció en Azucena y Falkner, en la tarde del miércoles 24 con parte del habitáculo incendiado y con restos de abundante sangre en el baúl.
A partir de ese instante comenzó un frenético trabajo que incluyó a toda la policía local la que a su vez contó con colaboración del personal de Defensa Civil del Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
Mientras la investigación comandada por el fiscal Gustavo Morey avanzaba hacia dar con los responsables del hecho, las distintas fuerzas policiales realizaron un amplio rastrillaje por la zona donde se hallado el auto. Luego se extendió a las cavas ubicadas en Cerro Leones, además de otros sectores lindantes, hasta que en la tarde del domingo 28 de octubre una familia que había ido a pescar a un espejo de agua que se encuentra en el camino conocido como La Argentina, a unos 5 kilómetros de la Ruta Provincial 30, se encontró con un cuerpo flotando. Tras dar aviso a las autoridades y concurrir al lugar todas las personas vinculadas a la investigación, además de la unidad forense, fueron los padres de Jorge los que reconocieron que era su hijo el que yacía sin vida producto, según la autopsia, de haber sido asfixiado con un cinturón.
Detenidos
Nahuel Morales fue el primero en ser aprehendido y tras declarar ante el fiscal, quedó en carácter de detenido. En lo expresado, el imputado mencionó a dos personas más que habían participado en el sangriento hecho que apagó la vida de un joven de 24 años. En esa ocasión y antes de ser trasladado a la comisaría Tercera, su abogado defensor Claudio Castaño dio los nombres de Ángel Tami y Emanuel Ramírez, quien según lo narrado a Morey eran las personas que habían matado a Bustamante.
En medio del encuentro que habían programado vía la red social Facebook, se vieron sorprendidos por estas dos personas, quienes al ser reconocidas por la víctima habrían decido matarla. El relato, en principio, lo involucraba a Morales en la causa pero lo dejaba en un papel más secundario ya que negó toda participación en el violento hecho.
Horas después, personal policial detuvo a Tami y Ramírez en sus respectivos domicilios, uno en Piccirilli 749 y el otro en Chacabuco 1042, comenzando a partir de ese momento una parte desconocida de la historia, para saber quiénes son los verdaderos responsables del homicidio.
Castaño apuntado
Cuando uno de los detenidos, en este caso Emanuel Ramírez, decidió -asesorado por el defensor oficial Leonel Calles- contar su verdad, su vinculación con el caso generó incertidumbre en la Justicia.
Es que negó rotundamente haber participado del hecho y descartó relación y conocimiento alguno para con Morales y Tami. A su vez les dijo a los investigadores que ese día se encontraba con su novia en su casa y un amigo estaba al tanto de esta circunstancia también. En medio de esa declaración, desde fiscalía se ordenó convocar a los dos citados por el declarante de forma espontánea, sin que supieran a qué iban a la sede judicial.
La novia tuvo una versión coincidente y lo propio hizo el amigo unos minutos más tarde. Y allí, se emprendería la otra parte del relato que instaló que su involucramiento en la causa se debía a una venganza del abogado Castaño.
La grave acusación hacia el letrado, según Ramírez, es por un inconveniente que tuvo con el profesional. Confió intimidades de su relación de sexo y droga con Castaño desde tiempo atrás y que terminó de mala manera, violentamente, desde donde el letrado lo amenazó con que se la “iba a cobrar”.
Ramírez detalló que Castaño lo contactó por Facebook y concertaron una cita, en la que el abogado le prometía dinero y droga a cambio de sexo.
El detenido aceptó el convite y mantuvieron un encuentro en un hotel alojamiento, aunque al decir del declarante, Castaño no había cumplido con su parte de darle dinero.
Posteriormente, se estima un par de sábados pasados, Castaño volvió a contactarlo por la red social, prometiéndole lo que le debía, a lo que Ramírez aceptó, concurriendo su domicilio particular.
Una vez allí –todo al decir de deponente- la situación se desbordó cuando el abogado quería algo más de índole íntimo a lo que Ramírez se negó y terminó golpeándolo, no sin antes hurtarse un reloj y una netbook a modo del dinero que le había prometido. Según la versión, allí fue que Castaño, golpeado, le dijo que no iba a ser ninguna denuncia pero amenazó con vengarse: “Esta te la voy a cobrar”.
Como dato que tendrá que tener en cuenta la fiscalía frente a semejante coartada: el detenido incorporó capturas de pantalla donde se constata la relación descrita.