Una campaña agrícola con oportunidades y desafíos, aunque marcada por la prudencia

El presente ciclo agrícola presenta particularidades propias que fueron abordadas en un dialogo con el ingeniero agrónomo Sixto Fernández, responsable de la sucursal de Rindes y Cultivos DAS.

La firma está en primera línea de la comercialización de insumos agropecuarios en Tandil desde hace 24 años y la función de Fernández abarca también a la sucursal General Belgrano.

La empresa se especializa en la comercialización de insumos para la producción agropecuaria y ofrece asesoramiento a los productores locales. Con más de dos décadas de experiencia, Rindes y Cultivos se ha convertido en un pilar fundamental para los agricultores de la región. “Nos dedicamos a la comercialización de todo lo que es el segmento del agro para producción agropecuaria y a su vez tenemos algunos asesoramientos de campo a productores”, indicó Sixto Fernández, resaltando el compromiso de la empresa con el desarrollo agrícola local.

Al analizar la situación climática marcó en primer lugar que recientemente la zona de Tandil experimentó 30 milímetros de lluvia después de un período prolongado de sequía que duró casi cuatro meses. “La última lluvia significativa fue el 17 de abril”, recordó Fernández. 

Este cambio en las condiciones climáticas ha mejorado el panorama hídrico, especialmente en el perfil superficial del suelo. “Si bien estamos en una zona bastante benigna para la producción, ya en los primeros centímetros se notaba esa falta de humedad”, comentó, añadiendo que esto complicó el nacimiento de los lotes sembrados más tardíos.

Fernández destacó que los cultivos sembrados temprano han tenido un buen desarrollo: “Los que se habían sembrado temprano tuvieron muy buena emergencia y logro”. Sin embargo, para los sembrados más tarde, la falta de lluvia fue un desafío. “Esto vino muy bien y ya el panorama se regularizó bastante respecto a la humedad del suelo”, concluyó, enfatizando la importancia de estas precipitaciones para el éxito de la campaña agrícola.

Las heladas

Otro tema crítico que Fernández abordó son las heladas intensas que afectaron la región, con temperaturas que alcanzaron los 8 grados bajo cero durante tres días consecutivos. “El daño en los cultivos de finas se nota, por supuesto, en hoja”, explica. “Siempre hay un efecto de la helada, pero no tiene un impacto en el rendimiento porque los cultivos son muy chicos todavía”, aclaró.

Sin embargo, las heladas han tenido un impacto significativo en la producción de papa. “Hubo daños muy significativos en papa, por ejemplo, y ha hecho que el precio de la bolsa aumente significativamente”, señaló Fernández. Esto se traduce en pérdidas de rendimiento, con chacras que antes producían 2.000 bolsas ahora reducidas a mil y pico. “No así en los cultivos de fina que están, de alguna forma, preparados para soportarlo”, agregó, lo que sugirió que los agricultores han aprendido a adaptarse a las condiciones climáticas adversas.

Perspectivas 

Al mirar hacia el futuro, Fernández compartió que las tendencias climáticas sugieren un posible año de fenómeno Niña. 

“Las expectativas -en un año Niña- son de menor rendimiento promedio”, explica, aunque aclaró que eso no significa que no haya oportunidades. “Eso no quita que tengas precipitaciones errantes y puedas tener un buen perfil de humedad en el suelo”, añadió, sugiriendo que la variabilidad climática puede ofrecer oportunidades inesperadas.

En cuanto a los cultivos de fina, se observa un aumento en la siembra de cebada cervecera. “Hoy el que hace cebada trata de hacer cebada para maltería”, comentó Fernández. 

A pesar de que los precios están deprimidos, considera que la campaña de fina será normal para la región. “Creo que para nosotros, para el sudeste, es una campaña normal de fina”, aseguró, lo que reflejó su optimismo en medio de un panorama incierto.

Cambios en la gruesa

Fernández también mencionó que se espera una caída en el área de girasol, lo que podría traducirse en un aumento en la superficie de soja. “Esto tal vez sea traducido a un poco de crecimiento en el área de soja para compensar esa merma en la superficie de girasol”, explicó. 

En cuanto al maíz, Fernández señaló que “dentro de todo, tiene un buen margen”, aunque reconoce que es un cultivo que requiere una inversión mayor. “El maíz demanda mayor inmovilización de dinero, si se quiere, debido a que es una inversión mayor”, lo que puede ser un factor limitante para algunos productores.

El contexto político

El ingeniero agrónomo también analizó cómo el nuevo escenario político ha cambiado las reglas del juego en el sector agrícola. “Un poco han cambiado las reglas de juego y los números se han ajustado bastante”, afirmó. 

La rentabilidad en el sector ha disminuido, con márgenes que oscilan entre el 10 y el 15 por ciento. “Estamos en rentabilidades que oscilan entre el 10-15 por ciento, algunos cultivos por debajo como girasol y soja”, explica, lo que ha llevado a los productores a replantear sus estrategias.

Fernández destaca que esta situación ha llevado a los productores a ser más cautelosos en sus decisiones de compra e inversión. 

“Hoy se están haciendo las compras más lote a lote, más puntuales, a diferencia de otros años donde se tendía a hacer compras anticipadas”, señaló. La cautela se ha convertido en la norma, y las ventas están algo deprimidas. “Hoy las decisiones son más cautelosas y se están haciendo menos volúmenes de comercialización”, concluyó, reflejando lo que rodea al sector.

Apoyo a los productores

Sixto Fernández destacó que Rindes y Cultivos se esfuerza por ofrecer soluciones a los productores en diferentes etapas del ciclo agrícola. “Tratamos de llevar soluciones para el agro desde el punto de vista de la comercialización y la logística”, explicó Fernández. 

La empresa proporciona apoyo financiero, incluyendo líneas de financiación propias y la posibilidad de trasladar las condiciones favorables de los proveedores a los clientes. “Siempre tenemos líneas de financiaciones propias y de terceros”, añade, lo que permite a los productores acceder a recursos necesarios para sus actividades.

Además, Rindes y Cultivos cuenta con una mesa de cereales para la comercialización de granos y trabaja con diversos proveedores de insumos. “En fertilizantes podemos mencionar a Bunge, Timac Agro y Rizobacter, y proveedores como Corteva, que es nuestro socio estratégico”, mencionó Fernández, destacando la importancia de estas alianzas en el sector. 

“Esto nos permite ofrecer una amplia gama de productos y soluciones a nuestros clientes”, agrega, subrayando el compromiso de la empresa con la calidad y la innovación.

Optimismo

A pesar de los desafíos que enfrenta el sector agrícola, Fernández se mostró optimista sobre la capacidad de los productores para adaptarse a las circunstancias cambiantes. “En líneas generales creo que va a ser un año duro”, dijo, pero también resaltó que “el productor ya está acostumbrado a transitar estos vaivenes económicos”.

“Creo que estamos en una zona privilegiada en la que, si miramos el vaso medio lleno, comparado al resto del país donde la sequía está haciendo efecto en los cultivos de fina, nuestra situación es mucho más favorable”, concluyó. 

Con un enfoque en la sostenibilidad y la adaptación, Rindes y Cultivos continúa comprometido con el desarrollo del agro en la región, brindando apoyo y soluciones a los productores en un entorno cada vez más desafiante.

Fernández cerró la entrevista con una nota de esperanza: “A pesar de todo, creo que la resiliencia de los productores y la capacidad de adaptación de la región nos permitirán enfrentar los retos que se presenten en el futuro”.