No se queje si no se queja
Nuestro lector, Juan, nos hizo llegar estas imágenes que registran un episodio ocurrido el domingo.
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En la calle Alem, casi llegando a Avellaneda, un vecino no tuvo mejor idea que estacionar su vehículo obstaculizado la rampa de acceso para personas con movilidad reducida.
El hecho indignó al lector, quien observó la falta de consideración de quien no reparó en este importante detalle y decidió dejar su automóvil en un lugar en el que está prohibido, perjudicando, además, a las personas que podrían necesitar ascender o descender a través de la rampa.
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