Necrológicas
MARÍA TERESA SCHMIDT
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María Teresa Schmidt nació en la localidad de Orense, el 6 de diciembre de 1947. Ella y sus ocho hermanos tomaron distintos rumbos en sus vidas.
Teresa residió en Tandil desde sus 20 años, y desde ese entonces, su hermana Ani le presentó a Ana María Palahi “Kuki”, la que no sólo se convirtió en su mejor amiga y hermana de la vida sino que también en su cuñada. A los 22 años, contrajo matrimonio con Jorge Omar Palahi, con quien tuvo tres hijos: Jorge, Jorgelina y Natalia Palahi.
En 1980, a tres días del nacimiento de su última hija, repentinamente enviudó, y con el apoyo de su suegra Lidia y de la familia Palahi, logró salir adelante.
Con las vueltas de la vida, sus deseos de formar una gran familia y de volver a ser madre se cumplieron en 1985, cuando conoció a Luis Iezzi. En 1986, tuvieron su primer hijo Nicolás Iezzi, quien para Luis ya era su cuarto hijo y en 1989, a Giselle Iezzi. Más adelante, adoptaron a un hijo del corazón llamado Oscar Heredia, quien se convirtió rápidamente en un integrante más de esta hermosa familia.
Teresa, a lo largo de su vida, fiel a su vocación de madre, no sólo crió a los suyos sino también a sus sobrinos a los que quiso mucho, ya que compartía numerosos momentos y eternas vacaciones con su hermana Elsa y Néstor Schmidt.
Con Luis se mudaron a otra casa más grande, donde continuaron su vida junto a sus hijos, quienes más tarde, a la edad de sus 50 años, la convirtieron por primera vez en abuela, en 1998.
“Fue una gran mujer, ama de casa y de sus hijos, por elección y vocación. Eras el alma de nuestra familia, la unión y el encuentro de ella. Te recordaremos como solíamos vernos todas las tardes, siempre todos juntos para compartir un rato de charla y tus ricos mates, que desde entonces no volvimos a probar alguno mejor. Una parte de cada uno se fue con vos, ese 20 de mayo de 2021. Fuiste una esposa, una madre y una abuela ejemplar, por eso el vacío es tan grande. Cómo se hace para vivir sin vos, si eras especial e infinita. Hoy, tu esposo Luis, tus hijos: Jorge, Jorgelina, Natalia, Nicolás, Giselle, y Oscar, tus nietos: Valentina, Sol, Aylen, Felipe, Juan, Bianca, Lola, Simón y Nina, junto a yernos y nueras, te despedimos con mucho dolor y te recordaremos por siempre. Volá alto. Te amamos”.
HÉCTOR ERNESTO FUENTES
Héctor Ernesto Fuentes (h) nació el 19 de febrero de 1972, en Tandil, y era hijo de Héctor Ernesto (f) y Marta Dieguez (f). Fue el menor de tres hermanos (uno fallecido, Alejandro). Cursó sus estudios en la Escuela Primaria 11, haciendo un grupo de amigos con los que se reencontró en los últimos años.
Tuvo una infancia feliz y tranquila, en el barrio Villa Galicia, a pesar de que perdió a su madre a los 6 años, quedando junto a su padre y su hermana Marta. Los tres fueron muy unidos y se acompañaron siempre, en todos los momentos transcurridos.
Ya pasando su adolescencia, comenzó a trabajar en un lavadero de autos, lo hizo por muchos años hasta que creó su propio emprendimiento de lavado a domicilio, siendo conocido como “Chopper”, muy querido por los vecinos de la ciudad.
Tuvo una única hija, Candela, quien fue siempre su motivo para mejorar día a día. Sus grandes pasiones fueron las motos y la música. Fue fundador de la Agrupación “Moto Sierras Tandil”, con la que realizó muchas tareas a beneficio. También integraba la reconocida banda local “Perra Negra”, llegando a tocar como teloneros de bandas como La Renga, Iorio y Asspera.
El último año había logrado, junto a su pareja y con mucho esfuerzo, terminar su propia casa en su barrio natal.
Falleció el pasado 7 de diciembre de 2020. Su hermana Marta, su hija Candela, sus sobrinos Cristian, Cecilia y Verónica, y su cuñado Daniel lo recuerdan con mucho cariño y lo tienen presente diariamente. “Mi destino Motocicletas y Rock and Roll”.
LUJÁN ARACELIS GARCÍA
Luján Aracelis García nació en Tandil, el 4 de febrero de 1943. Era hija de don Ignacio García y de doña Juana Torres, siendo la menor de siete hermanos.
Tuvo una trayectoria laboral de treinta años en el ACA y diez en el colegio San José. Formó su familia con Alfredo Eugenio Vener, con quien contrajo matrimonio el 10 de abril de 1964, unión de la cual nació Alfredo Octavio Vener. El 2 de octubre de 2017 se convirtió en abuela de su amado Felipe.
“Querida mamá: lamentablemente llegó el momento que nunca hubiese querido, ese para el cual nunca se está preparado, el de despedirme, el de dejar de ser hijo, el de no sentir más esa protección que sabía que tenía cualquiera fuere la edad. A partir de ahí, hacer público mi agradecimiento infinito a vos y al viejo, por absolutamente todo. Por darme la vida, educación, por trasmitirme valores, por esforzarse para que nunca nada me faltara y más también, por haberme dado la posibilidad de estudiar y tener algo con que salir a pelear la vida. Gracias por la confianza y la libertad en todos los sentidos, por haber creído siempre, aún cuando las cosas no salían. Perdón por todo aquello que no pude y no supe darles. Antes o después, volveremos a encontrarnos y nos daremos ese abrazo que ya tengo guardado”.
LUIS CARLOS SOSA
Nació en el seno de una familia numerosa, el 5 de octubre de 1932, en Juan N. Fernández, Luis Carlos Sosa, quien era hijo de doña Paulina Farías y don Cruz Sosa. A sus 11 años, se trasladaron a Tandil, buscando nuevas oportunidades de trabajo.
En 1950, hizo su ingreso en la Escuela de Mecánica de la Armada, y ya formando parte de esa fuerza, pudo participar en una campaña Antártica.
Entre 1952 y 1953, recaló en la Base Naval de Mar del Plata, con algún vuelo desde la base aérea Comandante Espora.
Fue héroe en la niñez de todos sus sobrinos, tenía esa magia que lo hacía ver como un superhéroe, que en realidad lo era, por la cantidad de aventuras que les contaba.
Para ese entonces, ya había consolidado el noviazgo y pensando en formalizar, entonces solicitó la baja en febrero de 1960 y en agosto de ese mismo año, se casó con Nora Castelnuovo. Fruto de ese amor llegaron sus hijos: Luis, Rosana, Mariana y Mercedes.
En 1963, ingresó en el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) como empleado administrativo; en 1988, fue trasladado a la DGI (hoy AFIP), llegando al cargo de oficial de Justicia.
Tiempo antes de su jubilación, en 1997, comenzaron a llegar sus nietos que, con el correr de los años, sumaron un total de quince. Como abuelo, supo disfrutar de ellos haciéndoles vivir miles de aventuras. Hoy atesoran en sus corazones cada uno de esos momentos. Para completar su alegría, arribó su primer bisnieto.
Disfrutaba de los domingos en familia con sus infaltables y ricos asados.
Por donde transitó, dejó decenas de amigos inolvidables. Era querido por todos, por ser una persona especial.
“En algún lugar del universo estarán juntos otra vez. Tu familia y amigos te llevaremos siempre en el corazón, hasta siempre Abu!”.
ANGELINA CELA
Angelina Cela nació el 2 de enero de 2008, en el seno de una familia que la amó y la cuidó, y que acercó hasta esta Redacción el siguiente texto.
“Angy, estamos agradecidos a Dios por el privilegio de poder cuidarte estos 13 años que estuviste en este mundo. Siempre supimos que eras un préstamo, en realidad todos los hijos lo son. Un préstamo que no queremos devolver. Pero si nos despojamos de nuestro egoísmo, hoy tengo que decirte que sé que estás mejor en el cielo, con papá Dios, que va a cuidarte mucho mejor que nosotros. Hasta que algún día, cuando él quiera, tengamos la inmensa alegría de volver a verte. Siempre en nuestro corazón, ¡te amamos! Mamá María, papá Marcelo y tu amado hermano Joaquín”.
ALDO ALBERTO VINSENNAU
Aldo Alberto Vinsennau nació el 11 de abril de 1958 y falleció el pasado 18 de mayo de 2021, en Tandil. Su desaparición física causó mucho dolor entre sus familiares y amigos. Sus hijos lo recuerdan con el siguiente texto.
“Aunque hoy no estás, vivís por siempre en nuestra memoria y habitás en nuestros recuerdos. Tus enseñanzas nos ayudan a enfrentar la vida y tu ejemplo nos estimula a seguir adelante.
Gracias Pa, por haber existido y por ser hoy la luz de nuestras vidas. Te amamos por siempre. Tus hijos, Paula, Lucrecia, Soledad y Maximiliano; tus nietos y bisnietos”.
BLANCA NIEVES GOCELLA
Blanca Nieves Gocella, más conocida por sus seres queridos como “Blanquita”, nació el 11 de septiembre de 1934 y falleció el pasado 18 de mayo de 2021. Fue madre de Moni, Cristina, Susana, Esther; y crió a sus nietas Verónica, Silvana y Ana como si fuera ella su mamá.
Héctor Milán fue su compañero de vida y ahora, ya están juntos en el cielo. Tuvo la suerte de ver crecer a sus nietos, bisnietos y tataranietos, siendo un ejemplo de mujer.
“Fue muy triste tu partida mamá. Siempre te vamos a recordar. Vuela alto”.
MARÍA ESTHER MARIO
María Esther Mario nació el 30 de marzo de 1959 en la vecina ciudad de Rauch, y falleció en Tandil, el pasado 15 de mayo de 2021, por causa del Covid-19.
Contrajo matrimonio con Juan Domingo Villarreal, el 6 de mayo de 1988, y fruto de ese amor nacieron sus cinco hijos: Alejandro, Marcelo, Gabriela, Lucrecia y Mailen.
Fue una gran mujer, luchadora, que trabajó desde muy joven para poder sacar adelante a su familia. Su pasatiempo era cuidar sus plantas, su huerta y salir a caminar. Le gustaba pasar los domingos en el Agrario, como así también compartir espectáculos musicales y salidas junto a su familia.
La familia se agrandó con la llegada de sus nueve nietos, a los que amó con locura: Karen, Sharon, Tobías, Brisa, Delfina, Martina, Rodrigo, Francesca y Braulio.
Hoy sus cinco hermanos: Antonio, M. Angélica, M. Luján, Mirta y Graciela; sus yernos Marcelo, Leandro y Jorgelina; su nuera Jorgelina; su suegra Margarita, sobrinos y cuñados la extrañan, como el resto de la familia.
“Quedó ese sueño pendiente de poder conocer las Cataratas. Te fuiste a tus jóvenes 62 años, dejando un gran dolor en tus seres queridos. Nos consuela saber que donde estás ya no hay dolor alguno. Miraremos al cielo y te buscaremos en alguna estrella, sabiendo que desde allí siempre nos guiarás”.
MARÍA CRISTINA FIORAMONTI
María Cristina Fioramonti, quien había nacido el 13 de abril de 1959, partió para estar al lado del Señor el pasado 11 de mayo de 2021. Su familia la recuerda de la siguiente manera.
“Existen seres de luz en el mundo y sin duda, es lo que fuiste para nosotros, esa personita que iluminaba todo a su alrededor, que sólo sabía dar amor, puro, sincero y transparente.
Nos dejaste en el corazón recuerdos maravillosos que nos harán sonreír al pensarte; como esos interminables juegos de cartas, tus pícaras travesuras y esas largas horas mirando el Chavo o pintando tus libritos. Nos quedamos con tus ocurrencias, tus mimos y, alguno que otro, con tus coscorrones.
Gordita bella, a pesar de tus 62 años, fuiste nuestra niña eterna, que andaba con sus muñecas de la mano, cuidada, querida y mimada por todos.
Acá seguiremos bailando cómo vos, disfrutando de ese momento compartido, porque nos enseñaste que al final lo que importa, es con quiénes tenemos el privilegio de compartir la vida, y nosotros fuimos bendecidos de poder compartirla con vos. Te amaremos por siempre. Tus hermanos y esta gran familia que jamás te olvidará”.
PATRICIA SABINA VILLALBA
Patricia Sabina Villalba nació en Tandil el 17 de junio de 1971, siendo la menor de siete hermanos. Era hija de Gabriela Días, “Maruca”, y Reymundo Villalba. Vivió su infancia en el barrio, con algunas carencias, pero siempre feliz.
A sus 14 años, conoció a quien iba a ser su compañero de vida, Carlos “Carlitos” López, una historia de amor que los llevó a casarse el 17 de diciembre de 1988.
Ella 17 y él 21 años, llegó al altar de la Parroquia Santísimo Sacramento con su vestido blanco soñado, para darle el sí a quien sería el amor de su vida.
Con “Carlitos”, lograron formar esa unión que ya no existe. Un amor de otro tiempo, un compañerismo que los volvía uno, el amor del primer amor. Un año más tarde, dio a luz a su primer hijo Carlos Adrián López y dos años después, a su segunda hija Débora Gabriela López. Su vida fue enteramente para su familia, familiares y amigos. Siempre priorizando a los demás para que todos sean felices.
Años más tarde, empezó la llegada de los nietos, su vida entera dedicada a Benjamín, Sol y Albertina, hijos de Adrián, y Matheo y Joaquín, hijos de Débora.
Patricia dedicó sus últimos años de vida totalmente a ellos. Eso dejó una huella en sus almas tan hermosa, que siempre van a tener presente a esa abuela Patry con mucho amor, ella era amor para ellos, cuidado y consentimiento. Siempre con algunos problemas de salud en el medio, pero nada que le sacara las ganas de disfrutar de esta vida hermosa.
Sus familiares siempre vieron de lejos esta pandemia que toca atravesar, hasta que un día golpeó la puerta y les arrebató el pilar de sus vidas. El pasado 8 de mayo comenzó el calvario que días más tarde la llevó a perder su vida, el 19 de mayo de 2021, con 49 años y muchas ganas de seguir disfrutando de esta vida.
Hoy su esposo e hijos no encuentran consuelo, su ausencia es terrible. Ella está presente en cada rincón de la casa, en cada corazoncito de sus nietos.
“Te extrañamos mucho mami. Tus pocholos y el amor de tu vida. Volá alto, alto, te lo merecés, por todo el amor que nos diste hasta el día de tu partida”.
MARCELA FERNANDA ESPONDA
Marcela Fernanda Esponda fue una mujer que luchó con todas sus fuerzas contra una cruel enfermedad. Durante su paso por esta vida, sembró mucho amor y ayudó a quien lo necesitara. Hoy su familia, con este sentido escrito, la recuerda.
“Llegaste el 6 de febrero de 1984 para cambiar nuestra vida, la bebé de la familia, nuestra pequeña especial, creciste en Barker preparándote para conquistar el mundo. Una trabajadora incansable y una guerrera, con mucho esfuerzo y sacrificio te convertiste en una profesional de excelencia, conseguiste tu meta de ser abogada, la doctora de la familia.
Dueña de un gran corazón y espíritu, te las arreglabas para luchar con tu enfermedad, ser solidaria y dar amor a todos los tuyos. Dejaste una huella imborrable en todos los que te conocieron y marcaste a fuego con tu existencia nuestros corazones.
Tu luz se apagó el 22 de mayo de 2021, pero tu recuerdo será eterno para todos. Te fuiste peleando por vivir hasta el último instante. No te fuiste, sólo te adelantaste para organizar nuestra llegada. Hasta siempre Marcela, se te va a extrañar y siempre vas a estar en nuestros corazones”.
MARÍA DEL CARMEN HOLGUÍN
María del Carmen Holguín viuda de Farías falleció el pasado 8 de mayo de 2021, siendo ahora una estrella más al lado de su esposo. Su partida causó un profundo dolor entre familiares y amigos, quienes acongojados se acercaron a despedirla.
Había nacido en la ciudad de Rauch, el 18 de agosto de 1941, y se vino a trabajar a Tandil, siendo muy joven, como empleada doméstica. Fue una trabajadora y luchadora. Les dio todo su amor a sus hijos: Gustavo, Luján, Patricia y Pablo Farías. Tiempo después, pudo disfrutar de sus nietos: Gonzalo, Julieta, Rocío, Lucía, Fernando y Gabi.
“Démosle paz a nuestra alma de saber que no está sola, pues está junto a nuestro Señor y a su lado, nada le faltará. Sigamos por el camino que aún nos queda por recorrer y tengamos fe que algún día todo iremos a su encuentro y será para siempre. Estarás por siempre en nuestro corazón, viejita querida”.
CARLOS EDUARDO RIOSECO
Carlos Eduardo Rioseco nació el 4 de marzo de 1960, en Mar del Plata. Tras perder a sus padres, fue adoptado por su tío, cambiando su apellido de Simonelli a Rioseco.
Desde su infancia, siempre le apasionó el fútbol, razón que lo llevó a jugar en distintos equipos. Tras su retiro, por una lesión, decidió terminar sus estudios secundarios a los 26 años y ahí conoció a su esposa Cristina Matteucci, con la que tuvo cuatro hijos: Nicolás (31), Ximena (29), Valentín (21) y Julieta (14).
A partir de entonces, se dedicó a cuidar, criar y garantizarles una vida digna a sus hijos, quienes lo trasformaron en abuelo en tres ocasiones, con León Rioseco, Benjamín Cinto y Amelie Cinto.
Aunque la vida le dio golpes, como un ACV en 2014, o la pérdida de su nieto Benjamín, en 2015, esto nunca lo detuvo y siempre siguió adelante hasta que, por desgracia, el pasado 15 de mayo del 2021 tuvo que partir a causa del Covid-19.
“Si miramos para atrás, recordamos tus enseñanzas, risas y tu amor por River, pero también nos dejaste un ejemplo de cómo afrontar la vida y los valores que hay en ella. Por eso, cuando pensamos en vos sólo se nos viene la palabra gracias, por todo el esfuerzo y sacrificio que hiciste por nosotros, y con amor te deseamos un feliz viaje y que nos volvamos a ver. Tu familia”.
GRACIELA BALDERRAMA
Graciela Balderrama nació en Santa Fe, el 9 de febrero de 1947, y falleció en Tandil, el pasado 20 de mayo, luego de una tenaz batalla contra su enfermedad. Era hija de Emma y Adolfo, y la mayor de sus hermanos Liliana, Adolfo y Sandra,
Se casó con su amado Ángel Tobares, en septiembre de 1969, con quien compartió 52 maravillosos años, formando una familia en la que predominó el amor, la humildad, la paciencia, la responsabilidad y la honestidad. Mamá de Luciano, Hernán y Mariángeles; abuela de Ezequiel, Wanda, Benjamín y Thiago, madre política de Flavio y de Johana, supo predicar con amor el valor de la unidad familiar.
Dedicó su vida a ayudar a los demás, estando allí donde la necesitaran, enseñándoles a todos que con amor y perseverancia nada es imposible.
“Fuiste una gran hija, hermana, esposa, madre, tía, abuela, pero por sobre todas las cosas fuiste una gran persona que siempre predicó con el ejemplo. Y aunque te vamos a extrañar, y mucho, tu amor vivirá por siempre en nuestros corazones”.