CASOS POLICIALES QUE CONMOVIERON A TANDIL
Homenaje a Baco, a balazos, una noche de Carnaval
La reunión habitual en el boliche, alentada como siempre por el alcohol pero esta vez como nunca en honor al dios del vino, generó una actitud patoteril desbordada, de desenfreno y desvergüenza, que anduvo a los tiros en la vía pública hiriendo irresponsablemente a un vecino totalmente ajeno a las andanzas de la pandilla.
*Por Juan Roque Castelnuovo
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El despacho de bebidas de Victorio Dipaola, en la esquina de Pinto y 14 de Julio, estaba desbordando euforia aquel sábado de carnaval del año treinta. Apenas comenzada la noche, habían empezado a llegar numerosos parroquianos dispuestos a exteriorizar su júbilo por el reinado de Momo, para rendir homenaje de paso al dios del vino.
Habían ocupado varias mesas, bordeando también el mostrador, con sus disfraces y su vocinglería dicharachera, empinando el codo generosamente.
Si algo faltaba para animar la fiesta, estaba Gregorio Galeano con su “verdulera” y con sus infaltables rancheras; también, Francisco Leiva, Camilo Rodríguez, Martin Esquiroz, Pedro Olivera, Antonio Guillermino y Juan Ramón Parra, entre otros, formaban parte del grupo. Fue a uno de estos, precisamente, que se le ocurrió invitar al festejo a algunas de las muchachas que iban pasando por la calle, las que bien dispuestas, se prestaron gustosamente y allí estaban, poco después, sumándose al jolgorio, sacándole viruta al piso al compás de una ranchera.