Tras manifestarse, los gastronómicos consiguieron el permiso para abrir en turno vespertino a partir del lunes
Propietarios y trabajadores de la gastronomía local visibilizaron su crítica situación frente a la Municipalidad. Acercaron un petitorio al Ejecutivo y tres representantes fueron recibidos por el Intendente. Allí consiguieron el aval para volver a abrir en el horario de 19 a 24, así como disponer del interior del local en un 25 por ciento. Aún quedan solicitudes a considerar.
Ayer a la mañana los gastronómicos coparon la explanada municipal, dispusieron mesas y sillas e hicieron sonar las baterías de cocina para exponer la dramática situación que están atravesando.
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Si bien coincidieron en que no es la manera en que les gusta visibilizarse, aseguraron que no les quedó otra, ya que cada día que pasa se va haciendo más cuesta arriba poder sostener la actividad, de hecho aseveraron que si la reducción horaria persiste “muchos quedarán en el camino”.
Luis Cerone, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines; Enzo Rabe como representante gastronómico y Ariel Agüero, del Sindicato Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros, Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), acercaron un petitorio al Ejecutivo y finalmente fueron recibidos por el intendente Miguel Lunghi y el jefe de Gabinete Oscar Teruggi.
Si bien los protagonistas del reclamo tenían la expectativa de que toda se resuelva hacia la semana que viene, no tenían nada certero. Así, la reunión terminó siendo realmente satisfactoria cuando el Intendente les otorgó la autorización de volver a abrir en el turno vespertino de 19 a 20, a la vez de disponer el interior de los locales para trabajar a un capacidad reducida al 25 por ciento.
Volver al ruedo
Alrededor de un centenar de personas se unió en un mismo reclamo “de la manera más pacífica posible “, ya que desde que se pasó un Estadio Rojo “intenso” quedaron imposibilitados de funcionar con mesas en el interior de los locales y no todos cuentan con espacio para hacerlo al aire libre, mientras que tampoco resulta rentable el ingreso solo por envíos a domicilio o comida para llevar.
En la nota que presentaron al Ejecutivo expresaron cuatro puntos elementales a ser considerados, de los cuales el primero apuntó precisamente a esa otorgada posibilidad de contar con un segundo turno vespertino de 20 a 24 horas, así como el poder trabajar con un número fijo de mesas en el interior que ronde el 25 por ciento de capacidad, manteniendo la disponibilidad en el exterior.
En otros puntos, también solicitaron apertura de frentes para generar ventilación natural, de tal manera que permita la ampliación del aforo interno; poder usar estacionamientos en calles y espacios públicos, tal como plazas y veredas vecinas, entre otros, hasta un ancho de 2,50 de la calzada; y finalmente apuntaron a la ampliación del take away o delivery hasta la medianoche. Sin embargo estas temáticas aún no han tenido una respuesta concreta, pero serán consideradas para evaluar y analizar más adelante.
Ser parte de la solución
“Realmente nuestro sector no puede esperar mucho más”, había dicho Mario Wisner, de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Bares, Confiterías y Afines , minutos antes de la resolución el Municipio para la reapertura. “Hay varios que ya cerraron o están pensando cerrar”, advirtió. Asimismo, explicó que para un rubro como ese, si no se trabaja de noche, hay más de un 50 por ciento que queda afuera.
Por su parte Ricardo Camgros y Emilio Pardo, propietarios de locales gastronómicos, se refirieron a las exigencias presentadas a través de la Asociación y el Sindicato, con el fin de “sobrevivir” a la pandemia.
Recordaron que en los siete meses que pudieron estar abiertos, de una u otra manera, lo hicieron gracias a la presentación y cumplimiento de protocolos que les permitió trabajar de manera responsable. “Somos un aliado al Municipio para poder tener un control, como no así las reuniones sociales, que es por donde ´pasa la mayor cantidad de contagios”, señaló Camgros.
Plantearon, entonces, que cuando la gente va a un restaurante tiene un protocolo que seguir, que ya está consensuado, cuestión que no ocurre cuando las reuniones son en domicilios particulares. En este sentido de referencia a la situación sanitaria de la ciudad, ambos destacaron que precisamente mientras se mantuvieron cerrados “los casos no bajaron”, por lo que se libraron de culpabilidad y respaldaron enfáticamente que deberían volver a abrir.
Por otro lado, con respecto a las tasas e impuestos, insistieron con la necesidad de mayor flexibilidad, ya que de otra manera se vuelve difícil seguir adelante. “No puede haber tanta rigidez de vencimientos que terminan afectando el trabajo diario”, puntualizó Pardo, asegurando que se hace “muy duro” cuando suceden cosas como los cortes de luz que algunos atravesaron días pasados.
Si bien todavía no hubo respuesta formal por parte de la Usina con respecto a la contrapropuesta que presentaron para el plan de pagos y otros lineamientos, los trabajadores del sector se manifestaron expectantes en poder sostener un diálogo fluido de aquí en adelante.