Tras la audiencia en Trabajo, operarios de Loimar ingresaron a la planta en medio de la conciliación
La jornada posterior a la reunión en Capital Federal retrotrajo el esquema hasta antes de iniciado el conflicto. Los trabajadores levantaron el acampe y se presentaron en la planta. Se abre una instancia de negociación y el 16 de diciembre habrá un nuevo encuentro entre las partes.
En cumplimiento con la disposición ordenada por la Secretaría de Trabajo de la Nación, los trabajadores de Loimar acudieron ayer a su lugar de trabajo para cumplir con la jornada laboral en el marco de la conciliación obligatoria que empezó a regir ayer y que retrotrajo el esquema hasta antes del comienzo del conflicto.
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En ese sentido, los operarios levantaron el acampe que habían iniciado el sábado 16 al vencer el ámbito de negociación dictado por la delegación local de la cartera laboral bonaerense.
Ayer, un día después de la reunión en Capital Federal, los operarios acudieron a la planta ubicada en el camino de acceso a la Sexta Brigada Aérea y lograron acceder luego de algunas horas de espera.
En tanto, se pautó para el 16 de diciembre una nueva reunión ante la Secretaría de Trabajo, en Capital Federal, para informar sobre los avances y definir una salida al conflicto.
Para el sindicato ceramista, el desafío apuntará a optimizar el tiempo disponible para arribar a un arreglo con la patronal. “La carátula hoy es ‘empresa cerrada’ y todos los trabajadores están despedidos”, resumió el delegado del sindicato ceramista en Loimar, José Goñi sobre el complejo escenario.
Acatar la medida
En diálogo con El Eco de Tandil, Goñi planteó que la empresa, durante la audiencia de este martes, “rechazó” la medida dictada por la cartera laboral nacional, ratificando la postura de sostener el cierre de la planta ante la decisión de avanzar con el despido de los empleados.
Con ese panorama, ayer al mediodía convocaron a una asamblea en la fábrica para transmitir las novedades a los operarios que mantuvieron presencia en el acampe y definir los pasos a seguir.
Cuando parecía imposibilitado el ingreso, la empresa abrió las puertas y habilitó el paso de los trabajadores. “No queríamos ir a confrontar ya que estaba estipulado por acta que la empresa no acataba la conciliación”, reconoció el delegado, quien detalló que tuvieron que convocar a un escribano para que constatara y certifique el ingreso a planta dado que representaba “una contradicción a lo que estaba escrito”.
En la planta
A poco más de diez días del inicio del paro total de actividades, ayer los operarios volvieron a ingresar a la planta. “Fue una entrada tranquila; quedó todo certificado por escribano, y al no estar las fichas, dimos nuestros nombres al personal de vigilancia”, describió sobre el modo en que cumplieron con la medida.
“Estamos esperando a que nos den órdenes porque no hay rangos medios en la empresa. Nos quedamos en el comedor hasta las 17, donde esperamos que se presente alguien para que nos diera orden de trabajar, pero no fue nadie”, detalló Goñi.
La audiencia
Sobre el encuentro que se desarrolló en la sede central de la Secretaría de Trabajo de la Nación, el delegado indicó que durante el intercambio, que se extendió durante más de cuatro horas, las partes justificaron sus posturas en medio de un complejo conflicto.
En ese sentido, rechazó las acusaciones al expresar que “no es cierto que no se lo haya ayudado al empresario porque nos señalan como los responsables del quiebre y de los despidos”. Entonces, “con hechos y pruebas pudimos fundamentar todo lo contrario”.
Independientemente de la discusión, sostuvo que el ámbito de negociación abre una instancia de diálogo que se extenderá por 15 días hábiles, con un cambio de Gobierno nacional de por medio, que los obliga a “no bajar los brazos”.
“Es un parche”, definió sobre la conciliación obligatoria y alertó que “la realidad es que hay trabajadores despedidos”, pero valoró la posibilidad de continuar con el diálogo.
El conflicto
Como se informó, el conflicto se desencadenó hace algunas semanas cuando la patronal anunció el despido de diez trabajadores y la suspensión de otros 31. Entre las razones de la decisión, se amparó en una baja considerable en las ventas y en un incremento tarifario que atentaron contra del sostenimiento de la firma ante la caída en la productividad y la imposibilidad de mantener a toda la planta activa.
Frente a ese escenario, la patronal dispuso medidas para la planta de producción de ladrillos, mientras pretendía continuar con la de pisos.
Con las posturas firmes, la instancia de diálogo en la delegación local del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires no logró avances y una vez vencido el plazo de la conciliación, los operarios iniciaron un paro de actividades y un acampe frente a la planta.
Con el correr de los días, y sin ningún acercamiento, plantearon como plazo el viernes pasado para evaluar los pasos a seguir con miras a hacer visible su lucha.
En medio de ese escenario, la convocatoria a una audiencia en la central de la Secretaría de Trabajo postergó cualquier acción y renovó las expectativas al abrirse una nueva instancia de diálogo que permita revertir el complejo escenario.
El lunes, cuando se esperaba el depósito de la quincena adeudada, la empresa comenzó con el reparto de nuevos telegramas de despido, profundizando el conflicto.