Los operarios de Loimar cumplen con tareas de mantenimiento durante la conciliación obligatoria
Acataron la medida dispuesta por la Secretaría de Trabajo e ingresaron a la planta. Con los hornos apagados, realizan tareas de limpieza y mantenimiento. Uno de los delegados ceramistas dijo que “no se acercó nadie” a dialogar con ellos y reclamó que las condiciones vuelvan al modo en que estaban hasta antes del conflicto, tal cual lo fija la medida.
En medio de la vigencia de una nueva conciliación obligatoria que dictó la Secretaría de Trabajo de la Nación, los operarios de Loimar acuden a la planta para cumplir con los turnos correspondientes hasta tanto se logren avances en la negociación del conflicto con miras a la próxima reunión, que será el 17 de diciembre.
Recibí las noticias en tu email
Un día después de la audiencia en Capital Federal, que se celebró el martes 26 de noviembre, donde la cartera laboral habilitó un período de conciliación que retrotrajo el esquema hasta antes del comienzo del conflicto, los empleados volvieron a sus puestos pero sin tareas asignadas.
En diálogo con el ciclo televisivo “Tandil despierta”, el delegado de la Federación Obrera Ceramista en la fábrica, Alberto Algañaraz, ratificó que “estamos cumpliendo con cuatro turnos de seis horas”, en una jornada laboral que se redujo dos horas.
Y precisó que la semana pasada “vino personal de mandos medios y nos indicó tareas para hacer de mantenimiento y limpieza”, dado que los hornos aún continúan apagados por lo que la producción sigue paralizada.
Mientras pasan los días en la empresa ubicada en el camino de acceso a la Sexta Brigada Aérea, la situación se mantiene sin mayores precisiones y con 80 trabajadores despedidos. “No sabemos a dónde quieren apuntar con esto. Ojalá que se solucione”, deseó el representante de los obreros.
Actividad en la planta
“La puesta en funcionamiento de los hornos es una decisión de la empresa, pero eso lleva aproximadamente dos días para que estén óptimos”, explicó el delegado sindical, que detalló que, por el acopio de materia prima, es necesaria “la limpieza de los pozos y hay bastante para hacer en ese sentido”, mientras que el mantenimiento se realiza en función de los insumos disponibles.
Dijo también que hay pedidos, que se despacharon “equipos de piso y algunos ladrillos que se clasificaron y empacaron para enviar. Salieron cuatro o cinco camiones. Eso lo vemos, pero no sabemos si son ventas o son cargas que debe la empresa”.
Sin embargo, el reclamo se mantiene vigente. “El horno no se enciende, los equipos están saliendo y no nos pagan la media quincena; están jugando al desgaste y acá vamos a tener que resistir todo lo que podamos”, ratificó Algañaraz.
Despidos
Frente a la incertidumbre por el destino que tendrá la firma, el delegado ratificó que “siempre tenemos esperanzas” y que el reclamo es por mantener la fuente de empleo.
“Ahora todos estamos en carácter de despedidos”, incluso “los que estaban con parte de enfermo y los delegados. Esta es la realidad”, lamentó.
En tanto, hizo referencia al ámbito de diálogo que abrió la intervención de la Secretaría de Trabajo de Nación tras fracasar la conciliación que dictó la delegación del Ministerio de Trabajo bonaerense y reclamó que “hasta ahora no se acercó nadie” de la empresa.
Y si bien citó la conversación con el gerente de recursos humanos Jorge Segón, aseguró que aguardan por el pago de los salarios adeudados. “Ni siquiera estamos pidiendo lo que nos adeudan, que son dos quincenas, el medio aguinaldo y los aumentos”, subrayó.
A ese esquema, sumó que falta que se considere el transporte y planteó que “estamos cumpliendo una conciliación y cada cual está viniendo por sus propios medios, algunos en bicicleta porque están tratando de gastar lo menos posible”.
“Si es un tema de respetar la conciliación, tenemos que retrotraer todo hasta antes del conflicto y en ese momento teníamos transporte”, reclamó y aseguró que “tendrían que cumplir con el pago de la media quincena que adeudan de la conciliación pasada y con el transporte”.
El conflicto
El conflicto se desencadenó hace algunas semanas cuando la patronal anunció el despido de diez trabajadores y la suspensión de otros 31. Entre las razones de la decisión, se amparó en una baja considerable en las ventas y en un incremento tarifario que atentaron contra del sostenimiento de la firma ante la caída en la productividad y la imposibilidad de mantener a toda la planta activa.
Frente a ese escenario, la patronal dispuso medidas para la planta de producción de ladrillos, mientras pretendía continuar con la de pisos.
Con las posturas firmes, la instancia de diálogo en la delegación local del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires no logró avances y una vez vencido el plazo de la conciliación, los operarios iniciaron un paro de actividades y un acampe frente a la planta.
Con el correr de los días, y sin ningún acercamiento, plantearon como plazo el viernes 29 de noviembre para evaluar los pasos a seguir con miras a hacer visible su lucha.
En medio de ese escenario, la convocatoria a una audiencia en la central de la Secretaría de Trabajo postergó cualquier acción y renovó las expectativas al abrirse una nueva instancia de diálogo que permita revertir el complejo escenario.
El lunes, cuando se esperaba el depósito de la quincena adeudada, la empresa comenzó con el reparto de nuevos telegramas de despido, profundizando el conflicto.
Finalmente, Trabajo de Nación dictó una conciliación obligatoria que comenzó a regir a las 0 del miércoles 27.