La Federación Agraria desestimó la idea de que el campo sea quien aporte a la economía del país este año
Aunque creen que es el único sector capacitado para hacerlo, aseguraron que no están en condiciones porque sus recursos están agotados hace tiempo. Un marcado descreimiento en la clase política, las altas tasas de impuestos y una cosecha con rindes menores a lo esperado. Las perspectivas del 2019 son complicadas. Como análisis positivo, fue lo comercial lo que en 2018 permitió la siembra.
Con la cosecha fina un poco atrasada, ya que el trigo no se ha levantado aún porque falta finalizar con la cebada, los referentes locales Luis García, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA) filial Tandil, y Dardo Alonso, directivo de la misma entidad a nivel nacional, analizaron el año que pasó, las perspectivas para este 2019 y los próximos desafíos.
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Según explicaron en el programa de EcoTv, La Ciudad, este año la cebada está reemplazando en parte al trigo, porque permitiría sembrar una soja de segunda más temprano, sin embargo por las cuestiones climáticas se han retrasado un poco los procesos. Según indicó García, esto para una soja de segunda es malo, mientras que el cultivo a cosechar puede perder un poco de peso específico por la lluvia, pero no lo arruinaría. “El problema más grave creo que lo van a encontrar en el momento que cosechen, por los daños generados por las heladas fuera de época”, sostuvo.
Aunque quisieran que el panorama fuera optimista, ambos dirigentes coincidieron en que ven complicado que así sea. De hecho, desestimaron la idea que se promulga de que será el campo quien beneficiará a la economía del país en la primera parte de este 2019. Así es que consignaron que si bien es el único sector que está en condiciones de poder ayudar en algo, desgraciadamente no va a alcanzar con lo que tiene para dar.
Capacidad económica agotada
“A nosotros que somos demócratas por ideología y nacimiento, nos lleva a descreer de esta democracia, porque no es el gobierno del pueblo para el pueblo. Están gobernando de espaldas”, sostuvo García, revelando que no solamente los defraudó Macri sino también los funcionarios locales. En este sentido, señaló que ellos están más cerca y advirtiendo la realidad del sector, sin embargo no cuidan los intereses de los productores. “Cuando el intendente Lunghi dijo en este programa que era un buen administrador, no mandé mensaje porque tenía mucha bronca”, confesó, apuntando que al Municipio le cierran las cuentas porque cuando no le alcanza simplemente aumenta los impuestos. “Yo invitaría a toda la clase política de la ciudad para que piensen en cómo nosotros vamos a tener un 50 por ciento de incremento en nuestros ingresos este año, al aplicarnos la suba en los impuestos como ocurrió”, cuestionó. Incluso, recordó que recibieron las boletas antes de que la medida fuera aprobada por el Concejo Deliberante, lo que consideraron como una falta total de ética.
En relación a lo manifestado por el presidente de FAA local, el referente nacional de la entidad agregó que el sector político aún no tiene en cuenta cuál es el problema real que tiene el país. “El propio Fondo Monetario Internacional (FMI) les ha dicho que están gastando más de lo que pueden y así estamos, en un default teórico”, afirmó, asegurando que conoce personas que han intentado sacar un crédito internacional y se lo negaron.
Los dirigentes acentuaron que hace años vienen diciendo que ya no les pueden meter más las manos en los bolsillos, porque su capacidad económica realmente está agotada, de hecho contaron el caso de algunas producciones de papa que hace cuatro años vienen vendiendo al mismo precio a pesar de la inflación y el aumento del gasoil.
Por otro lado se refirieron a su disconformidad con respecto al área de Seguridad del Municipio, por haber impuesto hace un par de años atrás una tasa de seguridad rural, mediante el cual en los últimos dos años el campo aportó alrededor de 26 millones de pesos. Ese dinero fue administrado por Funtala, pero estiman que no se ha llegado a gastar ni tres millones. A raíz de esto, memoraron que su idea desde hace tiempo es utilizar ese capital para comprar un dron, que no solamente podría ser usado con el fin de mantener la seguridad, sino que podría ser útil para otro tipo de actividades. “Pero esos recursos no están y desconocemos hacia qué se destinaron”, cuestionaron.
Una lista de negativas
A nivel nacional, las perspectivas para este incipiente año se avizoran complicadas, de acuerdo a las palabras de Alonso. Como razones que respaldan su aserción, recordó que se viene de la peor sequía de los últimos 50 años, sumado a que a mitad de año el presidente Mauricio Macri impuso nuevamente las retenciones, más las inclemencias climáticas como granizo y las heladas tempranas y tardías que se suscitaron durante la campaña. “No sé cómo el productor pudo llegar a sembrar porque prácticamente no tuvo asistencia financiera, salvo a tasas astronómicas que no existen en ningún lugar del mundo”, analizó. Por otro lado, agregó que a mediados de 2018 se sembró el trigo con buenas condiciones, sin embargo se ha llegado a esta cosecha con menores rindes de lo que se esperaba.
“Este año tenemos que pagar 35 mil millones de dólares de servicio de deuda, lo que significan siete cosechas de trigo o dos cosechas brutas de soja”, explicó el referente de FAA intentando figurar la dificultad económica en la que están inmersos. Asimismo, contó que durante el año que pasó se fueron del país unos 36 mil millones de dólares, por lo que remarcó que el panorama no es alentador. Para poner en contexto, informó que Argentina a nivel internacional está pagando tasas en dólares del 12 por ciento anual.
“Si están esperando al campo, creyendo que el productor va a volver a cambiar su maquinaria, no lo va a hacer, porque tiene que salvar su economía”, enfatizó, asegurando que viene desfinanciado y sosteniendo tasas altísimas de interés.
Por último, en el listado de negativas que asechan al sector, enumeraron que los productores lecheros hace años vienen trabajando a pérdida, mientras que el ganadero tiene un costo de producción de un novillo cercano a los 53 pesos, sumado a la caída de toda la actividad.
El comercio permitió la siembra
Aunque el panorama pintado hasta el momento parecía ser completamente negro, los referentes agrarios no dejaron de lado la parte buena que tuvo el 2018 e hicieron referencia a la parte comercial, que fue la razón viable para la siembra de esta campaña. Según sostuvieron, fue la que financió la posibilidad de hacer trigo y cebada, y que se vaya a producir maíz, girasol, soja y papa. “Si no hubiera sido por el comercio el crédito es totalmente inexistente”, garantizó Luis García.
A pesar de este logro, cuestionaron la imposibilidad de acercarse a un banco a conseguir un crédito para poder llevar adelante la siembra, ya que ese dinero está reservado para las necesidades del estado.