La CTEP podría abastecer los mil kilos de verduras que el Municipio entrega por mes
Actualmente los bolsones mensuales son completados con mercadería proveniente de Mar del Plata. En el marco del Consejo Económico y Social surgió la idea de que las cinco huertas que manejan desde la confederación puedan cumplir los requerimientos de la ciudad y así abrir puestos de trabajo y ofrecer alimentos más frescos. Desde Desarrollo Social trabajan en la forma de rubricar el acuerdo.
La semana pasada se llevó a cabo un nuevo encuentro del Consejo Económico y Social en el Mumbat donde, entre otros avances, se mencionó que al día siguiente visitarían las huertas de María Ignacia. Esta propuesta surgió a raíz del pedido que realizó el dirigente local del Movimiento Evita y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Nicolás Carrillo, con la intención de que los funcionarios locales puedan ver in situ todo el trabajo que conlleva la actividad hortícola, con el objetivo a futuro de abastecer la demanda social local.
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“Nosotros como organización social, más allá de que a veces no hay expectativas, tenemos la obligación de agotar todas las instancias de diálogo posible para dar respuestas a quienes peor la están pasando”, propuso Carrillo en diálogo con el programa Dulce o Amargo de FM Tandil (104.1), destacando que en este tipo de espacios lo que tiene que primar es la inventiva y la iniciativa, teniendo en cuenta que son consejos no vinculantes. Entonces, dentro de las posibilidades tratan de hacer planteos y uno de los que surgió a partir del debate y del diálogo es ver cómo impacta el aumento de los precios, o sea el proceso inflacionario, en el empobrecimiento general de la población. A partir de ahí es que se enteraron de que el Municipio entrega bolsones con mercadería a muchas familias que están en situación de alto riesgo alimentario, que es comprada en Mar del Plata.
Como desde la agrupación desarrollan un proceso de elaboración de alimentos, de invernaderos y producción hortícola, plantearon que se empiecen a adquirir las verduras en Tandil. En primer lugar, para generar trabajo, que es lo que está faltando y mucho en la ciudad, y segundo, para brindar alimentos más frescos y orgánicos.
Mil kilos de verduras por mes
Con respecto a esta posibilidad de convertirse en proveedores del Municipio, Carrillo contó que lo han hablado con el jefe de Gabinete Julio Elichiribehety y en la recorrida que realizaron por la localidad de María Ignacia, al otro día de la última reunión del Consejo Económico y Social, pudieron mostrar in situ el trabajo que realizan.
“Lo hicimos en Vela porque entendemos que las localidades rurales, cuando hablamos de temas sociales, también están muy afectadas, porque allí la posibilidad de empleabilidad es menor, sobre todo para las mujeres”, distinguió.
En este sentido, contó que la secretaria de Desarrollo Social Alejandra Marcieri se mostró muy interesada en la propuesta, mientras que también concurrió el titular de Bromatología Federico Sánchez Chopa para considerar las cuestiones bromatológicas que hay que tener en cuenta. “Los dos se llevaron una muy buena percepción y se fueron, la menos, con el compromiso de empezar a incorporar los productos locales”, contó, destacando que desde el punto de vista operativo, cuando se produce en Mar del Plata, luego viaja hasta Tandil y entran a una cámara en el espacio del Banco de Alimentos, cuando llega a donde es distribuido no lo hace en las mejores condiciones porque ya han pasado tres o cuatro días desde la cosecha.
“Ahora tenemos nosotros un poco la pelota de generar una producción en la escala suficiente de lo que necesita la Municipalidad, que son unos mil kilos por mes, y estamos en totales condiciones de realizarlo”, afirmó.
Por este motivo, ya han puesto manos a la obra en las cinco huertas, con la intención de empezar a generar esta rueda que les permita tener escala y volumen de producción.
Por otro lado, indicó que vienen con otras experiencias de cooperativas, que al principio también les han generado interrogantes a ellos mismos, sin embargo tanto en la textil como en la limpieza del arroyo o donde están reparando mobiliario escolar, incluso en el proyecto gastronómico que están desarrollando en La Movediza, han estado obteniendo muy buenos resultados. “Estamos con expectativas de que suceda con esta experiencia lo mismo”, proyectó.
“Lo que queda por delante es un compromiso de nuestra parte”, informó, asegurando que claramente no pueden generar expectativas en quienes no tienen trabajo si no hay algo firme, pero la visita de Marcieri reforzó esas esperanzas. En cada huerta se propusieron producir al menos los seis productos que consideraron más necesarios para la dieta de los que peor la están pasando, que son lechuga, acelga, zapallitos y tomates, entre otros más. Según estimó Carrillo, en 45 días ya tendrían el volumen estimado, que acarreará el desafío de mantenerlo mes a mes.
A posterior, la secretaria de Desarrollo Social se comprometió a pensar la forma técnica y legal de cómo se rubricaría el acuerdo. “Por nuestra parte, tenemos personería jurídica que siempre es lo que necesita un Municipio para poder comercializar, tanto una asociación civil como cooperativa”, señaló.
Plan estratégico para la ciudad
Las estadísticas de la oficina municipal marcan un diez por ciento de desocupación que equivale a unas seis mil personas, siendo muchos de ellos desocupados estructurales, o sea que hace mucho tiempo que no trabajan por diferentes problemáticas. La situación más aguda que advierte el dirigente de la CTEP es con respecto a las mamás que están solas, que se tienen que hacer cargo de sus hijos y no tienen tiempo para conseguir un empleo.
Entonces, la opción de una huerta o granja comunitaria es la salida más recurrente que perciben desde los espacios sociales, porque no requiere una gran inversión en maquinarias ni infraestructura, que son además cuestiones con las que hoy no cuentan ya que Carrillo advirtió que no hay una política para que eso suceda.
Desde CTEP tienen cinco huertas expandidas en Gardey, La Unión, Villa Laza y la zona de Ronicevi, después está el comedor de Cacha que tiene dos en Las Tunitas, más el espacio de Patria Grande que tiene la suya.
La idea es que no sea una salida de coyuntura que dure de seis meses a un año, sino que sea una unidad productiva que llegue para quedarse, ya que Tandil también tiene la característica de que la mayoría de la producción hortícola que se vende en las verdulerías locales proviene de Mar del Plata, incluso con lo que significa el costo del gasoil. “Por lo tanto, sería estratégico para la ciudad que se empiece un proceso de transición para replantear esta situación”, planteó Carrillo.