Transporte público
El transporte público aún demanda la construcción de garitas y la renovación de las existentes
En 2019, el Concejo sancionó una ordenanza para renovar los refugios de micros y explotar con propaganda el espacio público. Hubo tres licitaciones desiertas y la comuna no avanzó posteriormente con una contratación directa. En tanto, con la nueva concesión y tras un proyecto de la oposición, aguardan que el Municipio se encargue de construir al menos 20 garitas por año. Sólo el 25 por ciento de las paradas tiene algún tipo de estructura de resguardo.
La instalación de refugios de colectivos y la mejora de los existentes son dos demandas de los usuarios del sistema de transporte público local que no se han canalizado aún, en medio de algunos intentos fallidos.
Recibí las noticias en tu email
El mes pasado, en el marco de la nueva concesión del servicio, se conoció que el Frente de Todos presentó un proyecto de resolución para que el Ejecutivo desarrolle un esquema de construcción anual de garitas, a razón de 20 por año. La iniciativa no tuvo tratamiento ni respuesta aún, pero los ediles esperan que haya novedades sobre el tema en el Presupuesto Municipal 2023 y que se asignen recursos para instalarlas.
Más atrás en el tiempo, en 2019, el Concejo Deliberante había aprobado una ordenanza para renovar los refugios de pasajeros del transporte urbano, estableciendo una concesión para la provisión, instalación y mantenimiento del mobiliario urbano con explotación de publicidad y propaganda. Sin embargo, la idea no llegó a buen puerto.
La mayoría de los refugios de la ciudad no está en óptimas condiciones y, además, sólo el 25 por ciento de las paradas cuenta con alguna estructura de este tipo.
El proyecto del Municipio
Aunque obtuvo el visto bueno del recinto, el proyecto del Ejecutivo finalmente fracasó porque las licitaciones quedaron desiertas y la medida nunca se pudo implementar. Luego de tres infructuosos llamados a licitación pública, el Gobierno evaluó una contratación directa –de acuerdo a la legislación vigente- que tampoco tuvo éxito. Al parecer, no se trató de un negocio atractivo para los privados y el tema quedó cajoneado.
La ambiciosa idea original contemplaba la instalación de 58 garitas con WIFI, puerto USB, accesibilidad y pantallas LED para publicidad, con el propósito de modernizar el sistema y mejorar la experiencia de los usuarios.
El canon por el uso del espacio público era el equivalente a 500 boletos planos el primer año, de 750 el segundo y de mil boletos planos mensuales por garita para el tercer año de la concesión, ajustables a la actualización en la tarifa. Además, la empresa concesionaria debía abonar el derecho de publicidad y propaganda que marca la Ordenanza Fiscal.
Escasez de refugios
Un relevamiento realizado a mediados de este año por el espacio vecinal Acción Tandilense armó una radiografía de la problemática del transporte en la ciudad e incluyó la cuestión de la señalización y los refugios para resguardar a los pasajeros.
Según los resultados del mencionado informe, el 56 por ciento de las paradas no tiene cartel y el 75 por ciento no dispone de refugios. En otro orden, del trabajo se desprende que, si bien es cierto que no todos los lugares son aptos para la instalación de los mismos, hay varios puntos de la ciudad en los que la instalación de una garita sería “no sólo posible sino también deseable”.
De este modo, desde la agrupación partidaria indicaron que la parada de las líneas 500 y 504 en avenida Santamarina esquina Mitre (Escuela Normal), la parada de la Línea 502 en el Parque Industrial o frente al Hospital Ramón Santamarina (Paz y Uriburu), o alguna parada de la Línea 503 sobre calle Azucena, son puntos clave que no cuentan con ningún tipo de estructura para guarecerse de las inclemencias climáticas.
También valoraron que la esquina de Las Amapolas podría ser un buen lugar, por encontrarse el Espacio NIDO de La Movediza, donde confluyen muchos vecinos que podrían resultar beneficiados.