El laboratorio de Veterinarias también procesa muestras de Saladillo, el paso a paso de cada análisis
Los estudios para descartar o confirmar la presencia de Covid-19 en un paciente se realizan desde abril por investigadoras del sistema científico local. Recientemente alcanzaron un convenio con la Municipalidad, donde ya han detectado desde aquí tres positivos. El procedimiento con cada muestra y la seguridad en la operatoria.
Desde que la pandemia por coronavirus llego al país, desde el Laboratorio de Virología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Centro (Unicen), que pertenece también a la Unidad Ejecutora Centro de Investigación Veterinaria de Tandil (Civetan), organismo de triple dependencia Universidad, Conicet y Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, se aggiornó a las circunstancias para poder realizar el diagnóstico molecular de Sars-CoV-2.
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En este marco, con ya tres meses de experiencia, Guillermina Dolcini, titular del Centro de Investigación en sanidad animal pública y ambiental (Cisapa), de la Faculta de Ciencias Veterinarias detalló cómo están llevando adelante los testeos para determinar el Covid-19 en la ciudad.
“Seguimos trabajando bien, recibiendo muestras a diarios del Sistema Integrado de Salud Público (SISP)”, contentó, asegurando que generalmente procesan todos los días, aunque a veces se toman licencia.
La experta reveló que últimamente han cerrado convenio con el Municipio de Saladillo, así que están procesando también algunos hisopados de allí, donde ya se dieron casos positivos y tres fueron diagnosticados aquí. Respecto del curso de los análisis, sostuvo que algunos fueron seguidos con alegría y ansiedad, al referirse que eso sucede cuando una muestra al fin da negativo y pueden sacar del aislamiento al paciente.
Al pensar que detrás de cada muestra hay una familia, el seguimiento se vuelve más profundo como en carne propia, sin embargo, para poder llegar al negativo deben realizar el testeo al menos dos veces más. Según indicó, ese mismo estado de ansiedad o nerviosismo se vive en el laboratorio cada vez que van a obtener el resultado de un estudio en Tandil, ya que describió que celebran cada nuevo negativo y que en la ciudad siga todo bien.
El paso a paso del procedimiento
Es el SISP quien centraliza las muestras y en el laboratorio son cuatro las investigadoras científicas que lo procesan, estando la doctora Carolina Ceriani al frente del trabajo y la relación con el sistema de salud. Además, ella recibe los llamados de las muestras cuando están y personalmente las busca en el Hospital.
Tal como explicó Guillermina Dolcini en comunicación con el ciclo Tandil Despierta por la 104.1 Tandil FM y ECO TV, Sandra Pérez se ocupa de la primera etapa, que “es la más peligrosa y trata de inactivar el virus”.
“Todo microorganismo que esté en esa muestra es sospecho de tener Sars-Cov-2”, exclamó y aunque en Tandil dieron negativo hasta ahora resaltó que pueden tener muchísimos otros microbios y bacterias.
Ese primer paso se realiza en cabinas de bioseguridad, con esterilidad e indumentaria precisas y no entra ni sale nada, más que las manos de la experta. Según puntualizó, allí mediante buffers, que tienen más que nada detergentes u otros reactivos, pueden romper las células, virus y otros organismos. Además, lo someten a una acción que llaman vortex y a un proceso de centrifugado. “A nosotros lo que nos interesa es extraer el material genético que tiene el virus, entonces va a liberar el ARN”, aclaró.
Una vez que se inactivó, la muestra ya puede pasar a una mesada del laboratorio para seguir adelante con el resto del procedimiento, donde a través de un termociclador PCR se amplifica los genes y la Dra. Victoria Nieto trata de “pescarlos”.
En la generalidad de las rutinas, desde que se empieza a trabajar con la muestra hasta que se obtiene el resultado, pasan alrededor de cinco horas, considerando la información al SISP y la carga de los datos en el Sistema Nacional de Epidemiología. Carolina Ceriani es quien se comunica con Florencia Bruggesser, del Comité de Seguimiento del Covid-19, que centraliza toda la información.
“Hay veces que se está esperando para una cirugía, por lo que del resultado dependerá lo que se vaya a decidir sobre ese paciente”, explicó.
Como último paso, el destino final de dichas muestras inactivas es a la “bolsa roja” de la universidad, que es el sistema de recolección de residuos patogénicos, como tiene el Hospital y el resto de los laboratorios. Además, los camisolines, cubrebotas y el resto de los elementos utilizados son descartables y, luego de desinfectarlos, van a la misma bolsa.
“No hay más de dos personas por vez cada vez que se están procesando las muestras”, explicó Dolcini, para certificar la seguridad de las operaciones.