El brote de coronavirus puso nuevamente en jaque a los prestadores de servicios para eventos
El brote de coronavirus registrado en la ciudad ha golpeado fuertemente a los prestadores de servicios para eventos, un sector que ya venía castigado desde el comienzo de la pandemia. Al respecto, el sonidista Marcelo Herbon reconoció que no saben cómo actuar en este momento y que para afrontar los gastos él ha tenido que descapitalizarse.
Tras unirse en una agrupación, los diferentes rubros asociados a la realización de eventos habían realizado una presentación en el Municipio para poder volver a trabajar. Debido a la buena situación sanitaria que presentaba Tandil semanas atrás, a través de un decreto la Municipalidad había permitido la reapertura de las oficinas comerciales destinadas a actividades relacionadas con la provisión de servicios para eventos. Sin embargo, el brote de casos positivos de Covid-19 en la ciudad modificó el escenario, a partir de hoy sujeto a nuevos parámetros.
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El sonidista Marcelo Herbon, uno de los impulsores de la Agrupación de Proveedores de Servicios para Eventos de Tandil (Apset), dialogó con El Eco Multimedios y contó que sienten que “en este momento estamos en el aire, no sabemos cómo actuar”.
Refirió que no tienen la fecha exacta en la que pueden volver pero que, mientras tanto, continúan charlando y tratando de captar clientes. “Pero es difícil concretar algo hoy. A futuro podemos llegar a vislumbrar una luz viendo que dicen que va a haber temporada en la costa, pero no sabemos”, señaló.
Remarcó que deben ver día a día qué es lo que sucede y cómo van evolucionando los casos en la ciudad, que sorprenden a todos por igual ya que “nadie sabe cómo actuar; nadie se preparó para esto”.
Por tal motivo, remarcó que es muy complejo tomar decisiones sin tener certeza alguna y reconoció que no saben de qué forma actuar: “En este momento estamos en el aire. Porque van aumentando los casos y vamos cambiando de fase. Entonces tenemos que esperar para ver qué pasa”.
Si bien varios de los integrantes de Apset incursionaron en otros rubros para poder solventar sus gastos, la realidad es que no todos pudieron hacerlo: “Hay gente o empresas que tienen una estructura y no pueden reinventarse. No funcionan así las cosas. A veces es fácil decirlo pero es difícil llevarlo a cabo”.
“Son muchas las personas que viven de esto”
Tal como había expresado tiempo atrás a este medio, recalcó Herbon que son muchas las personas que están ligadas a la actividad en Tandil y que ellos lograron divisarlo cuando se unificaron en la agrupación.
“Son muchos más de los que la gente se imagina, y yo insisto con eso. Porque tenemos que estar fuera de hora, antes de que lleguen los invitados, y luego del evento desarmar todo”, sostuvo al respecto.
Agregó que cuando crearon Apset vieron que eran más integrantes de los que calculaban ya que “Tandil creció mucho y cada vez son más los que se dedican a esto. Y hacen falta, porque es una parte más del sistema. Pero es difícil hoy”.
Clamó que nunca imaginó una situación así y que se sienten desprotegidos ya que no cuadran en ninguno de los rubros o las actividades habilitadas: “Hay todo un mundo que gira alrededor de esto y a veces se desconoce. Es un nicho muy grande, que abarca a mucha gente y sin embargo vas a hablar a nivel municipal o provincial y no sabes dónde ubicarte. Te dicen ‘estas dentro de Turismo’, pero hablas con Turismo y te dicen que no. Entonces no sabes dónde prenderte”.
En lo que respecta a las ayudas nacionales, provinciales y municipales, señaló que fueron pocos los que lograron acceder a ellas ya que varios cuadran en categorías superiores del monotributo.
Cierre de empresas y cambios de rubros
Señaló Herbon que muchos de los prestadores de servicios para eventos ya tenían otro empleo antes de la pandemia, de modo que la cuarentena no los impactó de igual forma: “No es que se vayan a relajar, pero pueden suplirlo con otra actividad”.
Empero, aquellos que no pudieron reinventarse o que no tenían otro trabajo han sufrido estos casi seis meses de inactividad y la situación se ha complejizado. De hecho, algunos debieron dejar de alquilar los salones que ya tenían comprometidos en eventos.
“En mi caso particular, hace dos o tres semanas me puse a analizar y me di cuenta que, en lo que respecta a los eventos, esto va a ser mucho más largo de lo que todos esperábamos. Y yo que trabajo con grandes, más todavía. Voy a ser el último de la cola. Y estuve pensando de qué forma puedo amortiguar los gastos de la empresa”, reconoció el sonidista.
Finalmente, señaló que en estos tiempos no pueden pensar con tranquilidad porque nadie les da ninguna certeza respecto a cuándo o cómo será la salida, “entonces como no puedo tomar decisiones con claridad, yo prefiero descapitalizarme”.