Durante el verano, el teatro local busca adaptarse y espera subir a escena en salas municipales
Luego de un año que puso en jaque a toda la producción artística, las pequeñas salas teatrales subsisten con talleres y aguardan poder reflotar algunas obras en los teatros del Municipio, que ofrecen mayor capacidad para cumplir con los protocolos vigentes. Además, se podrán montar espectáculos culturales en perímetros delimitados al aire libre. "Es más caro abrir la sala que lo que puede dejar una función", afirmó Gustavo Lazarte, propietario del teatro Bajosuelo.
Este año ha sido una prueba de fuego para el sector cultural local que tocó fondo y fue uno de los últimos en reactivarse, sin llegar a ponerse en marcha por completo. La complejidad de reunir a varias personas en un espacio cerrado atenta contra las pequeñas salas teatrales y las funciones en estos lugares aún deberán esperar por la habilitación.
Recibí las noticias en tu email
Empero, a fines de noviembre, el Gobierno nacional autorizó la realización de eventos culturales al aire libre con hasta 100 personas en la provincia de Buenos Aires, bajo un amplio protocolo de higiene y seguridad, y también se permitieron algunas funciones en grandes salas. Aunque algunos lenguajes artísticos pudieron adaptarse a la virtualidad para sobrevivir, lo cierto es que el formato no fue capaz de contenerlos a todos, por eso el regreso a las actividades con público se hizo cada vez más imperioso.
Gustavo Lazarte, dueño del teatro Bajosuelo, compartió que el lugar ubicado sobre la calle Rodríguez, frente a la Plaza, no es apto para espectáculos en este momento. La capacidad de la sala es para 80 espectadores y con el aforo sugerido actualmente, el número de butacas permitidas se reduce a una expresión mínima que no pueden sostener. Además, el cumplimiento de las medidas sanitarias obliga a realizar modificaciones estructurales imposibles de afrontar, sobre todo en el sistema de ventilación. “Es más caro abrir la sala que lo que puede dejar una función”, afirmó.
Obras en grandes salas
El teatrista expuso que van a esperar hasta marzo para evaluar qué hacer al respecto, pero mientras tanto se baraja la posibilidad de presentar algunas obras de producción propia -Perras y Chau Misterix- en los teatros municipales, que al ser de grandes dimensiones permiten adaptarse a los protocolos vigentes y asegurar una cantidad de público viable.
Vale reseñar que desde el Municipio avanzaron con los pedidos y permisos para que -protocolo mediante- se disponga del Teatro del Fuerte, del teatro de La Confraternidad y de la Casa del Bicentenario para la ejecución de espectáculos con público -lugares que ya se han empleado para dictar talleres o realizar grabaciones por streaming- para ser utilizados sin costo por los elencos o artistas que los requieran.
Así, Lazarte señaló que están en conversaciones con las autoridades comunales para llevar los espectáculos de las salas privadas a los escenarios municipales y, en tanto, refirió que también planean presentar una obra unipersonal en un patio habilitado para tal efecto.
Colonia de teatro
No obstante, informó que aunque no se presentarán obras, Bajosuelo estará abierto durante la temporada estival con la modalidad de talleres y seminarios, alternativas que permiten un manejo posible.
Al respecto, indicó que se están preparando para llevar adelante una “colonia de teatro” para chicos, surgida en aras de “buscarle la vuelta” a la parálisis de casi todo el año. “Dictar talleres y seminarios nos da un control de la gente, tenemos un seguimiento de esas personas que es distinto a la función. No tenemos todos los medios y la eficacia para controlar a un espectador, pero para asistir a un taller cada uno debe completar una declaración jurada y hay otras cosas más simples. Apostamos a eso y a sostener el espacio, porque fue un año durísimo y si no hubiese sido por la buena voluntad de los dueños del local, no existiríamos más”, profundizó Lazarte.
Por otro lado, analizó que “es extraño que esté habilitado lo gastronómico para lo artístico pero que las salas sigan cerradas. Hay normas a todo nivel institucional que son absurdas, es como si el teatro tuviese castigado en nuestro país desde que empezó esto”, sostuvo.
Pese a esto, explicó que él y su familia se contagiaron de Covid-19 y pasaron algunos momentos duros, por este motivo se mostró comprensivo con el temor a juntarse con gente en lugares reducidos. “Pensamos en eso también y es una contradicción, porque queremos trabajar pero también debemos cuidarnos. Tenemos cierto respeto por la cuestión y por la gente”, reflexionó.