Dueños de salones de fiestas atraviesan una situación crítica y piden una reunión con Lunghi
“Me tuve que acostumbrar de un día para otro a vivir sin plata”, aseguró Carla Braki, del pelotero Travesura Cósmica. En la ciudad ya cerraron al menos cuatro salones de fiestas. Solicitan que el Municipio los ayude exceptuándolos del pago de impuestos y electricidad y requieren un aporte económico para afrontar tantos meses sin trabajar.
Los salones de fiestas forman parte de uno de los rubros que aún no pudo retomar actividades y donde reina mucha incertidumbre al tratarse de un ámbito donde se reúnen varias personas. En ese contexto, referentes del sector solicitaron una reunión con el intendente Miguel Lunghi para pedir ayuda que les permita hacer frente a tantos meses sin trabajo.
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La dueña del pelotero Travesura Cósmica, Carla Braki, contó que “yo particularmente al igual que todos en el rubro me tuve que acostumbrar de un día para otro, a vivir sin plata. Esa es la realidad”.
“De un momento para otro tuvimos que cerrar, buscamos alternativas para que nos ayuden pero nada, lo único que conseguimos es que nos ofrecieran si queríamos hacer una fiestas on line, por zoom, y la realidad es que quién va a querer pagar para eso. Nadie. Así que solamente conseguimos un bolsón de mercadería”, expresó.
En ese contexto, afirmó que “nosotros lo que queremos es poder hablar con Lunghi, no sabíamos cómo llegar a él pero tratamos por todos lados, mandamos cartas y todo y no recibimos respuestas, una de las chicas le mando un mensaje al hijo de Lunghi pero tampoco le contestó”.
Braki contó que vive solamente con el ingreso que proviene del salón, por lo cual se quedó sin dinero. “Si mi nena se llega a enfermar y la tengo que llevar figura que tengo Osecac, por lo cual no voy a poder acceder a ningún medicamento gratis, pero a su vez estoy debiendo las cuotas de la obra social porque no puedo pagar, entonces no me puedo atender”, lamentó.
Cuatro salones ya cerraron
Explicó que el único beneficio al que pudieron acceder es el crédito a tasa cero porque el IFE es solamente para categoría A y B y en su caso es categoría D.
“El crédito a tasa cero me lo dieron pero en definitiva es más deuda. Respecto al alquiler gracias a Dios yo pude arreglar con los dueños, otros no pudieron por eso algunos cerraron, pero yo llegué a deber 13 mil pesos de luz”, afirmó.
Contó que todos los salones de fiestas están agrupados en su pedido y recordó que a fines de marzo, principio de abril presentaron una nota al Municipio, que fue “enseguida cuando empezó la pandemia pidiendo ayuda para que no tengamos que pagar los impuestos ni la luz y a ver si nos podían ayudar económicamente porque por ejemplo a mí el hospital me va a atender pero no me va a dar un remedio para mi hija si yo figuro con obra social, esa es la realidad”.
“Nos dicen que es imposible volver a trabajar por ahora. Fue una vergüenza tremenda para mí que nunca debí nada que me empezaran a llamar de Tarjeta Naranja, de Cablevisión, me llamaban para decirme que me lo iban a cortar si no pagaba. Yo trabajé siempre, y esto pasó de un día para otro”, expuso.
Carla Braki tiene tres hijos de 10, 14 y 3 años y admitió que afortunadamente en su caso particular tiene a su pareja con trabajo, por lo cual no le falta para comer, pero ese solo ingreso no es suficiente para mantener toda la estructura que tenía montada en el salón y pagar las cuentas.
“Mi pareja me ayuda pero hay gente que sólo vive de esto. Gracias a Dios la comida no me falta, pero porque me ayuda mi pareja porque si yo estuviera sola creo que me hubiera apostado en la Municipalidad para pedir que me den de comer porque esto me agarró de un momento para otro y sin tener diez centavos guardados. Porque no lo esperábamos, y esto no algo que te de mucho dinero como para que uno pueda tener plata guardada, y como para seguir bancándote sin trabajar”, sostuvo.
Frente a ese panorama, afirmó que “queremos una reunión con Lunghi. Tuvimos una reunión con Marcela Petrantonio que nos dijo que no podían hacer nada, que hagamos los cumpleaños on line, o que nos reiventemos pero no sabemos cómo reinventarnos porque toda estructura que yo tengo sale mucha plata, qué otra cosa puedo hacer yo para sostener esto y que me dé plata para vivir”.
“Arrancarían las clases capaz en agosto y después se verían que pasa con lo nuestro porque en principio no se podría. También dijimos de alquilar los salones para gimnasia, pero tendríamos que hacer otra habilitación, así que tampoco nos sirve, y si nosotros lo llegamos a alquilar sin cambiar la habilitación nos clausuran”, señaló.
En tanto, contó que hasta el momento ya cerraron cuatro salones de fiestas, mientras que “otros están viendo cómo hacer para seguir bancando. Necesitamos que Lunghi nos escuche y nos dé aunque sea una mínima ayuda pero que nos ayuden en algo. No tener plata es terrible, las deudas se van acumulando”.
Además, resaltó que el sector trabaja “día a día, porque el furor de nosotros es mediados de marzo hasta septiembre, octubre, noviembre, después en verano tenemos uno que otro cumpleaños, y este año cuando recién arrancábamos a trabajar, se frenó todo, y veníamos desde el verano sin plata”.