Con reducción del aforo y de horarios, los dueños de gimnasios sólo bregan por poder continuar trabajando
Aseguran que viven con mucha incertidumbre por temor a que ocurra lo mismo que el año pasado, cuando estuvieron 7 meses cerrados. “Fuimos los primeros que cerramos y los últimos que abrimos, y es el sustento de nuestras casas, entonces uno lo vive con preocupación, esto es día a día saber si nos cierran o no nos cierran”, expresó Facundo Prioletto, propietario de un gimnasio.
Dueños de gimnasios expresaron preocupación ante la incertidumbre que se vive en torno a las restricciones por la segunda ola del coronavirus. Si bien tuvieron que adaptarse a tener menor cantidad de clientes por turno y adecuarse a la franja horaria impuesta en esta Fase 3, aseguran que su principal temor es a la posibilidad de un cierre total.
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Facundo Prioletto, del gimnasio FP Team, contó a El Eco de Tandil que “se ha reducido la cantidad de gente, también el horario. Hasta ayer podíamos estar hasta las 20 y ahora hasta las 18, entonces en turnos donde antes no tenía tanta gente hoy tenemos un poco más, siempre respetando la cantidad permitida”.
“Se sufrió un aumento de gente en turnos donde antes no había, juega en contra porque las personas que venían a las 20 ahora se tendrán que repartir en distintos horarios, la verdad que a uno lo complica un poco porque los gimnasios trabajamos en horarios donde la gente no trabaja”, admitió.
Además, explicó que el gran problema que se les presenta es que mucha gente se vio obligada a dejar la actividad, ya sea porque no puede ir antes de las 20 por temas laborales o por temor al Covid.
En ese sentido, recalcó que “los gimnasios no trabajamos con gente que solamente le interesa la parte estética, sino que tenemos muchas personas que quieren hacerlo por cuestiones psicológicas, porque les hace bien, por cuestiones de salud, sobrepeso, alguna lesión, entonces lo necesitan al gimnasio, no es algo que lo hagan por diversión, se convierte en una necesidad”.
“El número se redujo un poco por miedo y otro por el horario porque tenemos muchos empleados de comercio que les han cambiado el horario, entonces no pueden venir al gimnasio”, indicó.
En su caso tiene hasta 10 personas por turno, porque si bien el aforo del 30 por ciento le permitiría más gente por los metros cuadrados que posee, las nuevas restricciones establecen que no pueden ser más de 10.
“Yo en el gimnasio tengo 14 islas, cada uno con su material y cada islas tiene 3, 20 metros, por más de 2 metros de ancho, osea que está garantizado el distanciamiento, uno trabaja como si una persona que viene al gimnasio tuviera Covid”, expresó.
Incertidumbre
Explicó que las nuevas restricciones los afectaron muchísimo, y agregó que “aparte uno lo vive con muchísima incertidumbre, estuvimos 7 meses cerrados. Fuimos los primeros que cerramos y los últimos que abrimos, y es el sustento de nuestras casas, entonces uno lo vive con preocupación, esto es día a día saber si nos cierran o no nos cierran. Hay mucho temor entre los dueños de gimnasios, que nos mantenemos en contacto, tenemos referentes como Diego Bustos hijo que se encargan de brindar una respuesta a los grupos de los gimnasios pero hay mucho temor”.
Asimismo, añadió que “de la gente hay preocupación también, por la actividad que ellos hacen ya sea por salud o para sentirse bien, por cuestiones psicológicas o porque lo necesitan”.
“Lo único que queremos es seguir trabajando”
Por su lado, el profesor de pilates Martín Morán, de Dinamic Balance, contó que en su caso debió cambiar a las personas que concurrían a las 20 y agregar un turno más temprano a las 16. Y ahora deberán readecuarse a las nuevas restricciones.
“En cuanto a la cantidad de personas no me afectó mucho porque siempre fuimos 5 o 6 durante la pandemia que era lo que tenía permitido por los metros cuadrados que tenía y no cambié esa estructura, en verano también seguí de la misma manera, máximo 6”, señaló.
Admitió que en el sector hay temor por un posible cierre pero resaltó que “tenemos respeto por el Municipio respecto a las decisiones que vaya tomar hacia nosotros y ahí veremos qué decisión tomar, siempre aceptando lo que sea mejor para la salud. Pero lo único que queremos es seguir trabajando y seguir demostrando que podemos seguir estando abiertos con todas las medidas sanitarias posibles, como vinimos hasta ahora”.
“Si nos dejan abriendo las puertas podemos seguir cumpliendo las medidas sanitarias y nuestro bolsillo no va a ir para abajo. Yo no tuve ningún caso directo de Covid en este local, hubo alguno aislado por familiares con Covid pero de las personas que vienen acá por el momento no tuve ninguno, ahora tengo tres personas aisladas, dos docentes y una señora que el hijo es viajante pero todos sin síntomas”, contó.
Y al respecto, consideró que “todas las personas que vinieron tienen mucho mejor el sistema inmunológico, agregaron más días para hacer pilates, más actividad física, a la gente le hace muy bien, en enero y febrero empezaron a venir las personas mayores de 75, 80 para arriba, se arman turnos especiales para ellos para que estén tranquilos con menos gente todavía, y están súper tranquilos, son los que más ganas tienen de venir a pilates, y que piden por favor que no se cierre”.
“Los protocolos ya están incorporados, cada uno trae su alcohol pero igual hay alcohol ahí, se siguen limpiando las camillas con el mismo énfasis que el inicio, los trapos de piso, la gente se lava las manos antes de irse. Yo creo que la confianza del espacio hace que la gente siga viniendo, la idea es que todos se sientan seguros”, sostuvo.