Con gran despliegue, los proveedores de servicios reclamaron y consiguieron permiso para volver a la actividad
La manifestación de los trabajadores nucleados en Apset comenzó con una caravana y terminó simulando una fiesta en las puertas del Municipio. Entregaron un petitorio al Ejecutivo y fueron habilitados para volver a partir de la semana que viene, pero todavía se evalúan condiciones. Ocho meses sin ingresos, aseguraron que los eventos controlados son menos riesgosos que los clandestinos.
Ayer los integrantes de la Asociación de prestadores de servicios para eventos de Tandil (Apset) realizaron una manifestación que recorrió la ciudad, instalándose luego en la explanada Municipal, con la intención de poner en relevancia la urgencia que atraviesan por no podes trabajara desde hace ocho meses.
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Con altoparlantes, los trabajadores pidieron el apoyo de la comunidad y describieron la drástica situación que les toca atravesar desde que comenzó con la pandemia, con las reuniones sociales de todo tipo suspendidas.
Aseguran que los eventos organizados y controlados son menos riesgosos que los clandestinos y remarcaron que necesitan ser escuchados para que se declare la ley de emergencia. “El Estado está ausente y la situación es insostenible“, remarcaron. Para revertir esto, pidieron a los presentes que firmen una planilla a modo de acompañamiento y respaldo que fue adjuntada al petitorio que entregaron al Ejecutivo.
En esta oportunidad, los referentes aguardaron un largo rato hasta poder ser recibidos por el intendente Miguel Lunghi, el jefe de Gabinete Oscar Teruggi y el secretario de Coordinación Juan Martín Pissani. Cerca de las 14 y tras un fluido intercambio consiguieron el aval para volver a ofrecer eventos, aunque todavía quedaron cuestiones pendientes de evaluación para que el Municipio resuelva.
Según reveló Ignacio Andraca, uno de los referentes que participó del encuentro, desde la Intendencia en todo momento manifestaron la voluntad de poder “destrabar” el sector, pero que hubo otros acontecimientos sanitarios que impidieron atenderlos con antelación.
“Concretamente, acordamos que a partir de la semana próxima iniciamos otra vez con los eventos”, informó al salir ante los presentes, que acompañaron con aplausos y alivio. Advirtió que hay definiciones que están en manos del Comité de Salud, que definirán las condiciones para funcionar tanto al aire libre como en espacios interiores y estimó que el martes podrían contar con esa respuesta.
Invitó, finalmente, a hacerse la idea de que a partir de diciembre podrán comunicar la comercialización de sus servicios y garantizó que la capacidad no podrá ser menor a la que rige para los gastronómicos de acuerdo a cada Estadio.
El simulacro de una fiesta
El objetivo de visibilizar la problemática cumplió su objetivo, ya que iniciaron el reclamo con una caravana comprendida por una extensa fila de vehículos y sus correspondientes bocinazos que salió desde la Plaza San Martín, transitaron algunas calles y luego arribaron a la Plaza Independencia.
Allí los esperaba otra parte de los trabajadores de eventos, que habían ambientado toda la vereda frente al Palacio Municipal con mesas y sillas vestidas, copas, centros de mesas, espacio de juegos para niños, pantalla gigante, barra y un sector que simuló ser la zona de baile.
Parecía una verdadera fiesta, con música fuerte y juego de luces, así que todo el que pasaba por el lugar se detenía a conocer de qué se trataba. Desde marzo y hasta el momento, esto es todo lo que los prestadores pueden hacer: simular un festejo.
Para volver a las pistas, solicitaron una adecuación al actual decreto donde se manifiesten las mismas características que fueron asignadas recientemente al sector gastronómico.
Concretamente pidieron la reapertura de los espacios para eventos al 50 por ciento de su capacidad ocupacional interior y del 100 por ciento al aire libre, garantizando que en todos los casos será sin baile.
Mientras que el procedimiento para la aprobación de las reuniones seguirá siendo el mismo que se autorizó oportunamente, considerando que se deberá solicitar el correspondiente permiso de forma particular por cada uno de los servicios y con una antelación no menor a cinco días de la fecha estimada, debiéndose adjuntar el protocolo y demás documentación y datos que resulten necesarios para su evaluación.
Asimismo, plantearon que sólo se podrán prestar bajo la responsabilidad de un profesional del rubro de eventos que se encuentre habilitado. En tanto que la evaluación de la solicitud estará a cargo de la Dirección General de Inspección y Habilitaciones, el Comité de Seguimiento Covid-19, en conjunto con las áreas municipales que se estime conveniente, y con la colaboración de Apset.
El petitorio presentado también fijó seguir los protocolos y lineamientos del Sistema Integrado de Salud Público (SISP) y los que específicamente se hayan presentado, o se presenten (y que posteriormente sean aprobados), en la medida que no se contradigan con lo decidido por el ente de salud antes mencionado.
“Si bien la posibilidad de la reanudación parcial de actividades propuestas va a ser de ayuda para nuestras economías, entendemos que no será suficiente, ya que la reactivación de nuestro sector contempla procesos extensos y complejos, no es el nuestro un rubro que concreta una venta inmediata, el proceso de un evento lleva meses y las ventas suelen realizarse con 12 meses de anticipación”, expresaron en el documento.
Llegó el momento de decir “basta”
En representación de Apset, Ignacio Andraca y Marcelo Herbon, aseveraron que han llegado a un “punto culmine” donde ya no queda margen para poder resistir y por eso los más de 300 empresarios que están abocados al sector y los trabajadores decidieron realizar semejante muestra.
“Decimos basta”, exclamó Andraca, con la expectativa de que las condiciones que fueron a poner sean consideradas. Cabe destacar que hoy la habilitación permite que puedan trabajar hasta con 15 personas, sin embargo es un número que “no sirve para nadie”.
Si bien en un momento se permitió hasta 30, fue en lo que respectaría a Estadio Verde y duró poco. “Llegamos a perder esta temporada y vamos todos a la quiebra. Se disuelve el sector”, alertó.
Por su parte Herbon insistió en que con protocolo se puede trabajar “perfectamente”, lo que a la vez ayudaría a que se reduzca la generación de eventos clandestinos. “Se necesita, sobre todas las cosas, utilizar el sentido común”, indicó, reflexionando sobre la cantidad de afluencia de gente en los lugares habilitados y sin comprender por qué ellos están siendo relegados.
“Hay muchas cosas para hacer, pero vemos una negativa muy grande”, manifestó y recordó que desde hace 15 días venían pidiendo insistentemente una reunión con el Municipio, que finalmente ayer y gracias a la protesta lograron.
Repasaron, posteriormente, los pasos que han logrado en otras ciudades incluso en Capital y, si bien Tandil para la Provincia se encuentra todavía en Fase 3, también memoraron que estuvo con los comercios abiertos cuando no se podía.
Asimismo, explicaron que en su caso, la habilitación no significa una reactivación inmediata, ya que al menos necesitan un mes para poder organizar, coordinar y llevar adelante un evento.
Los egresos y el sueño de celebrarlos
Por su parte, Aníbal Cantarelli, titular de Acero Eventos y uno de los clásicos en realizar las Fiestas de Egresados, consideró que son uno de los sectores más castigados por la pandemia.
“No tenemos visualizado poder volver a la práctica de la forma en que lo veníamos haciendo, pero aunque sea queremos poder hacerlo de una manera que permita a la sociedad poder tener su fiesta y a nosotros trabajar”, explicó.
Con respecto a los egresos, contó que vienen en la lucha para poder al menos realizarlos al aire libre, de acuerdo a cada uno de los sitios a disposición. Anticipó que en su caso se trataría de la Sociedad Rural como todos los años, que da lugar para cumplir con los posibles protocolos que serían sin baile, con las mesas cumpliendo una separación de cinco metros, entre otros detalles.
Espera que esto pueda tener lugar, ya que así las familias podrían celebrar algo de todo lo que sus hijos no pudieron celebrar a lo largo del año, ya que se perdieron muchos momentos entrañables.
“El problema es que se perdió la cadena de trabajo”, agregó y explicó que la misma metodología de trabajo del sector es particular, ya que quien los contrata lo hace con varios meses y hasta un año de anticipación. Por esto, estimó que la situación crítica seguirá extendiéndose por el año que viene.
A lo largo de este tiempo inactivo, la única ayuda que tuvieron fue el salario complementario (ATP) del Gobierno nacional que ayudó para sostener a los empleados y en su caso sirvió para cubrir un 70 por ciento. Sin embargo, no recibieron nada que sirva de paliativo en cuanto a los impuestos y lamentó que algunos hayan sufrido cortes de energía.
“En lo impositivo, el Municipio nos permitió en septiembre y octubre no pagar la tasa retributiva y el servicio sanitario, pero que a la larga deberemos hacerlo con los montos acumulados”, sostuvo.
Finalmente, en cuanto a la expectativa de respuesta que le pueda dar el Ejecutivo ante el petitorio, simplemente auguró poder volver a trabajar “de la forma que sea”.
Las ayudas financieras
Los trabajadores de Apset consideraron “imperioso” solicitar una ayuda desde el Gobierno Municipal que contemple las cuestiones que enumeraron en el petitorio:
-Exención de Tasas Municipales (Tasas Retributiva de Servicios, Servicios Sanitarios y Red Vial. Tasa Unificada de Actividades Económicas. Patente de automotores y motos) desde la declaración de la pandemia hasta la reactivación completa de nuestras actividades.
-Otorgamiento de Subsidios y ANR (Aportes no reembolsables) específicos para nuestro sector.
-Créditos Blandos o a Tasa Cero, con período de gracia a determinar según la reanudación de nuestras tareas e ingresos, con un fin discrecional.
-Gestiones ante las autoridades correspondientes para reducir o suspender Impuestos Provinciales y Nacionales.