Bromatología elevó a la Defensoría del Pueblo el informe por los perros envenenados en el Golf
El director del área respondió, con celeridad, a un pedido de la doctora Paula Lafourcade. Detalló los pasos para levantar las muestras de carne intoxicada y las acciones para eliminar rastros del tóxico. Además, adjuntó las conclusiones del análisis que realizó el labotarorio de veterinarias de la Unicen.
El Sistema Integrado de Salud remitió a la Defensoría del Pueblo de Tandil un informe rubricado por el director de Bromatología, Federico Sánchez Chopa, en el que se detallan las actuaciones realizadas por el envenenamiento masivo de perros en el barrio Golf. El documento repasa las medidas dispuestas por el área municipal entre el 13 de agosto pasado, cuando se detectó el primer caso de intoxicación, y el 27 del mismo mes, cuando apareció el último caso.
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Además, se adjuntaron los resultados del análisis toxicológico de los trozos de carne recogidos en el barrio, que arrojó resultado positivo a “compuestos estimulantes del sistema nervioso central”. El estudio lo realizó el Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Veterinarias de la Unicen y lleva la firma del doctor Alejandro Soraci.
El pedido de la Defensoría del Pueblo se atendió con celeridad, teniendo en cuenta que fue remitido el martes de esta semana y el miércoles se elevó la respuesta de Bromatología.
Las acciones
En principio, Sánchez Chopa detalló que el 13 de agosto pasado, la veterinaria Teresa Lanusse le comunicó que “existían indicios de envenenamiento de animales presentes en la vía pública del barrio Golf, a raíz de un cliente que se puso en contacto con ella”.
Tras el alerta, desde la dirección fueron al lugar a constatar la denuncia telefónica y labraron cuatro actas, ya que se encontraron con que varios vecinos habían sufrido la muerte de sus perros.
“Según declaraciones de los vecinos allí presentes y también de mensajes recibidos, los animales muertos habían consumido carne envenenada presente en las veredas, por lo que se realizó una revisión de varias cuadras por gente de Bromatología, encontrando trozos de carne que fueron retirados del lugar”, reseñó.
En tanto, entre el miércoles 14 y jueves 15 de agosto se realizaron nuevos rastrillajes a partir de que aparecieron más animales muertos, “posiblemente por la presencia de carne que no pudo ser encontrada el día martes”.
Esas muestras de carne halladas en la vía pública fueron enviadas a la Facultad de Ciencias Veterinarias, específicamente al área de toxicología, donde se realizó una prueba biológica que arrojó resultados positivos y detectó la presencia de una sustancia que altera el sistema nervioso central.
“Se enviaron recomendaciones a los vecinos de regar sus veredas, con la intención de diluir la posible presencia de veneno en dichos sectores, como así también se dio aviso al área de Vialidad municipal para que envíe un camión hidrante y realice pasadas por las veredas de los vecinos, con la misma finalidad de dilución. Esta se llevó a cabo el día viernes 16 de agosto, en horas de la tarde, sobre las calles Goñi, Macaya y Fiori”, informó el funcionario.
Además, reseñó que ese fin de semana “hubo novedades de pájaros muertos (chimangos en su mayoría)” y sólo una vecina indicó que encontró un trozo de carne en el interior de su vivienda, que podría haber sido introducido por una de estas aves.
En tanto, señaló que el jueves 22 de agosto recibieron otra denuncia. “En este caso, agentes de Bromatología proceden al lugar, evidenciando la presencia de un perro muerto, con características similares a envenenamiento, realizando el levantamiento de dicho animal y llevándolo al predio de Bromatología por cuestiones de salubridad. Se dio espera de 24 horas, y al no recibir novedades de un posible tenedor o responsable, se procedió a realizar la disposición final de dicho animal”.
Agregó que el martes de la semana pasada se informó al área municipal la intoxicación de otro perro perteneciente a una vivienda de Macaya al 1300, que su propietario había dejado suelto y que regresó con signos similares a los canes envenenados. “Su dueño decidió llevarlo a una clínica veterinaria, donde se procedió a realizarle un lavaje de estómago, sin resultados positivos a presencia de contenido sólido, se aplicó clorhidrato de atropina en tres momentos diferentes (cada 24 minutos) y diazepam, permitiendo neutralizar los efectos negativos del veneno presente a nivel sistémico”, agregó.
A partir de ese nuevo caso, “se reiteró el paso del camión hidrante por la zona, al igual que los camiones de bomberos, con la finalidad de diluir la posible permanencia de veneno en la vía pública. Se realizaron rastrillajes con personal de Policía Científica, Caballería y Policía, a pedido del área de Protección Ciudadana del Municipio”.
Sin análisis de sangre
Por otra parte, el director de Bromatología sostuvo que “la realización de un análisis de sangre de los animales muertos encontrados para determinar las sustancias tóxicas causantes de los decesos no es posible frente a este tipo de tóxicos” y rechazó que no se hayan concretado “por omisión”, al tiempo que argumentó “imposibilidad de demostrar la presencia del tóxico en sangre”.
Además, reseñó que “el veneno utilizado es de uso como insecticida” y describió las reacciones químicas que provoca en los organismos de las mascotas y que derivan en manifestaciones como salivación, lagrimeo, micción, diarrea, emesis, broncorrea, broncoespasmo, bradicardia, miosis, y algunos síntomas nicotínicos, incluidas fasciculaciones musculares y debilidad.
Por último, indicó que las “características principales” de la sustancia hallada “son su alta toxicidad, su baja estabilidad química y su nula acumulación en los tejidos”, al tiempo que remitió el informe del doctor Alejandro Soraci para ampliar los detalles científicos.
Los canes consumieron cebos con plaguicida
El resultado de los análisis y el informe del doctor Alejandro Soraci, integrante del Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Unicen, resultó positivo.
“El extracto inoculado en los animales de laboratorio desarrolló manifestaciones tóxicas agudas compatibles con compuestos estimulantes del sistema nervioso central”, determinó el estudio que se realizó con la técnica “extracción/purificación de la muestra. Desarrollo de prueba biológica en ratones”.
En tanto, el material evaluado fue una muestra de carne remitida al laboratorio por el director de Bromatología Federico Sánchez Chopa.
El veterinario anexó un documento titulado “intoxicación de perros y gatos por plaguicidas”, donde remarcó que en general es “de curso agudo”.
“Estos compuestos, de toxicidad variable, son utilizados en perros y gatos como agentes antiparasitarios externos (insecticidas y acariaídas), como así también formulados en agentes fitosanitarios o moluscicidas (carbamatos). Las causas de intoxicación en general se deben a hechos mal intencionados, a la ingestión accidental o por sobredosis de las preparaciones”, concluyó.
Por otra parte, remarcó que estas sustancias presentan “una buena absorción oral o cutánea. Las síntomas de intoxicación pueden aparecer entre 1- 2 horas luego de la ingestión o dentro de las 12 horas luego de la aplicación cutánea”.