La pandemia afectó la disponibilidad y los precios de los insumos médicos
El dueño de la Distribuidora Gamma, Marcelo Alonso, informó en diálogo con El Eco Multimedios que la pandemia del coronavirus ha hecho que muchos insumos médicos escasearan, que su demanda se incrementara y que, por lo tanto, su precio se multiplicara. Uno de los casos más sorprendentes es el de los guantes de látex.
Si bien la pandemia del coronavirus no ha azotado a todos los países por igual, lo cierto es que en todos tuvo un impacto y eso ha generado que los precios de muchos productos, en especial los insumos médicos, se dispararan.
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El titular de la Distribuidora Gamma, empresa que se encarga de vender medicamentos de uso hospitalario, Marcelo Alonso, participó del espacio del desayuno en el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1, e informó que, curiosamente, unos de los artículos que está faltando y que debido a la escasez aumentó notablemente su valor son los guantes de látex.
“Hay un caso curioso, un producto que para nosotros es básico, que son los guantes de examen, los guantes de látex, que muchas veces se utilizan en panaderías, verdulerías, o demás. Está colapsada la entrega en todo el mundo”, refirió.
Remarcó que es un dato curioso ya que es un ‘commodity’, algo normal en todos lados, pero que ahora ni siquiera hay tinta para las cajas de los productos.
Explicó que el colapso se debe a que el consumo aumentó un dos mil por ciento en todo el planeta y a que en las fábricas asiáticas, donde se producen, deben mantener el distanciamiento social, de modo que la elaboración ha mermado.
“Y como hay una súper demanda pero no hay guantes, el precio subió muchísimo como así también los pedidos. Entonces nosotros tenemos que dosificar las entregas para que les alcance a todos nuestros clientes”, reveló.
Asimismo, destacó que otro de los insumos hospitalarios que aumentó considerablemente, que usualmente son muy baratos, es la ropa descartable que se utiliza en los centros de salud: “Las fábricas del mundo que confeccionan toda esa ropa, que se hace con una tela no tejida, están colapsadas. Entonces el precio de eso se multiplicó por diez en los países de origen, por lo que cuando llegan acá se incremente muchísimo”.
Enfatizó que todo el mundo está sufriendo la hiperinflación, el aumento desmedido de precios de todos los productos sanitarios y que “ningún país escapa a eso”.
“Y todos los que estamos en este rubro creemos que por dos o tres años más, mínimo, no vamos a volver a la normalidad. Porque por más que esta pandemia tenga picos y de a poco nos vayamos acomodando, va a durar un tiempo más”, evaluó el empresario.
Las importaciones y la producción local
Contó Alonso que hay algunas empresas en el país que se encargan de producir estos productos pero que, en general, no es viable hacerlo debido a la economía de escala. Por ello, deben recurrir a las importaciones.
“Todos estos productos de salud, sobre todo los descartables, son los que se hacen millones de unidades pero el costo de cada uno es muy bajo. Esta industria manufacturera tiene su centro en Asia, donde los países están entrenados a manipular y fabricar grandes volúmenes con costos bajos. Pero en la Argentina es inviable porque no da la economía de escala ya que el mercado interno es muy chico, las fábricas son pequeñas y el costo unitario es alto. Es imposible competir con los países asiáticos que llevan 50 o 70 años especializándose en producir estos bienes”, explicó y remató: “Querer producir esto en el país es muy difícil, deberíamos enfocarnos en producir otras cosas, no este tipo de productos”.
Por tal motivo, la gran mayoría de los insumos que distribuye Gamma en todo el país son importados, lo cual también representa un problema porque “importar en la Argentina es un poco difícil, siempre hay trabas”.
Resaltó que si bien no es un problema nuevo, en este contexto de pandemia traer cosas del exterior se complejizó “pero estamos habituados y convivimos con estos problemas”.
Por el impacto del Covid-19 en el mundo, más allá de que tengan sus proveedores habituales, han tenido buscar insumos en diferentes países, en su mayoría asiáticos, como Singapur, Tailandia, Malasia, entre otros.
“Y otra cosa que tenemos que hacer es estar con plano anticipado. Debemos buscar y reservar los productos que por ahí van a venir en ocho meses, ya que si no los hacemos ahora tal vez no lleguen nunca. Entonces hay que estar continuamente anticipándose a las compras”, enunció.
Ivermectina
Alonso, a través de la Distribuidora, fue uno de los ciudadanos que donó y aportó dinero e insumos para que los análisis de coronavirus se pudieran hacer en Tandil de manera más rápida y eficaz.
“A los chicos del laboratorio de la Universidad les faltaban algunos equipos y algunos reactivos, porque a veces las partidas no llegan a tiempo. Y como yo estaba muy consustanciado con la tarea que hacen, que es maravillosa, los ayudamos”, comentó al respecto y agregó: “Y aparte tenía que ver con determinaciones y cosas que son para Tandil. Así que nos movimos y colaboramos con ellos con mucho gusto. Es un placer hacerlo porque es gente que trabaja bárbaro”.
Siguiendo en la misma línea, subrayó el trabajo de investigación que está llevando adelante Carlos Lanusse junto a su equipo, y lo catalogó como “uno de los más importantes del mundo”.
“Quiero destacar mucho la tarea que se hizo acá en Tandil, el estudio que hizo el equipo que encabeza Carlos, que trata sobre el uso de la ivermectina, un antiparasitario externo que se usa en humanos desde hace 15 años para combatir la sarna”, narró.
Sostuvo que el uso de este medicamento “es bárbaro” en los estadios iniciales de la enfermedad pero que como aún no fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica la comunidad médica lo toma con “recelo”.
Bajo su punto de vista, cuando la Anmat autorice definitivamente su utilización se va a dar a conocer de manera masiva debido a que “es el avance más importante contra el coronavirus”.
“Hasta ahora hay muy pocos tratamientos, todo es muy experimental. Pero la ivermectina creo que en los próximos dos o tres meses va a tener un desarrollo importantísimo. Porque si te la suministran cuando recién aparecen los síntomas, en 24 horas desaparecen. Y si no, evitan que tengas un cuadro de gravedad, de modo que también impide que se saturen los sistemas de salud”, aseveró.
Se triplicó la venta
Como se utiliza para tratar la sarna en humanos, Distribuidora Gamma solía abastecer a los hospitales con ivermectina. Sin embargo, contó el titular de la empresa que en este último tiempo la demanda se ha triplicado y vaticinó que cuando sea aprobada por la Anmat para su utilización contra el Covid se multiplicará “por cien”.
“Porque además es un producto muy barato, fácil de dar y de controlar.
Y de hecho hay muchos ministerios de salud de provincias, del norte por ejemplo, que ya la empezaron a usar. Porque no tenían otra cosa. Ellos incluso lo probaron antes de que estuvieran los resultados en Tandil”, notificó.
Remarcó que la clave de este producto es que se utilice cuando recién aparecen los primeros síntomas pero que lo que sucede es que muchas personas, por miedo, cuando se sienten mal esperan unos días en sus casas antes de visitar al médico, “y ahí se producen los problemas, porque hay menos margen de acción”
La vacuna es un paliativo, pero no una solución definitiva
Mientras se aguarda por el arribo de la vacuna y se debate acerca de su posible utilización en toda la población, Alonso analizó que no será una solución definitiva aunque sí servirá para buena parte de la ciudadanía
Reconoció que es importante y que todos están esperanzados con que llegue, pero declaró que no será algo determinante sino que será un elemento más en esta lucha contra el virus.
“No es que cuando salga la vacuna ya tenemos el mundo arreglado y nos relajamos. Por las proyecciones que hay, cuando salga, en el mejor de los casos, va a actuar sobre el 60 por ciento de las personas. Y a algunas las va a inmunizar totalmente, pero a otras, si se contagian, hará que la carga viral sea menor”, detalló y completó: “Pero no es un remedio definitivo. Es una más de las cosas que van a estar para combatir al Covid; no va a ser determinante ni mágica. Va a ser un paliativo, lejos está de ser la solución definitiva”.