Piccadilly Circle, el instituto que busca dejar huellas en la enseñanza del inglés

Desde 2024, Piccadilly Circle se sumó como una opción innovadora para alumnos de todas las edades interesados en aprender inglés como segunda lengua. Ubicado en Ituzaingó 1262, en la zona de El Calvario, nació como una institución educativa privada familiar, cuya titular es Elsa Fabre, junto a la directora del proyecto educativo y profesora Isabel Fabre, y Gustavo Nimes, administrador y decorador de la original sede. 

La propuesta de Piccadilly Circle es impartir clases de inglés para todos los niveles que desarrollan en distintos formatos. Por la mañana dictan talleres y por la tarde funcionan los cursos, por edades y niveles, con clases de 90 minutos –ofrece un pequeño recreo- dos veces por semana. Además, como novedad, este año abrieron un taller de conversación para adultos. 

“La idea es que los chicos aprendan en un contexto que sea significativo para ellos”, explicó Isabel Fabre en diálogo con El Eco y detalló que siempre trabajan con proyectos, “tratando de usar el lenguaje en distintos contextos”. 

De este modo, en Piccadilly Circle desarrollan propuestas de aprendizaje del inglés a través del arte, la lectura, el reciclaje, la música o la jardinería en época de primavera, por citar algunos ejemplos. 

“Siempre tratamos de que el contenido que estamos viendo a lo largo del año se pueda aplicar en distintas áreas, pero además que sea divertido y que a los chicos les guste para que vengan y además de aprender, la pasen bien”, resaltó la directora que también es profe en los grupos de adultos. 

Experiencias significativas

Hace veinte años, la enseñanza del inglés se limitaba a la gramática y el vocabulario, a traducir, a transmitir reglas para memorizar y repetir. Por el contrario, “ahora tenemos herramientas para aprender con el hacer, a través del juego, la cocina o el teatro, por ejemplo, aprendo vocabulario y la estructura que corresponde a cada nivel pero a partir de algo que tenga significancia. De otro modo, son cosas sueltas que repito”, resaltó Isabel con gran entusiasmo por una profesión que la apasiona. 

Además, evaluó que “con los adultos ocurre lo mismo”, por lo que apelan a estrategias como el juego de roles, donde “el desafío es qué puedo hacer con el idioma, con el nivel que tengo en este momento y observando si puedo incorporar algo nuevo. Ahora tenemos muchas más herramientas y le damos importancia al hacer más que al repetir y memorizar, que también forman parte”. 

Para todos

Piccadilly Circle recibe a niños desde los 5 años hasta adultos, con las ganas de aprender como único límite. Los grupos son reducidos, no superan los diez integrantes, y se conforman de acuerdo con el nivel con que llega cada uno. “Siempre tenemos un período de diagnóstico”, remarcó la directora y “al ser tan personalizado, nos da la ventaja de poder atender a cada alumno”. 

Además de los cursos con dos clases semanales, Piccadilly Circle se destaca por los talleres, que se dictan una vez por semana dos horas, y generalmente son para chicos que recién empiezan pero que quieren un efectivo estímulo de inglés para aprender una segunda lengua.

“Los talleres funcionaron muy bien”, contó y expuso que en ese ámbito “trabajamos en unidades temáticas, no con un libro de texto. Las unidades son planificadas, se adquieren los contenidos a lo largo del año, y cada una de ellas termina con un producto definido, una presentación, algo hecho por los chicos, una exposición. Entonces, no usamos libro de texto”. 

Y sumó que “en los demás niveles tenemos como base un libro de texto, pero la propuesta es no atenernos a algo estático y poder adaptarnos a las necesidades de cada grupo”. 

Fanas de la cultura inglesa

La familia Nimes Fabre se declara fanática de la cultura inglesa. Y esa devoción se refleja en la sede de Piccadilly Circle, una casa totalmente reciclada y decorada por Gustavo, con aulas inspiradas en esos hechos trascendentes que remiten a Londres.

“La idea fue tener algo distinto, detalles en cada aula, más allá de que sean funcionales y de que los niños se sientan cómodos, están totalmente equipadas, pero cada una con una temática”, describió Isabel y mencionó los célebres salones de Harry Potter, The Beatles y Candem Street.

Y agregó que “nos gusta que esté lindo, que tenga algo visual. Hay cuadros, libros y juegos. Siempre es todo muy lúdico y apostamos a que los alumnos logren un espíritu de pertenencia”. 

Los espacios se disfrutan con diversas propuestas pedagógicas, con las actividades del workshop para aprender a través del hacer, o los dos patios para esas pausas cortas que les permiten a los chicos recuperar la atención y seguir adelante, olvidándose del teléfono. 

“Queremos que todo el que venga se sienta bien y vaya aprendiendo, pero que lo sienta como una experiencia significativa, que lo puedan hacer de una manera que deje huella”, invitó Isabel Fabre, quien trabaja en equipo junto a las profesoras Martina y Micaela. 

En ese sentido, compartió que “sabemos que es una apuesta muy importante que hacen los papás, que han tomado consciencia de que el inglés es una herramienta para el futuro, que ya es hoy y que se ve en cualquier contexto”. 

En plena etapa de inscripción, la directora de Piccadilly Circle se refirió a las inspiradoras razones de un papá que se acercó a anotar a su hijo: “Quiero que le dé libertad, porque saber inglés le va a permitir elegir cualquier proyecto de vida”. 

Desde lo personal, Isabel Fabre confió que “el inglés me ha abierto un montón de puertas, y es una satisfacción haberlo aprendido y enseñarlo. Es algo que hago como un trabajo, pero también como un hobby”.

Contacto 

Picaddilly Circle está en Ituzaingó 1262. 

Por consultas: 2494 576072.

En Instagram: @piccadilly_circle