Sergio Farinelli explicó los problemas que acarrea el uso excesivo de la tecnología durante la cuarentena
El licenciado Sergio Farinelli informó en diálogo con este medio que, lógicamente, el uso de los dispositivos electrónicos se ha incrementado durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el presidente Alberto Fernández. Explicó las consecuencias que esto puede ocasionar, principalmente en los menores, y brindó algunas recomendaciones.
La medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio, extendida hasta el 12 de abril, ha generado una modificación en las conductas y en los hábitos familiares y, en un mundo que cada vez se torna más tecnológico, el uso de los dispositivos digitales se ha incrementado.
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La posibilidad que nos brinda la tecnología de estar conectados con diferentes personas en cualquier lugar del planeta se ha tergiversado durante esta cuarentena y las herramientas informáticas que antes se utilizaban durante algunas horas o minutos hoy se emplean, en algunos casos, durante todo el día.
La multipantalla hace que hasta los más pequeños puedan usar en cualquier momento y en cualquier lugar un aparato para mirar televisión, jugar un videojuego o comunicarse con sus allegados. Una serie que se mira por el televisor puede continuarse cómodamente por un celular o una tablet, fomentando así el sedentarismo.
El licenciado en relaciones internacionales y especialista en infancia Sergio Farinelli dialogó sobre este tema con El Eco Multimedios y contó que cada día las personas dependemos más de la tecnología y que la utilizamos, principalmente, para comunicarnos. No obstante, se preguntó “¿qué ocurre cuando estamos todos en casa?”.
“La comunicación hoy está dada porque la mayoría de la gente se contacta con sus padres o sus hijos. Pero el problema en este momento es el uso que hacemos de la tecnología”, remarcó el fundador y director de Mamá Saludable.
En ese sentido, remarcó que no es lo mismo utilizar los dispositivos para comunicarse que hacerlo porque se está aburrido. En el caso de los más jóvenes, el cuadro se agrava aún más porque genera sedentarismo y un consumo masivo de pantalla, ya sean celulares, computadores tablets o consolas de videojuegos.
La realidad es que, lamentablemente, no todas las personas cuentan con un patio o un jardín en sus casas al que pueden salir para estirarse o respirar aire fresco. No obstante, Farinelli destacó: “Normalmente, teniendo disponibilidad para ir a jugar o a hacer actividad al parque o a la plaza, no lo hacen; entonces estando en casa se incrementa el uso de la tecnología, porque el aburrimiento lleva a que sea más fácil”.
En el caso de los adultos, explicó que deben ser quienes eduquen con el ejemplo a los más chicos, ya que los niños imitan las acciones de sus padres. Entonces, si ven que el mayor está continuamente consumiendo internet dicen “si papá se conecta, yo también quiero hacerlo”. Con los adolescentes, según refirió, la situación es más compleja ya que es una etapa más desafiante “y se suma el pensamiento de ‘yo puedo estar 15 horas seguidas y no me va a pasar nada’”.
Asimismo, indicó que el aislamiento y el incremento en el consumo tecnológico convergen en un desorden familiar. Por lo tanto, señaló que lo que se debe hacer durante la cuarentena es hacer un uso racional, preponderando en las redes la comunicación con los afectos que debieron quedarse en sus casas.
“Pero tenemos que darle un orden. Por ejemplo, suspenderlas a la hora del almuerzo y de la cena. No todos podemos estar con el celular, porque eso se va progresando. Y cuando todo vuelva a la normalidad, para los chicos y para los adolescentes va a seguir siendo esto lo habitual”, reveló.
Actividades para hacer en familia
A fin de evitar el consumo masivo y excesivo de tecnología, el autor del libro Dino-Saurus brindó una serie de recomendaciones para que las familias puedan jugar y divertirse de la manera tradicional.
En primer lugar remarcó que no se les debe dar un dispositivo móvil a los menores de dos años, aunque reconoció que la gran mayoría de los padres lo hacen y que el consumo de tablets en infantes se ha incrementado notablemente. Asimismo, expuso que para los niños de entre dos y cinco años el tiempo permitido frente a una pantalla debe ser de una hora, y para los que tienen entre seis y doce, una hora y media.
“Tenemos que volver a lo que hacíamos antes, volver a jugar; reír y jugar en casa. Esa es una buena opción, buscar las cartas, los juegos que quedaron relegados por cuestiones de tecnología”, manifestó Farinelli.
Conjuntamente, se debe buscar un orden en la casa y para ello se deben disponer de hábitos. En ese aspecto, expuso que es importante adoptar períodos de silencio, puesto que eso ayuda a estabilizar a todos y transmite tranquilidad.