Analizaron levantar los puestos sanitarios pero se optó por mantener los controles ruteros
Los integrantes del Comité de Seguimiento del Covid-19 en el partido de Tandil analizaron este viernes la posibilidad de retirar los puestos de control sanitario apostados en las rutas, tal como hicieron en Bahía Blanca y Olavarría, por ejemplo. El vicepresidente del SISP, Matías Tringler, explicó los motivos por los cuales pensaron en quitarlos, pero rápidamente desde el Municipio aclararon que se mantendrían en funcionamiento. Por su parte, el director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, manifestó que a él nunca le consultaron ni le avisaron nada al respecto.
Si bien el pasado miércoles, durante la conferencia de prensa virtual que brindó el intendente Miguel Lunghi para contar los detalles de la reunión que mantuvo con el gobernador Axel Kicillof, el propio jefe comunal había asegurado que los puestos sanitarios se mantendrían en la ciudad, la situación este viernes pareció haber cambiado.
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Al igual que hicieron algunas localidades como Olavarría o Bahía Blanca, en Tandil se comenzó a barajar la posibilidad de quitar los tres puestos de control sanitario apostados en los ingresos por ruta.
El motivo, según informó el vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Matías Tringler, es que actualmente son más de 300 las personas que están cursando la enfermedad y, por ende, son muchos los contactos que deben permanecer aislados.
Para controlar dicha cuarentena, la localidad debe contar con personal pero la realidad es que los retenes demandan muchos trabajadores durante las 24 horas.
“No estamos lejos de quitar los puestos de control, lo estamos analizando. Más que nada porque hay mucho esfuerzo para hacer dentro de la ciudad”, señaló Tringler en diálogo con el programa Tandil Despierta, que se emite por Eco TV y Tandil FM 104.1, y agregó: “Si uno tuviera recursos infinitos de personal podría pensar en dejarlos, pero la verdad es que nosotros tenemos un nivel de pacientes activos en la ciudad que tienen que hacer cuarentena que hay que vigilar”.
No obstante, el subsecretario de Comunicación y Vinculación Institucional del Municipio, Mauricio Acosta, aseveró que el Comité de Seguimiento del Covid-19 en el partido de Tandil analizó la posibilidad de levantarlos, como estudia muchas otras medidas, pero que tomó la determinación de no hacerlo.
“Es algo que no es recomendable, como dijo el intendente el otro día. Está el acuerdo de que no se van a levantar los controles sanitarios porque Tandil tiene sus características, y es una ciudad turística. Entonces, por el momento, van a seguir funcionando como hasta el momento”, confirmó.
“A nosotros no nos avisaron nada”
Mientras los infectólogos debatían la posibilidad de retirar los puestos de control apostados en las rutas, el director de Control Urbano Vehicular, Walter Villarruel, dialogó con El Eco de Tandil y contó que a él no le habían consultado ni tampoco le habían avisado.
“Los que primeros se enteran son los que están en la calle, y los chicos mismos me preguntaban si era cierto que los iban a levantar, pero a mí no me avisaron nada. Y creo que si lo hacen, el primer fin de semana se llena de turistas”, evaluó.
Además, contó que no son ellos quienes controlan en la ciudad a quienes deben respetar la cuarentena obligatoria y explicó que en los puestos trabaja “personal de Control Urbano Vehicular, uno o dos policías, que están de apoyo por si se necesita algo, y los voluntarios que toman la temperatura o las declaraciones, pero la mayoría ni siquiera son enfermeros”.
Analizó que si se tomara la determinación de quitarlos, la gente se volcaría masivamente a la ciudad “porque nosotros rebotamos a muchísimas personas”. Si bien no precisó la cifra, sí afirmó que “estamos continuamente rechazando”.
Explicó que lo hacen porque muchos no cuentan con el permiso correspondiente y otros acusan que vienen a realizar una tarea que no está declarada como esencial.
“El jueves, por ejemplo, vino una persona que primero dijo que tenía que comprar tejido, después que venia a ver un familiar y cuando le pedimos el permiso de tránsito marcaba que era de un jubilado de la policía naval. Entonces no se justificaba el ingreso”, ejemplificó.
Puestos restrictivos
Reveló el director de Control Urbano Vehicular que en estos seis meses que llevan de trabajo solo detectaron ocho casos con temperatura elevada, de los cuales dos se presentaron solos.
“O sea que detectar el coronavirus en los puestos es muy difícil con esta metodología, porque la pistola no es confiable, no está preparada para un uso intensivo como el que le damos; está las 24 horas apuntando y disparando”, esbozó.
Por tal motivo, él le planteó a las autoridades en su momento la posibilidad de realizar una prueba de olfato a los conductores, pero su propuesta no fue tenida en cuenta.
“Los controles sirven para que no ente masivamente la gente. Más que sanitario, es un control restrictivo respecto quién puede entrar y quién no”, sostuvo y remarcó que el primer fin de semana posterior a que se retiren los controles, la ciudad se llenará “y ahí sí va a ser incontrolable, por más que el virus ya esté adentro”.
El flujo en los puestos
Respecto a la circulación y al flujo de personas en los retenes informó que desde que se determinó que Tandil permanecería en Estadio Rojo ha disminuido “muchísimo” tanto en los egresos como en los ingresos a la ciudad: “Lo que no ha mermado ha sido la llegada de los trabajadores esenciales; es increíble la cantidad de camiones que vienen. Pero después, autos particulares han bajado considerablemente”.
Refirió que todos aquellos que vengan a realizar una actividad encuadrada en los rubros esenciales pueden entrar, realizar el trámite y retirarse. En cambio, los comisionistas que provienen de ciudades con circulación comunitaria del virus o localidades declaradas como zona de brote epidémico activo, deben realizar el intercambio de bienes en el puesto.