El presidente Mauricio Macri volvió a Tandil con su familia para pasar la Semana Santa
El presidente Mauricio Macri, junto a la primera dama Juliana Awada y la hija de ambos Antonia, transitan el fin de semana largo por Semana Santa en Tandil. La familia presidencial se hospeda en la estancia La Carlota. En tanto, ayer el matrimonio jugó al golf en El Valle de Tandil Country, Golf & Resort y se aguarda que hoy visite al padre Raúl Troncoso.
Recibí las noticias en tu email
Macri llegó a la ciudad el jueves, en el avión presidencial Tango 10, y se alojó en la estancia que pertenece a su madre Alicia Blanco Villegas, el lugar que también había elegido para casarse con Juliana Awada en 2010.
Si bien se especulaba con la posibilidad de que el mandatario caminara la Procesión del Santo Entierro junto a los fieles y autoridades de la ciudad, no se presentó en el centro. Tampoco mantuvo contacto con el intendente Miguel Lunghi ni con referentes del PRO local que desconocían si llevaría adelante alguna actividad de corte político.
Sin embargo, trascendió que hoy, a media mañana, Mauricio Macri podría visitar al padre Raúl Troncoso en el templo del Santísimo Sacramento. Es que como anticipó este Diario, el sacerdote recibirá entre 500 y mil viviendas sociales del Gobierno nacional.
Tras pasar las Pascuas en Tandil, el Presidente tiene previsto reunirse con gobernadores, la próxima semana, en Buenos Aires, previo a preparar su viaje a Estados Unidos, donde mantendrá una entrevista con su par Donald Trump.
Golf, en contacto
con tandilenses
La visita del mandatario a El Valle de Tandil marcó la jornada de ayer. Mauricio Macri llegó al predio ubicado en el camino turístico de Don Bosco cerca de las 10.45 y se fue tras almorzar en el house de las instalaciones del club, enclavado en las sierras.
Macri y Juliana Awada salieron a jugar en un carro y disputaron catorce hoyos, es decir, no completaron la ronda. Se enfrentaron a Nicolás Parasuco, el propietario del lugar, y un integrante de la comitiva que acompañaba al Presidente, quien resultó vencedor en el match.
Si bien hubo un fuerte operativo de seguridad en el acceso al club por avenida Don Bosco y en el perímetro de la cancha, las instalaciones permanecieron abiertas a los tandilenses y turistas que disfrutaban del soleado mediodía. Hubo controles, donde se pidieron los documentos de las personas que ingresaban a la cancha y al country.
Durante su tránsito por los diferentes hoyos, el mandatario saludó con simpatía y amabilidad a los golfistas y a las personas que visitaban El Valle, pero además aceptó tomarse fotografías con todos los que se lo solicitaron.
En una de las pausas, Hernán Cagnoli se acercó para saludar al actual presidente de la Nación. Aunque estaban jugando hoyos diferentes, Nicolás Parasucco aprovechó para presentarle a Mauricio Macri a quien forma parte de una familia cuyo apellido trascendió largamente las fronteras de la ciudad y es sinónimo del genuino salamín tandilero.
Otro golfista que saludó a Macri fue José Luis González y también el fotógrafo Gerardo Merello, quien le obsequió un cuadro con su mapa de Argentina Arriba, que promueve dar vuelta la geografía para pensar al país en una posición de liderazgo.
Antes de dejar las instalaciones, Mauricio Macri almorzó en el club house junto a sus compañeros de green. Cuando se levantó para retirarse, la gente que estaba en el lugar lo despidió con un aplauso.
La última
visita
Macri no viajaba a Tandil desde el segundo fin de semana de octubre del año pasado, cuando festejó el cumpleaños de su hija menor Antonia, en el campo. En esa oportunidad, también fue a jugar al golf en El Valle, donde permaneció varias horas distendido y en contacto con la naturaleza.
Otro punto en común de las dos visitas a Tandil como presidente es que no tomó contacto con los referentes del PRO local ni con el intendente Miguel Lunghi. Tampoco desarrolló una agenda vinculada a la política ni visitó las obras que se ejecutan con fondos nacionales.
Este contenido no está abierto a comentarios