Tras la seguidilla de amenazas de bomba, la policía identificó al presunto autor de una de las denuncias
Luego de tres jornadas consecutivas con amenazas de bombas en establecimiento educativos de la ciudad, las autoridades policiales y educativas centraron esfuerzos en intentar desalentar la modalidad, que dejó a cientos de alumnos sin clases y obligó a movilizar los servicios de emergencias de la ciudad.
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La seguidilla de casos comenzó este miércoles con una alerta en la Escuela Normal Superior “General José de San Martín” y en Estrella de Belén. En ambos casos, efectivos policiales colaboraron con la evacuación de los edificios hasta el arribo del personal de la Brigada de Explosivos, con sede operativa en Azul.
Al día siguiente sorprendió a las autoridades un nuevo caso, esta vez, en la Escuela de Educación Técnica 2 “Ingeniero Felipe Senillosa”, que demandó el abandono del establecimiento para su revisión.
Ayer, en tanto, la Jefatura Distrital convocó al personal de la Brigada de Explosivos de Azul por una amenaza de bomba en la Escuela Secundaria 1 “Lucio V. Mansilla”, de Fugl y Azcuénaga, y durante el trayecto se sumaron otras dos instituciones, la Escuela Media 8 (exComercio) y el colegio San José.
Frente a este preocupante escenario, el sistema de Emergencias 101 Mejorado remitió las actuaciones por “Intimidación Pública” a la comisaría de la jurisdicción, que realizó las tareas correspondientes para dar con los autores de las amenazas.
Según pudo confirmar este Diario, como resultado se logró identificar a uno de los sospechosos vinculados a la denuncia anónima que ingresó ayer, a las 8.34, sobre la existencia de un artefacto explosivo en Comercio.
El trabajo en
las escuelas
Por su parte, el titular de la Jefatura Distrital de Educación, Rodolfo Badín, se refirió a la situación que se registró en seis instituciones locales distintas y el trabajo a desarrollar para desalentar esta modalidad que parece que “se va propagando”.
En diálogo con el ciclo radial “Buenas y santas” (104.1 Tandil FM), el funcionario indicó que desde lo institucional el abordaje se centra en el trabajo de concientización en las escuelas.
El objetivo es que los estudiantes “tomen conciencia” de lo que implica “hacer un procedimiento, una evacuación en una institución e implementar el plan de riesgo, que se debe contactar con la Brigada Antiexplosivos de Azul, que requiere la intervención policial”.
A su vez precisó que ante un aviso de bomba se pone en marcha un plan de riesgo según lo que establece el decreto 22/99, mientras se le da intervención a la policía y la repartición especializada con sede en la vecina localidad.
En ese marco, y tras ratificar que se cuenta con datos firmes en torno a uno de los casos, dijo que “una vez que se identifica al alumno responsable de la llamada, los directivos y el equipo de orientación escolar comienzan a trabajar con el menor y su familia, independientemente de la intervención policial frente al caso”.
A propósito de ello resaltó la importancia de mantener conversaciones en casa con los chicos y que, “si tienen una evaluación es preferible hablar con el docente para ver la posibilidad de que la postergue como para poder repasar los contenidos, si es que lo hacen por eso”.
Amenazas de
bomba solo en Tandil
Por su parte, el jefe de la Brigada de Explosivos de Azul, mayor Marcelo Milos, abordó aspectos del protocolo de intervención, que evalúa primero el llamado de alerta y luego deriva a la delegación jurisdiccional.
Luego, el perito de turno recepciona el aviso y lo encuadra en función de los datos aportados. Así, en caso de tratarse de una amenaza, se realiza con “mayor celeridad, con un móvil y herramientas de mano, y se pasa a una inspección ocular aplicando determinadas técnicas”.
A su vez certificó que del ámbito de la jurisdicción, que comprende doce distritos en total, solo en Tandil reciben llamados de mediante esta modalidad y agregó que, ante cada intervención, se labran actuaciones bajo la carátula “Intimidación pública”.
El accionar
La delegación interviene desde la evaluación de un lugar hasta el asesoramiento, desactivación de aparatos y una intimidación pública, como en el caso de las amenazas de bomba en establecimientos educativos.
“Cuando hay un riesgo de explosivo, por amenaza o constatación de sospecha, es esta especialidad la que tiene que intervenir”, certificó.
A su vez, el titular de la brigada informó que la delegación tiene una jurisdicción amplia y desde el punto de vista del personal “somos una fuerza efectiva reducida”, con lo cual, a la hora de movilizar la estructura ante convocatorias de otras localidades, como Tandil, el personal idóneo acude con las herramientas necesarias a atender la demanda.
“Cuando se constata algo, el despliegue es mayor y más complejo”, ya que “hay que acudir con un camión y una tolva, y el tipo de herramientas que se utiliza requiere de un espacio determinado”, detalló.
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