Tandilense condenado por un choque en Azul donde dos docentes fallecieron
Un juez correccional de Azul condenó a la pena de tres años de prisión en suspenso y diez años de inhabilitación para manejar a un tandilense que protagonizó una tragedia vial en la que fallecieron dos docentes de la vecina localidad.
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El fatal accidente ocurrió en septiembre de 2015 sobre la Ruta Nacional 226, cuando las dos mujeres iban a dar clases en un auto que fue chocado de manera frontal por una camioneta, conducida por Guillermo Hernán Bizzozero (42), oriundo de Tandil.
Según cita el diario El Tiempo de Azul, Héctor Torrens, juez a cargo del Juzgado Correccional 2, halló al tandilense autor de un “Homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria de vehículo automotor y por la pluralidad de víctimas”.
Sobre el siniestro vial, ocurrió el 14 de septiembre del 2015, alrededor de la 8, cuando Soledad Lilian Sciammarella y María Azucena “Tunti” Sottile, la primera profesora de inglés y la otra de ciencias jurídicas y contables, iban en un auto a dar clases a la escuela secundaria que está en el Arsenal Naval Azopardo y fueron colisionadas a la altura del kilómetro 248 de la Ruta Nacional 226 por una camioneta Ford Ranger en la que viajaba el condenado acompañado por un hijo suyo, en dirección a Azul.
La pick up remolcaba un carro cargado con zarandas de hierro, “el cual carecía de las medidas de seguridad para circular”, ya que lo hacía “con una carga superior al peso legalmente permitido”, rezó la argumentación del magistrado a la hora de emitir su fallo condenatorio.
Al decir del veredicto, la Ranger circulaba “a mayor velocidad que la reglamentaria” y además “invadió el carril contrario”. Es decir, la mano de la ruta por donde iba el auto en el que viajaban las profesoras, una de las cuales tenía 32 años y la otra, 48.
La violencia del impacto derivó en los inmediatos decesos de ambas docentes, después de que a causa del choque la Ranger quedara volcada en la banquina sobre uno de sus laterales.
El tandilense condenado en este juicio abreviado había tenido que ser hospitalizado por las lesiones leves sufridas en la colisión, al igual que sucedió con su hijo, en ese entonces de 17 años.
“Guillermo Hernán Bizzozero ha actuado de modo imprudente y violatorio”, concluyó el juez Torrens, “al no conservar el dominio efectivo del vehículo con un tráiler (que no conformaba las condiciones mínimas de seguridad y de las reglas establecidas para el tránsito en rutas) al conducir en una ruta nacional (226), con el cual invadió el carril contrario de circulación, se interpuso en la línea de marcha reglamentaria del automóvil Toyota Etios Cross y generó una colisión del primero contra el último vehículo”. U
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