Por un boquete, sustrajeron máquinas de la cooperativa que limpia el Langueyú
La cooperativa El Laurel sufrió un importante robo de maquinaria en el obrador ubicado en Pasteur 1680, en Villa Aguirre. A través de un boquete, la despojaron de tres motoguadañas y de una motosierra que el equipo de veinte trabajadores utilizaba para limpiar las márgenes del arroyo Langueyú. Las herramientas, que habían sido adquiridas hace un año, costaron unos 60 mil pesos.
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El obrador ubicado en Pasteur y Rosales fue inaugurado a mediados de mayo, para potenciar la cooperativa y que los trabajadores tuvieran un lugar para cambiarse, arreglar y guardar las herramientas. La construcción de planchones se instaló sobre un terreno que les prestó el Municipio, enfrente del domicilio del coordinador de la cooperativa.
“Ayer por la madrugada hicieron un boquete en la parte de atrás. La verdad que es muy pequeño. Estimamos que -es lamentable esto- que ha tenido que entrar un niño pequeño por el boquete para sacar las máquinas porque una persona grande no entra por ahí”, describió Nicolás Carrillo, dirigente del Movimiento Evita.
Explicó que las cuatro motoguadañas y la motosierra eran de buena calidad, debido a que debían durar los dos años que se extiende el convenio firmado por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y el Gobierno de la Provincia para la limpieza del Langueyú.
Sobre el horario del robo, indicó que “enfrente vive el encargado del trabajo de la cooperativa que es Mario Sánchez. Así que de la medianoche a las 6 fue el tramo en que Mario se acostó a dormir, y cuando se levantó y abrió el galpón se encontró con esta situación”.
Carrillo estimó que los ladrones utilizaron cortafierros y martillos para perforar los planchones, ya que encontraron marcas en otros tramos donde intentaron romper el material para ingresar. Además, les pareció que detrás del galpón había huellas de un vehículo que pudo haber ingresado para cargar el botín. “Es una presunción, porque hay algunas huellas, pero no estamos seguros”, dijo.
Trabajo
más lento
El referente del Movimiento Evita lamentó la pérdida de las máquinas que habían costado unos 60 mil pesos. “No sé cómo vamos a hacer para reponerlas”, anticipó y agradeció que les quedaron dos motoguadañas y una motosierra que estaban guardadas en otro lugar. Además, en el obrador había varias herramientas de mano, como machetes, rastrillos y elementos de seguridad que los ladrones no se llevaron.
Ayer, radicaron la denuncia en la comisaría Cuarta. Por otro lado, solicitaron a los tandilenses que avisen si alguien les ofrece motoguadañas marca Oleo Mac modelo 746 T o una motosierra Husqvarna. “Vamos a tratar de hacer un seguimiento, porque son máquinas que se roban para vender en la ciudad. Me parece que está bien hacer un seguimiento por si las podemos recuperar”, consideró.
La cooperativa El Laurel está integrada por veinte trabajadores que se ocupan de la limpieza, desmonte y parquización del Langueyú y otros cinco que se encargan de la administración. “Vamos a tener que ver cómo reponemos toda esta maquinaria. Se va a seguir trabajando, pero lamentablemente estimo que esta semana y la que viene de forma muy manual, con herramientas de mano”, adelantó Carrillo.
Y evaluó que “es un golpe fuerte al trabajo. Vamos a hacer el esfuerzo de reponerlas lo antes posible pero obviamente, va a costar, porque es un proceso que a todos nos cuesta un montón. No es que la cooperativa tiene ganancias o excedentes, sino que todos los ingresos van a pagar los sueldos de los trabajadores”.
En ese aspecto, precisó que la compra de las herramientas y del vehículo que utilizan estaba establecida en el convenio y se pagó con un adelanto financiero de la Provincia. En tanto, las cuotas mensuales se destinan a los sueldos.
La inseguridad
en Villa Aguirre
Al analizar la seguridad de la zona, Carrillo señaló que “es la demanda principal de la ciudadanía en cualquier sector social, pero en los barrios se sufre mucho más porque la seguridad es menor. El contexto habilita esas situaciones, porque hay menos luminarias, menor presencia policial y cámaras de seguridad, en Villa Aguirre conozco solo una que está en la entrada de Aeronáutica Argentina. Las doscientas que hay en Tandil están concentradas en el centro, lo cual hace más complejo después descubrir el delito, qué sucedió o quién lo cometió porque no hay presencia de las cámaras de seguridad”.
Por otro lado, advirtió que “en lo que es el delito predatorio, que como vecino también lo sufro, que es que se metan a tu casa, roben cosas del patio y demás, es permanente. Lo triste es que lo sufren los vecinos más pobres, como el robo de garrafas y de esas cosas que hay que dejar en el patio obligadamente, es continuo y permanente. Es lamentable porque los vecinos más humildes, además de su condición y de vivir en un barrio que no tiene todos los servicios, también sufren el delito y la desconfianza hacia la policía, que es cotidiana porque no hay un ámbito donde los vecinos de los barrios puedan discutir y plantear esta situación. Así que es muy grave el tema de la seguridad”.
“Una de cal y
una de arena”
Por otra parte, Nicolás Carrillo se mostró prudente en relación a los posibles reclamos al Municipio y valoró que “cuando salió lo de la cooperativa, que fue una pelea de muchos años de los vecinos, rápidamente me junté con (el subsecretario de Desarrollo Social) Pablo Civalleri para contarle la buena noticia para Tandil. Más allá de que habíamos gestionado nosotros esos puestos de trabajo, también era bueno para el Municipio porque, de alguna manera, se sacaba una mochila de encima y nosotros asumimos la limpieza de los márgenes del arroyo”.
También celebró que le pidió a Civalleri y “rápidamente gestionó” el lugar para emplazar el obrador. “Es un espacio de trabajo para mejorar la situación de los trabajadores, que tengan un lugar a la mañana para llegar y poder encontrarse, cambiarse, limpiar y arreglar las máquinas. Nos facilitó tener el obrador ahí, y lo financiamos con los recursos de la cooperativa”, indicó.
En contraposición, explicó que “le acerqué la documentación de nuestra asociación civil a Matías Civale (presidente de la Usina), porque un espacio así tiene que tener luz. En más de una ocasión le envié la información por mail, le consulté en más de dos oportunidades en qué situación estaba el trámite y no tuve nunca respuesta de eso”.
En relación a las respuestas del Estado municipal, consideró que fue “una de cal y una de arena”, al destacar como “muy buena la actitud que tuvo Pablo, de muy rápidamente gestionarnos el espacio ante el Intendente y darnos un permiso para que, mientras dure el convenio, podamos tener nuestro obrador, pero lo otro siempre me hizo ruido, que no nos hayan dado una respuesta”.
La intención de la cooperativa es contar con energía eléctrica para colocar una alarma que los proteja de los robos, pero también para alimentar cualquier máquina que necesiten poner en marcha en ese espacio de trabajo. “Nunca tuvimos respuesta a eso, y ahora estaría bueno tenerla para poder iluminar los márgenes del galpón y tener más tranquilidad. Villa Aguirre es muy oscura y durante la madrugada hay mucho silencio, lo que habilita este tipo de situaciones”, concluyó.
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