Asaltaron y golpearon salvajemente a un vendedor de panchos en Figueroa al 900
Un hombre que tiene un puesto móvil de panchos fue víctima de un asalto el domingo, en horas de la noche, cuando regresaba de trabajar. El hecho ocurrió frente a su domicilio, en Figueroa al 900. Los ladrones le dieron una feroz golpiza y le sustrajeron unos 7 mil pesos y mercadería.
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En diálogo con El Eco de Tandil, Ricardo Herrera contó que el atraco sucedió el domingo, poco después de las 22, cuando se dirigió a su casa luego de que cerrara el paseo de compras Puente Azul.
“Volví con el carro enganchado, paré donde se encuentra el carro ahora, en Del Valle al 900, lo abrí para sacar toda la mercadería que tenía adentro y meterla al freezer para que no se echara a perder. De repente, entraron dos personas al carro, y me empezaron a insultar y pegar”, explicó.
Los ladrones le gritaban: “Dame la plata hijo de p…”. Como Herrera les dijo que no tenía dinero, los delincuentes lo golpearon más salvajemente con un objeto contundente.
“Soy diabético, así que me descompuse, porque me pegaron mucho. En un momento, uno me agarró del cuello y el otro me metió la mano en el bolsillo y me robo más o menos 7 mil pesos que tenía”, indicó.
Además, los malvivientes se llevaron mercadería, como azúcar, yerba, golosinas, cigarrillos y huyeron corriendo hacia Rodríguez, tras lo cual los perdió de vista.
“Estoy muy
dolorido”
Ricardo Herrera aseguró que le pareció conocer a uno de los ladrones, aunque no está seguro porque no le pudo ver el rostro, pero en un momento determinado le dijo “Richard”, con familiaridad, que es como le dicen habitualmente.
Explicó que eran tres delincuentes, ya que uno estaba debajo del carro haciendo de campana.
En tanto, los otros dos fueron los que subieron al carro. Estimó que tendrían entre 20 y 22 años, y los describió como de mediana altura, muy jóvenes, bien vestidos y con capucha, con el rostro semicubierto.
“Uno me pegaba con alma y vida”, expuso. Y explicó que “me bajé del carro y me desvanecí, me caí al piso hasta que empezó a pasar la gente, después vino la policía, pero yo no hice la denuncia porque no quise”.
“Estoy muy dolorido, me duele todo el cuerpo porque yo no les vi ningún arma, pero para mí era un revólver con lo que me pegaron en la cabeza, porque era algo contundente”, afirmó.
Y recordó que “entré al carro como siempre porque nunca me imaginé que me iba a pasar algo así, eran 22.10, temprano, porque una vez que cerró Puente Azul, que en la puerta tenía el carro de panchos, me vine para mi casa, solo. Para mí que los mandó alguien”.
“Me robaron muchas veces. Años atrás me habían robado y pegado mucho. Pero es la primera vez que me roban al salir de Puente Azul”, sostuvo.
“Hay que seguir
trabajando”
“Hay que seguir trabajando, ahora voy a ordenar el carro porque me lo desordenaron todo”, lamentó.
Y afirmó que la zona en general es tranquila a esa hora, pero “el problema es cuando está el bailable, que pasan, te rompen un vidrio porque sí, tiran piedras, pero solo cuando hay baile”.
“Ahora me voy a quedar yo a dormir en el carro de noche, por si intentan abrirlo yo estaré ahí adentro, y no van a entrar, y si entran, no van a salir. Estoy decidido”, advirtió.
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