Animales sueltos
Señor Director:
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Quiero contarle algo que me sucede casi siempre. Cuando salgo a trotar por zonas alejadas, como el club Uncas al fondo, todo ese tipo de zonas, los perros de las casas viven sueltos, y es un peligro latente. He sido abordada en reiteradas oportunidades por perros que, al verme pasar trotando, sienten que soy una amenaza y me torean muy mal. Esto alerta a los demás perros sueltos, y salen todos a mi encuentro, me rodean y atinan a morder.
Como ya lo sé, voy armada hasta los dientes con piedras y palos, pero no se puede andar así. Es vía pública, y la gente tan irresponsable no toma conciencia. Me han mordido levemente en alguna oportunidad. Me han roto la ropa porque me han tarasconeado la remera y tironean. Yendo con mi hija, nos han rodeado y casi atacado, de no ser por un auto que llegó a toda velocidad y se interpuso.
Los dueños se hacen los idiotas, obvio. Nadie sale de sus casas a hacerse cargo de la situación. Es alarmante y asusta. No quiero dejar de andar por ahí por culpa de esto. Tengo derecho, ya que es vía pública.
Luther King y Lanza de Vasto es una de las zonas con perros enormes sueltos. Hay dos ovejeros agresivos. Uno es un Collie azul y el otro un tipo Border Collie negro y blanco de tamaño grande. Y otra casa es en la calle donde muere Teresa de Calcuta, doblando a la derecha.
Alejandra Gayral
DNI 17.862.928
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Sin educación y seguridad no existimos
Señor director:
El 11 de septiembre de 1888 fallecía en Asunción, República de Paraguay, nuestro compatriota Domingo Faustino Sarmiento. Murió tan pobre como había nacido. Cuando la Argentina por decisión de su dirigencia, retorne al camino de la grandeza que le cabe en el concierto de las naciones del mundo, se tendrá que contar del ilustre sanjuanino, que siendo gobernador de su provincia natal, promulgó la Ley de Enseñanza Obligatoria y Primaria. Que como presidente de la Nación, entre 1868 y 1874, entre otros logros, triplicó la población escolar (de 30 a 100 mil alumnos), propiciando la creación de la Academia de Ciencias, creando además la Universidad Nacional de San Juan, la Facultad de Ciencias Físicas y Naturales, la Biblioteca Nacional de Maestros y el Observatorio Astronómico de Córdoba. Todo cuestionamiento que se le pueda realizar queda minimizado frente a su legado. El recuerdo a Domingo Faustino Sarmiento por haber procurado, desde el ámbito de la educación, una Argentina digna de ser vivida. Una de nuestras decadencias se asocia a la educación: “El maestro debe volver a ser maestro y no un empleado público más”.
La corrupción existe cuando hay una parte de la sociedad que la permite. La desaparición de López y Maldonado es para los derechos humanos lo que agobia a los argentinos. Sin embargo, nos matan por 200 pesos y, si son menores, los suben a los autos de la policía y se los entregan a sus padres, y aquí no sucede nada. No hablemos de nuestros políticos enjuiciados por corrupción, no solamente no están presos, sino que cuentan con chances de ser candidatos políticos como si nada ocurriera. Se roba con total impunidad y como si fuera poco, se pintan las propiedades privadas y las ciudades quedan “mamarrachadas” y la sociedad pareciera que lo acepta como si fuera una normalidad. Incluso las escuelas, un ámbito de educación.
Yo pregunto, ¿para qué los tenemos a los concejales, los diputados, los senadores votados por el pueblo? ¿No están para sancionar leyes para que los que tengan que ejecutar tengan las armas necesarias para llevarlas a cabo? Este Gobierno está haciendo un esfuerzo ímprobo para instaurar una democracia republicana en medio de múltiples acechanzas internas y externas. El camino emprendido por el Gobierno depende del acierto con el que se diseñen y apliquen medidas de difícil pronóstico que puedan ser criticadas desde la ortodoxia. Pero los niveles de pobreza a los que hemos llegado hacen necesario extremar las medidas para asegurar la contención social. Por todo ello, alguien dijo: “Argentinos, a sus cosas”.
Sebastián Rosse
DNI. 3.748.290
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Argentina no avanza,
pero zigzaguea
Señor Director:
Más allá de nuestra inconveniencia, como resultado del empate entre Argentina y Venezuela, no puede dejar de resaltarse la hidalguía, entrega, espíritu deportivo y pericia táctica y técnica de ese grupo de jugadores, varios de ellos recientemente clasificados subcampeones mundiales juveniles, representantes de un país que, en primera instancia no ha sido tradicionalmente futbolero como el nuestro y donde están acaeciendo tan graves y penosos como lo que emergen de los hermanos caribeños.
En sus adversas circunstancias, vestir de visitante la camiseta de Venezuela símbolo actual de un tremendo desaguisado sociopolítico, y hacerlo eficazmente ante un conjunto integrado por algunos de los más renombrados futbolistas del mundo, la mayoría ídolos millonarios en sus clubes extranjeros, ha de haber sido para estos muchachos un “tour de forcé” que merece de nuestra parte sacarnos el sombrero y felicitar al rival, quienes ante tanta adversidad, a punto estuvieron de llevarse una victoria en un escenario histórico para el fútbol mundial.
En su modestia, han actuado como un digno equipo integrado por buenos jugadores que, con simpleza y entrega, deja tambaleando a este nueva versión de jugadores que integran la llamada selección argentina. Muchos ateos caen en la tentación de encontrar en los jugadores de fútbol el Dios que niegan más allá. El argentino aficionado al fútbol, y en especial el que es periodista deportivo y sobre todo especializado en fútbol, están muy inquietos. Existe la posibilidad cierta que Argentina quede fuera del mundial de Rusia, razón por la cual muchos de ellos viajarían a Rusia como turistas.
Está claro que la pasibilidad de la “catástrofe” existe, para eso está el recuerdo de lo ocurrido en agosto de 1969, cuando quedamos fuera del mundial de México 1970. Pero también hay que recordar que los argentinos seguimos viviendo, con nuestros problemas, pero siendo conscientes de que lo que perdimos fue un partido de fútbol. Y que los que pierden o ganan son los jugadores, que debieran disponer de ciertas actitudes, como no hablar con los periodistas. Pregunto, el nuevo director técnico de la selección no se ocurrirá conversar con ellos, que ante un nuevo proceso, se iniciaba una nueva etapa. O la intención es aumentar la grieta que es lo que nos aqueja a los argentinos. ¿Cambiar de escenario ante Perú, será una ventaja o desventaja, no estamos provocando que necesitamos ventajas extra deportivas para ganar ese partido?
Adrián Klas.
DNI 4.215.178
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