Necrológicas
GRACIELA BEATRIZ GRASSO DE MELI
El pasado 29 de julio falleció Graciela Beatriz Grasso de Meli, quien había nacido el 20 de febrero de 1937 en la ciudad de La Plata.
A los dos meses de edad inició su vida en Tandil junto a sus padres -doctor Daniel Grasso y María Ramona Iribarren- y a su hermano Daniel Ramón, en la casa de avenida España.
Hizo su primaria en el colegio Sagrada Familia de Tandil, en tanto que cursó el secundario en el Colegio Misericordia de La Plata, donde obtuvo el título de maestra. Ejerció su profesión en la ciudad de Tandil y en la zona rural.
Contrajo matrimonio con el Dr. Ivar Jorge Meli en 1965, pasando a vivir en la avenida del Calvario, donde nacieron sus hijos Federico, Santiago, Matías y María Paula.
Colaboró con la Comisión del Centro Tradicionalista del Fuerte e integró la comisión fundadora del museo Fuerte Independencia.
Se sumó a la Comisión de Damas del Hospital Santamarina en el año 1993 y luego ocupó la presidencia de dicha comisión hasta su fallecimiento.
Fue socia y la colaboradora del Centro Vasco.
Desde su infancia disfrutó de la vida del campo Los Ceibos de Gardey, propiedad de sus padres. Allí pasó momentos de felicidad dedicando gran parte de su vida -con amor y pasión- a la actividad agrícola, ganadera y tambera.
Siempre transitó marcando una línea de solidaridad desinteresada y de honestidad, continuando el legado de sus progenitores.
Estuvo al frente de la empresa familiar, presidiendo Establecimiento Los Ceibos SA y más tarde la dirección de El Viejo Ceibo SA, hasta el día de su muerte.
Gracias a sus numerosas actividades cosechó entrañables amistades.
Tuvo la satisfacción de ver crecer a sus hijos y más tarde la de vivir rodeada de nietos que disfrutaron de sus comidas, juegos, paciencia y amor.
Falleció el 29 de julio de 2017 en su casa, rodeada por el afecto de su familia, después de una larga lucha que supo enfrentar con fortaleza y optimismo.
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BONIFACIO SALUSTIANO FERREYRA
El 22 de julio pasado, a los 69 años de edad, se produjo el fallecimiento de Bonifacio Salustiano Ferreyra.
Había nacido el 14 de enero de 1948 en Tandil y era de profesión carnicero.
Conocido entre sus allegados como “Boni” y viudo de Teresa Leguizamón, su familia lo recuerda con sentidas palabras:
“Seguimos sin entender y sin aceptar tu partida.
Se dice que tienes que vivir de manera tal que cuando te vas lo hagas sonriendo y los que se queden, lo hagan llorando.
Entonces quiere decir que hiciste bien las cosas en la tierra. Y acá quedamos todos destrozados con tu adiós….
Fuiste un marido, padre y abuelo amoroso.
Todos tenemos que darte las gracias por algo, porque de alguna manera a cada uno de nosotros nos has ayudado…
Siempre pendiente de nosotros, pero te faltaba tu compañera de vida…
Queremos creer que hoy estás abrazado a ella, que de nuevo se encontraron, como esperamos hacerlo nosotros y de nuevo volver a reunirnos…
Tus hijas Claudia, Laura y Mariela; tus hijos políticos Luis, Guillermo y Lucrecia; tus nietos Andrea, Nicolás, Aldana, Benjamín, Thomas, Karen, Lionel y Malena; te vamos a amar y recordar siempre!”.
JUANA ALCERES PORRO DE MARINO
A los 86 años, el pasado 21 de julio, poco antes del mediodía se produjo el deceso de Juana Alceres Porro de Marino.
Había nacido en Tigre, provincia de Buenos Aires, y contrajo nupcias con el señor Luis A. Marino en 1956. Tenía una sola hija, Susana.
Trabajaba como modista y cuando se casó trabajó junto a su marido en un comercio propio.
En 1978 la familia se mudó a Tandil, en tanto que en 1980 abrieron una panadería en la calle Garibaldi.
Era la menor de cuatro hermanos que vivían en Buenos Aires, dos de los cuales la sobreviven.
Sus seres queridos lamentan su pérdida inesperada. Sus nietos, yerno y su hija lamentan muchísimo su parida y ruegan a Dios que descanse en paz.
HECTOR DANIEL BALLENT
El 27 de julio pasado se produjo el deceso de un respetado y querido vecino de Tandil, Héctor Daniel Ballent.
Había nacido en Tandil el 17 de noviembre de 1946, en tanto que cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio San José. Posteriormente en la Universidad de La Plata se recibió de Contador Público Nacional y era también licenciado en Administración de Empresas.
El 23 de abril de abril de 1978 contrajo enlace con Graciela Carabajal, con quien tuvo a sus tres hijos: Alejandro, Daniela y Guillermo, en tanto que con el tiempo llegó su nieto Jerónimo.
Comercialmente fue titular de Tandil Fincas, inmobiliaria que funcionó en la esquina de Rodríguez y San Martín, y condujo el estudio contable Ballent y Asociados.
Amante del ajedrez, disfrutaba del juego ciencia en la estación de servicios de San Martín y Alem, en tanto que de joven practicaba el tenis y posteriormente corría.
Dedicatoria
“Querido Papucho:
Son tantos los recuerdos que se nos vienen a la memoria, tantas las vivencias… ¡Cómo olvidar!
Describirte en pocas palabras como un padre ejemplar, un ser increíblemente bondadoso, lleno de amor, un luchador insaciable.
Papi: sentimos mucho tu ausencia, pero sabés qué nos tranquiliza? El estar convencidos de que Dios te va a cuidar en el Cielo.
Con amor sincero y eterno, tu familia”.
RICARDO JORGE DATOLA
El pasado 21 de julio, a los 69 años, falleció Ricardo Jorge Dátola, un tandilense hijo de Felipe Dátola y Clorinda Cava, ambos ya fallecidos.
Nació el 17 de julio de 1948 y sus hermanos eran los mellizos Enrique Alberto y Abel Horacio.
Cursó sus estudios primarios en la Escuela 34 y gran parte de la secundaria en la Escuela Técnica Felipe Senillosa, los cuales terminó en otro establecimiento local.
Casado en 1980 con Alicia Beatriz Fiego, fue padre de tres hijos: Dino, Guido y Antonella; y pudo disfrutar de la felicidad de cuatro nietos: Santino, Dante, Benicio y Joaquina.
Ricardo Jorge Dátola heredó de su mamá italiana -fallecida a los 94 años- el gen típico del peninsular: la familia era el eje de su vida, por lo que a nadie sorprendía conocer las acciones que realizaba para estar cerca de sus hijos en las diversas etapas de su vida, incluso cuando ellos seguían sus carreras de abogados (los varones) y diseñadora de modas (ella).
Hoy esa familia lo define como un excelente padre, marido y hermano y lo atribuye a la gran formación recibida de sus padres en ese sentido.
La gran pasión de Ricardo Jorge Dátola fue el automovilismo, la cual lo llevó a ser acompañante de grandes pilotos de la historia del Turismo de Carretera. Era frecuente verlo en la butaca ubicada a la derecha de Oscar Aventín y -en algunas carreras- de Roberto Mouras.
También fue piloto de categorías zonales como TC del 40 y corrió en las recordadas cupecitas Fiat 1.500.
Comercialmente fue representante en Tandil durante muchos años de una firma marplatense, en tanto que luego se dedicó a la administración del campo hasta su jubilación.
Su salud lo puso a prueba en varias oportunidades, pero el amor y la fortaleza brindada por su familia y sus numerosos amigos fueron su punto de apoyo para salir adelante.
Sin embargo, últimamente su cuerpo se mostraba cansado de tanto luchar y en su cara ya no estaba la sonrisa que lo caracterizaba. Finalmente, el 21 de julio se despidió de este mundo, pero dejó su amor a su familia y a sus amigos como símbolo para su recuerdo.
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