Tras la medida de fuerza, desde Molinos Harineros Clabecq salieron a desmentir los planteos sindicales
Mientras se mantienen las negociaciones en el ámbito de la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el conflicto que se desató este martes en la planta de Molinos Harineros Clabecq sumó un nuevo capítulo.
Como se informó en estas páginas, el martes los operarios de la empresa ubicada en el Parque Industrial iniciaron un paro total de actividades a raíz del despido de cuatro trabajadores, dos de los cuales se encontraban trabajando en relación de dependencia y los otros dos con contrato eventual, medida que quedó sin efecto tras el cuarto intermedio que dictó por la tarde la sede de la cartera laboral bonaerense.
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En ese marco, el director de la firma, Marcelo Marconetti, compartió ante El Eco de Tandil la postura frente al conflicto, realizó algunas aclaraciones y desmintió puntos del reclamo iniciado por los empleados, apuntando contra el secretario general de la Unión Obrera Molinera Argentina en Tandil, José Luis Rodríguez.
En primer término, y en función de las declaraciones que efectuó el dirigente gremial respecto del pago parcial por los despidos, aseguró que las indemnizaciones serán “al ciento por ciento”.
Ratificó la desvinculación de dos empleados que se encontraban abocados al reparto de harina en la ciudad, en una línea de acción que representaba una “pérdida importante” para la empresa pero enfatizó que “estamos ofreciendo lo que corresponde por ley”.
En esa línea rechazó el pedido de reincorporación de los dos operarios que, según justificó, se encontraban en un sector que “estaba dando pérdidas al molino”.
“Le hemos explicado a toda la gente que no tengan fantasmas de que vamos a seguir sacando empleados”, resaltó, y atribuyó a Rodríguez la responsabilidad de esa construcción.
“José Luis Rodríguez se dio como despedido de secretario general de UOMA Tandil, con lo cual no viene a trabajar, no cumple ninguna función dentro del molino; entonces la única función que tiene es tratar de tener un apoyo del personal para beneficio propio”, resaltó.
A su vez se centró en la queja sindical respecto de la ubicación de las cámaras de seguridad instaladas en distintos puntos del predio, en una decisión que fue definida como “persecutorias”.
Al respecto Marconetti desmintió el reclamo frente al cual solicitaron una inspección al Ministerio de Trabajo para certificar los lugares en los cuales se emplazaron los equipos.
“Ninguna de las cámaras está en lugares donde la gente se pueda sentir observada”, aseguró.
Por otro lado el empresario confirmó que existe un conflicto en relación al premio por asistencia pero negó que el beneficio se haya quitado “de golpe”, tal cual denunció el gremio.
En ese sentido indicó que se trata de un tema que se encuentra en plena discusión a nivel nacional entre la Federación Argentina de la Industria Molinera y la Unión Obrera Molinera Argentina (UOMA).
Se trata de un premio “ampliamente superior” en su porcentaje en relación al que figura en el convenio que “nunca se dejó de pagar” sino que “se dejó de incrementar”.
Compás de espera en
el Ministerio de Trabajo
Las partes involucradas en el conflicto que se desató en la planta ubicada en el Parque Industrial volvieron a reunirse en el ámbito de la delegación local del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
En una nueva audiencia, que se celebró ayer en las instalaciones de Pinto 520, los representantes sindicales insistieron con los puntos del reclamo y sumaron otros que serán abordados por la patronal de forma integral.
Frente a este esquema, se determinó un cuarto intermedio para el martes de la semana próxima, a las 12, en un nuevo intento por acercar posturas y alcanzar un acuerdo que permita resolver el conflicto.
Marconetti dijo que estudiarán los pedidos “pero no aceptamos” la postura de Rodríguez que apunta a retomar el diálogo si se reincorporan los empleados cesanteados.
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