Superándose día a día, alumnos de Apronovid participan de un taller de fotografía
Desafiando todas las suposiciones sobre la fotografía, Gonzalo Celasco está llevando a cabo en Apronovid un curso de fotografía para no videntes. Con una interesante propuesta y el entusiasmo de sus alumnos, enseña distintas técnicas para la práctica de este arte.
Recibí las noticias en tu email
En diálogo con El Eco de Tandil, el fotógrafo junto a sus alumnos Juan Pablo Tellechea y Susana Marina Russo destacaron la importancia del taller y las sensaciones ante este nuevo desafío.
-¿Cómo se les ocurrió anotarse en este taller?
Juan Pablo Tellechea: -La bibliotecaria de Apronovid me contó que la Universidad había firmado un convenio para abrir este curso de fotografía. A mí mismo me llamó la atención solo el hecho de pensar cómo iba a hacer yo para sacar fotos. Sin embargo por curiosidad, empecé a venir para tratar de sacar fotos. Así fue que me di cuenta que son capacidades que se van adquiriendo y que es una cosa más que podemos hacer.
Susana Marina Russo: -Hace un tiempo que entré por una amiga a Apronovid y descubrí que hay un montón de cosas que me gustan hacer, entre ellas el taller de fotografía. A mí me gusta hacer de todo y me llamó la atención la posibilidad de sacar fotos así que me anoté. Siempre me interesó estudiar, sin importar la edad que tengo.
-Gonzalo, ¿cómo surge de tu parte la idea de hacer un curso en Apronovid?
Gonzalo Celasco: -Todos los años me gusta embarcarme en un proyecto nuevo y vi que estaba medio estancado con los otros que venía haciendo como son caras de bar y el barrio de la Estación. Me puse a investigar sobre un fotógrafo francés que es no vidente desde los 12 años y que comenzó a sacar fotos igual.
Yo me crié acá la vuelta así que conocía la institución y me parecía que podían abrirme las puertas para hacer este taller. Por lo tanto empecé a investigar y estudiar hasta que me contacté con una chica en México que me ayudó a encaminar este proyecto. Ella fue una pionera en este tipo de enseñanza y da distintas charlas sobre esta temática.
Por lo tanto me acerqué a la institución y me prestaron un documental sobre un curso que se dio en Bahía Blanca, con una repercusión impresionante, donde contaban con recursos del Estado para llevarlo a cabo. Con esto me di cuenta que no es solamente sacar la foto sino que hay otras cosas que pasan en el medio y que es que ellos crean una imagen en su mente que puede que sea o no parecida a la realidad. De esta forma lo que están haciendo es ejercitar la mente y poniendo en movimiento la concentración.
Todo el mundo te comenta que ellos sacan la foto pero después no la ven; sin embargo todo lo que pasa en el medio, es mucho más complejo que una simple foto. Un claro ejemplo es la foto de la pava con el humo ya que lo que transmite es otra cosa. Además para llegar a sacar esa foto, Juan tuvo que aprender muchos mecanismos.
-¿Qué mecanismos tuviste que aprender?
JPT: -Lo más importante fue desarrollar mucho la imaginación y la ubicación de lo que vayas a asacar. Es impresionante cómo uno diagrama las cosas en la mente cuando va a sacar una foto. A mí me gusta ser espontáneo pero para captar el momento me guío mucho por las distancias y los sonidos.
Además me pongo en el lugar del otro y me pregunto qué debe sentir que una persona no vidente le saque una foto. Por lo tanto trato de ser espontáneo, me gusta sorprender o le hablo a la persona para que se suelte. Yo tengo que adaptarme a la realidad así que tengo que ser rápido y táctico para pensar qué imagen voy a sacar, cómo tengo que ubicar la cámara, cómo están ubicadas las personas de acuerdo a su voz y los sonidos que escucho. Pero eso se arma en un segundo, no tengo tiempo ni para pensar.
-¿Y cómo lo hacés?
JPT: -En la foto de primer plano, me ubico frente a la persona y le toco el hombro; así sé que esa es la distancia en la que debo sacar la foto. Para la de medio cuerpo, me tengo que ir para atrás en una distancia de cerca de dos metros dependiendo de la estatura de la persona. Por último, para cuerpo entero, me tengo que ir para atrás cerca de tres metros o colocar la cámara de forma horizontal.
Además tengo que tener en cuenta que la cámara no se me vaya para abajo o que no se tuerce así que poniendo la mano debajo del equipo, me puedo llegar a dar cuenta. Lo mismo que tenemos desarrollado mucho el oído y nos guiamos con el sonido.
GC: -Otra cosa que hablábamos con Juan es la integración porque lo bueno del taller es que pueda salir a la calle y que lo conozcan. Esta es una forma también de que se integre, que haga otra actividad y que no esté solamente en la institución esperando, por ejemplo, la hora del almuerzo.
Siempre decimos que cuando vos te concentras en algo, dejas de pensar cosas que no existen o te hacen mal. La fotografía es un acto de concentración, por lo tanto distraes la mente hacia algo que te va a dar un resultado positivo.
-Y por las fotos que muestran salen a hacer fotos en el barrio…
GC: -Sí, hacemos mucho de lo que es fotografía callejera. Nosotros estamos en un barrio muy lindo, que es tranquilo pero al mismo tiempo hay bastante movimiento; por lo tanto nos paramos en las esquinas y sacamos fotos.
La idea es empezar a hacer la arquitectura del barrio, los vecinos y lo que pasa en general en la calle. Primero tienen que manejar la parte técnica que es bastante complejo y luego avanzaremos en retratar otras cosas distintas. Ahora me gustaría poder conseguirles cámaras para que se lleven a la casa porque creo que ahí es donde aparecerían las mejores imágenes.
Este contenido no está abierto a comentarios