Roberto Guadagna destacó el “control social” que evitó la demolición de un edificio histórico
El secretario de Obras Públicas, Roberto Guadagna, dio explicaciones sobre la situación que se desencadenó cuando vecinos del barrio de la Estación lograron detener la demolición de la fachada de una vivienda ubicada en Paz 1133, que está protegida por ordenanza por ser parte del patrimonio histórico de la ciudad.
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La situación, que sucedió los primeros días de abril, desató duras críticas por parte de los vecinos hacia el Municipio, por permitir que se demoliera todo el resto de ese bien de gran valor arquitectónico. Cuestionaron que la comuna autorizara el proyecto a la empresa que está construyendo un complejo de departamentos detrás de la fachada de estilo italianizante y con algo de arquitectura española, situada en Paz 1133.
Protección de
la fachada
En diálogo con El Eco de Tandil, Roberto Guadagna recordó que la obra se paralizó a raíz de la intervención de los vecinos y posteriormente los profesionales de la obra hicieron una presentación “en términos de una propuesta de conservación, reciclado y puesta en valor de ese edificio”.
“Inicialmente esa presentación tiene un informe favorable del área de Ordenamiento Territorial de la Dirección de Desarrollo Urbano, luego pasó por la comisión municipal de Gestión Territorial, que también tiene un informe favorable, y ahora tomó estado parlamentario y la última palabra la tiene el Concejo (Deliberante)”, sostuvo.
En ese marco, detalló que se trata de un bien que está “inventariado en términos patrimoniales, la fachada y no el edificio, o por lo menos no la planta como en términos de arquitectura se menciona”.
“El objetivo fue el recupero y conservación de la fachada del edificio en los términos que estaba, previo a la intervención que iniciaron”, manifestó.
Asignatura
pendiente
Por otra parte, explicó que “no es tan amplia la normativa sobre protección. El propio Plan de Desarrollo Territorial habla de la preservación de una serie de edificios, pero no dice el grado. En otras ciudades se establecen grados de preservación, eso es el edificio completo en tanto una unidad o el valor de fachada, los grados de catalogación, no es otra cosa que los niveles de intervención sucesivos”.
En Tandil eso es “una asignatura pendiente”, pero adelantó que están “pensando de qué modo la van a abordar con los ámbitos técnicos especializados”.
En el caso del edificio de Paz al 1100 “no se aclara que deba ser el edificio completo y tampoco la relevancia de la documentación del edificio aparentemente lo ameritaba”.
Control
social
En cuanto a la reacción de los vecinos que advirtieron que estaban por tirar abajo la fachada y detuvieron la obra, aseguró que “probablemente sí hubo algún malentendido y es valorable el control social. Me parece un avance en democracia que la propia sociedad ejerza el control sobre los bienes que son culturales, que excede a la propiedad privada sin perder de vista la rigidez que tiene la propiedad privada en la Argentina”.
“Me parece que el control social es muy plausible”, agregó.
Acerca de las razones que llevaron a que ningún funcionario comunal advirtiera que iban a demoler el edificio, admitió que “hubo una convergencia entre desinformación, alguna confusión y alguna negligencia”.
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