En el Día del Maestro, directivos, docentes y alumnos revalorizaron la educación pública
Ayer, minutos antes de las 11, en el veredón de la Escuela 1 Manuel Belgrano, se realizó el acto por el Día del Maestro, en conmemoración del 129no. aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento. Frente al busto en su homenaje, directivos, docentes y alumnos, acompañados por las distintas autoridades presentes, lo recordaron con emoción y orgullo.
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La ceremonia estuvo encabezada por el director de la institución educativa, Enrique Ciaravella, y contó con la presencia de la directora de Cultura del Municipio, Irina Taraborelli; el subsecretario de Coordinación, Alejo Alguacil; el presidente del bloque de la UCR, Marcos Nicolini; y demás concejales.
Del ámbito educativo, participó el jefe distrital, Rodolfo Badín; el presidente del Consejo Escolar, Cristian Cisneros, y demás consejeros escolares; e inspectores de los distintos niveles de educación.
Además, se hicieron presentes autoridades civiles, religiosas y militares, representantes de la Asociación de Educadores Jubilados y Retirados de la Provincia de Buenos Aires, filial Tandil; y maestros retirados de la ciudad.
Tras dar la bienvenida a las banderas de ceremonia de las distintas instituciones, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y, luego, el Himno a Sarmiento.
Seguidamente, se realizó un minuto de silencio que finalizó con un fuerte aplauso en memoria de Domingo Faustino Sarmiento y de los que partieron y dejaron su vocación y enseñanza.
El rol de la
escuela pública
Acto seguido, el jefe distrital Rodolfo Badín brindó unas palabras alusivas a la fecha. “La igualdad de derecho, acordada por todos los hombres, es en las repúblicas un hecho que sirve de base en la organización social. De este principio imprescriptible, hoy nace la obligación de todo gobierno de proveer la educación a las generaciones venideras”, reseñó al comienzo de su discurso.
“Estas palabras escritas en 1846 ilustran con claridad la conexión que Sarmiento establecía entre la vida republicana, la igualdad de derechos y la educación provista por el Estado”, resaltó el educador.
Afirmó que el maestro sanjuanino “estaba convencido de que la construcción de una Nación republicana exigía la formación de los ciudadanos para que desarrollaran su inteligencia y su virtud, y participaran de la vida pública.
Aspiraba al desarrollo de una amplia y activa ciudadanía política, que usara de sus derechos políticos y tomara parte en las elecciones, pero sostenía que esa intervención requería de una preparación intelectual y que le correspondía al Estado hacerse cargo de esa tarea educativa fundamental”.
“Y hacia la última década de su vida -recordó Badín- reclamaba a los inmigrantes que llegaban a estas naciones una mayor intervención en la vida política argentina. Los instaba a nacionalizarse, a tomar ciudadanía, al tiempo que criticaba con dureza la proliferación de escuelas establecidas por las colectividades extranjeras en el país”.
Señaló que “para Sarmiento, la educación era universal y no admitía los particularismos en ese terreno. Al mismo tiempo, consideraba que el patriotismo es el civismo, y asociaba a la patria en la participación en la vida política, aprobando, criticando, aplaudiendo, ayudando y conspirando. Por lo tanto, solo la escuela pública podía a la vez educar universalmente y forjar ciudadanos patriotas, educación estatal, ciudadanía política y república. Todas ellas eran para él aspiraciones indestructibles”.
El camino de
la educación
El jefe distrital de Educación planteó entonces que “si la educación no prepara a las generaciones venideras para la necesaria adaptación a los nuevos medios de trabajo, el resultado será la pobreza y la oscuridad nacional, en medio del desenvolvimiento de las otras naciones, que marchan con el auxilio combinado de tradiciones de ciencia e industria de largo tiempo, haciendo lentamente descender a las últimas condiciones de la sociedad a los que no se hayan preparados por la educación”.
Por lo tanto, afirmó que “en nosotros, profesores y maestros que abrazamos esta profesión, está la llave para comenzar a caminar el camino de la educación. A todos ustedes, quienes trabajan día a día por una mejor educación para nuestro país, que contemple a todos, que reconozca las diferencias, pero que no discrimine, que nos ayude a crecer como país, que nos forme y transforme, feliz día”.
Juramento
y ofrendas
Culminadas sus palabras, Badín les tomó juramento a los docentes que titularizaron su primer cargo. Luego, se invitó a las autoridades presentes a acercar las ofrendas florales al pie del busto de Sarmiento, que fueron bendecidas por el padre Marcos Picaroni.
Finalmente, los alumnos de cuarto año de la Escuela 1 interpretaron una canción y, tras despedirse a las banderas de ceremonia, se dio por finalizado el acto central por el Día del Maestro.
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