El Ejecutivo apuesta a una obra hidráulica en varios municipios para superar las inundaciones
Los 160 milímetros de precipitaciones que cayeron el viernes complicaron a distintas zonas de la ciudad y desataron reclamos de vecinos por obras inundaciones inesperadas, como la que afectó a Marconi y Montiel más las cuadras aledañas. Frente a un panorama desalentador en cuanto a la frecuencia de estos fenómenos climáticos, desde el Municipio indicaron que la solución está en encarar una obra que abarque varios partidos, teniendo en cuenta que el problema comienza en la zona alta del Sistema Tandilia y termina en el río Salado.
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Al evaluar las intervenciones necesarias para sortear este tipo de fenómenos, el secretario de Obras Públicas Roberto Guadagna avizoró que “la excepcionalidad del clima se va a ir haciendo costumbre” y explicó que a partir de la intensa lluvia del 9 de abril, empezaron a revisar el plan hidráulico de la ciudad”.
El arquitecto evaluó que el objetivo es “pensar cuáles son algunas obras que deben hacerse de lo que se denomina aguas arriba, de retención, es decir, retardar el volumen de agua que baja y las velocidades a las que baja. En paralelo, pensar situaciones aguas abajo, de escurrimiento, de sistema de cauces, pero el territorio es un poco más grande que la ciudad y un poco más grande que el partido”.
Guadagna manifestó que es necesario generar un proyecto con Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires y con la Nación, porque “involucra a varios partidos. El problema es que arranca en la parte alta del Sistema de Tandilia y termina en el Salado. Entonces lo que hay que resolver es de una magnitud más amplia que la ciudad”.
En este sentido, adelantó que “tenemos un relevamiento de cuáles son los puntos eventuales de retención y las eventuales obras aguas abajo, pero esas obras tienen que ser encaminadas en un escenario territorial más amplio que el partido de Tandil”.
El entubamiento
funcionó bien
Con respecto al comportamiento del sistema del entubamiento de los arroyos que surcan la ciudad, el jefe de Gabinete Mario Civalleri descartó que exista sedimento o residuos que hayan reducido su capacidad de trasladar el agua que baja de las sierras hasta los cauces.
El ingeniero fundamentó que al observar la desembocadura, se comprueba que trabaja al límite de su capacidad. “Si el entubamiento no funcionara, uno podría ver que sale menos agua de la que puede salir. Cuando uno va a la desembocadura del entubamiento y ve que del ciento por ciento de la sección sale el agua a presión en celdas que tienen 4 por 8 metros es porque está llevando toda el agua que puede”, señaló.
Y agregó que “con lo cual, la idea de pensar que los sumideros están tapados o que no funciona bien es relativo. El caudal es enorme. Lo que pasa es claro, hay un lugar de vuelco, el Langueyú, que tiene dificultades. Gracias a Dios hay un tramo hasta la Ruta 30 que ha sido más o menos intervenido, pero aguas abajo no lo fue, con lo cual, si lo hiciéramos aguas abajo, el agua llegaría más rápido a Rauch”.
Enormes
inversiones
En igual sentido, el jefe de Gabinete evaluó que “los municipios están integrados en redes para resolver el tema hidráulico inter partidos, que son los famosos comités de cuencas. Son obras que requieren enormes inversiones, es decir, planificar todos los desagües de la provincia de Buenos Aires requiere mucha inversión”.
También advirtió que “voy a decir algo que para quien tuvo el agua dentro de su casa, seguramente no le sirve. Tandil está en la parte de lo que se define como la cuenca alta, lo que significa que de última, más allá de todas las dificultades que tuvimos, seguramente no quedó ya una sola calle con agua. Hay otros lugares donde, cuando el agua llega, se queda semanas. Pero lamentablemente es una cuestión de otra envergadura, mucho más grande, mucho más técnica”.
El arroyo que
ya no es seco
Otra zona que tuvo problemas de inundaciones y anegamientos fue la del Campus, donde el Municipio culminó una obra de ensanche del cauce del arroyo Seco que si bien mejoró el escurrimiento de las aguas, no alcanzó para evitar que ingrese a algunas casas.
En ese caso, Roberto Guadagna describió que “el arroyo Seco dejó de ser seco, ahora tiene agua, mucho caudal, y es el mismo caudal que baja de las sierras, la misma lógica que baja en esa dirección o en un plano inclinado baja en la misma dirección el arroyo Del Fuerte”.
Agregó que se ensanchó, pero no hay profundidad por la propia topografía del terreno, entonces rápidamente el cauce se desborda.
En tanto, Mario Civalleri agregó que “lo mismo pasa en los partidos que están abajo de Tandil. No tenés nivel. Por más que se canalice, que algunas cuestiones han mejorado, son zonas bajas”.
Y resaltó que “vamos a convenir que si uno sale a recorrer en momentos de lluvia, hay muchas casas que están construidas sobre niveles no aceptables. Están muy bajas. Deberían haber levantado más el nivel, hacer un terraplén y, lamentablemente, vemos casas que están casi al nivel de la calle”.
Los funcionarios explicaron que si bien la Dirección de Obras Privadas solicita un certificado de amojonamiento y nivel que extiende un agrimensor y señala el nivel mínimo que figura en el plano, muchas veces después no se cumple. Sumado a esto, reconocieron que muchas obras se construyen sin documentación y cuando va el Municipio, ya se levantó la vivienda.
Evitar el
peligro
En relación a las escenas que se observaron el viernes, Mario Civalleri destacó que “lamentablemente en muchos lugares hay alta peligrosidad, porque obviamente quien vio cómo circulaba el agua en el Langueyú, en la periferia del Lago, en el Ramal H, se vio a cantidad de chicos jugando, algunos con el agua en la cintura”.
Advirtió que “la verdad es que es terrible, porque de eso a lamentar una víctima hay un paso muy pequeño. Pedimos a todo el mundo, sobre todo a las familias, que en estas circunstancias sean muy cuidadosos, porque los arroyitos que uno acostumbra a ver se transforman en ríos caudalosos y pueden generar una desgracia. Así que hay que tener cuidado con todas esas cuestiones”.
Recomendaron no transitar por
el camino entre Vela y Gardey
El Municipio de Tandil, a través de la Dirección de Defensa Civil, recomendó evitar circular por el camino que une las localidades de Gardey y María Ignacia (Vela), debido a los graves daños provocados por el temporal y el riesgo que conlleva transitar por esa vía.
Desde esa repartición se informó que durante la jornada de ayer se debió intervenir en al menos dos casos de vehículos que quedaron varados en ese camino, por lo que al menos hasta mañana permanecerá intransitable, cuando se puedan iniciar las tareas de reparación.
Defensa Civil recordó que la atención de emergencias se realiza a través del teléfono 103 y que también se han dispuesto los números 443-2064 ó 0249 154 492888, donde se reciben llamados las 24 horas.
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