Desde Navidad se perdieron más de 200 perros a causa de la pirotecnia y la tormenta
Los grupos proteccionistas de animales llevaron adelante una vez más la iniciativa de conectar a mascotas y dueños. Según destacaron, la cantidad de perros extraviados fue mayor que el fin de año pasado, pero ya han logrado reencontrar a unas 40 familias. Advirtieron que seguirán apostando a la promulgación de la Ordenanza Pirotecnia Cero y la educación sobre la identificación de los animales.
Ayer a la tarde, como lo hacen habitualmente luego de las fiestas de fin de año, vecinos de la ciudad que encontraron o buscan a sus mascotas se reunieron en la portada del Parque Independencia. La iniciativa es llevada a cabo desde sus inicios por grupos protectores de animales con la intención de que cada familia y su perro vuelvan a reencontrarse.
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En esta ocasión, según indicaron Mabel Favasuli y Ana María Celiberti, referentes del movimiento, desde Navidad hasta la fecha se han perdido más de doscientas mascotas. Generalmente las denuncias son recibidas a través de las redes sociales, por eso estiman que el número sería un poco mayor, teniendo en cuenta a aquellas personas que no usan estos medios de comunicación.
Si bien han logrado el reencuentro de unos 40 perros con sus familias humanas, aún quedan muchos más por ubicar, de los cuales lamentaron que un porcentaje nunca volverá a su hogar. “Eso es muy triste”, se apenaron.
“Increíblemente en comparación al año pasado, tuvimos más perdidos este año para Navidad, ya que tuvimos la misma cantidad que lo abarcado en 2018 para las dos fiestas”, reveló Favasuli, haciendo hincapié en la celebración que se realizó en el predio de la Rural, donde poco antes de las cuatro de la madrugada iniciaron una potente tirada de fuegos de artificios. Mientras que el 31 también fue caótico, no solamente por la pirotecnia sino también por la intensa tormenta que agregó otros cien perros a la lista.
Del encuentro también participó Mariana Jara, promotora de MascoTandil, que según contaron, está trabajando en el álbum de los animales que volvieron a sus hogares en estos días.
En esta oportunidad, se han acercado un par de personas con la ilusión de volver a casa con sus mascotas, además de un chico que encontró un cachorro negro con collar en Navidad en inmediaciones de la Plaza del Centro.
La importancia de identificar
“Volvemos siempre a lo mismo, la irresponsabilidad y falta de educación en cuanto a la identificación”, resaltó Celiberti, quien actualmente sólo se ocupa de intentar lograr la conexión entre animal y dueño a través de las redes. “Ya no me importa ni por qué, dónde o cómo, yo lo único que quiero es que se encuentren porque los perros son como chicos de dos años que van a buscar siempre a sus papás humanos”, explicó.
Según dijeron, la mayoría de las personas no cree que su perro se vaya a escapar y por eso no los identifica como corresponde, con un collar que al menos cuente con número de teléfono. El problema es que a veces el perro sale a dar una vuelta, pero si justo sonó algún estallido es muy probable que se pierda y no vuelva más. De hecho, dieron a conocer que el olor que deja la pólvora les complica inmediatamente el olfato, que es su herramienta principal para orientarse.
Si bien los gatos también se han perdido, revelaron que el asunto es un poco más complicado porque no se puede exigir la identificación, ya que puede significar un riesgo para el felino que habitúa a pasar por cualquier lugar, que además suele salir mucho más de la casa que el perro.
Por Pirotecnia Cero
Por otro lado, también se refirieron a la cantidad de animales sueltos que hay en la calle, asegurando que es producto mismo de los fuegos de artificio, ya que todos los años quedan cantidad de perros deambulando sin rumbo por la ciudad. “Que se pongan las pilas desde el Municipio y que se elabore la ordenanza de Pirotecnia 0, como se está haciendo en la mayoría de las ciudades de la provincia”, incentivaron y además advirtieron que incluso se está buscando una ley a nivel nacional.
En esta línea, destacaron el esfuerzo y el trabajo que vienen realizando desde hace tiempo, lamentando la falta de apoyo de sectores públicos, considerando que mientras no haya una legislación a nivel país será muy difícil revertir la situación.
“Es más que sabido que hay un montón de seres que sufren con estos estruendos, entonces es hora de que terminemos con esto”, aseveraron e hicieron referencia al Tandil Brilla 2019. “Aplaudimos la celebración sin pirotecnia, pero lamentamos que el motivo haya sido la situación económica o que sea un año crispado, porque nos hubiera gustado más que el motivo sean, al menos, los chiquitos autistas”, consignaron. De todas maneras, celebraron la propuesta que realizó el Municipio, sin dejar de lado su lucha por la ordenanza de Pirotecnia 0.
El terrible caso de Perseo, víctima de violencia animal
De la convocatoria también participó Érica Audicio, que desde hace un año se dedica a recoger perros de la calle, especialmente Pitbulls. Ella tiene ocho perros propios y otros ocho pitbulls en adopción. Hace unos tres meses recibió el llamado de una vecina de Las Tunitas, que le advertía sobre la presencia de un perro muy lastimado en la calle Dhers al fondo, donde casi no hay camino. Tras pedir las fotos y contar con la colaboración de una amiga que se acercó hasta el lugar, distinguió que se trataba de un animal de esa raza, aunque muy desnutrido y golpeado. Era casi la medianoche y junto a su pareja no dudaron en ir hasta el lugar a rescatarlo y llevarlo a la veterinaria Amaike.
“Perseo” es uno de los nombres que hoy tiene el can, y tenía un ojo para afuera y todo el costado derecho de la cara destrozado. Después de la revisación, descubrieron que en su interior tenía perdigones y por el análisis que realizaron, alguien le habría puesto la escopeta justo en la nuca y disparó.
Después de intervenciones quirúrgicas y controles que siguen hasta hoy, Perseo perdió también la oreja de ese lado, porque debieron usar ese tejido para cubrir las partes en carne viva, además de un material especial para rellenar el área hueca.
Hoy tiene ganas de comer, engordó y está en tránsito en la casa de otra persona. “Viene excelente, es un milagro”, dijo Audicio.
Con apenas un año y medio, o menos, el perro estará en adopción ni bien termine con los controles. De a poco, van tratando de juntarlo con otros perros para que aprenda a convivir en manada.