Con gran orgullo, la Fuerza Aérea homenajeó a los 55 héroes que dieron su vida en Malvinas
Autoridades militares, políticas, representantes institucionales y vecinos se congregaron ayer en la Sexta Brigada Aérea para honrar a los 55 héroes que dieron su vida por la patria en la Guerra de Malvinas, al conmemorarse el trigésimo quinto aniversario del bautismo de fuego de la Fuerza Aérea Argentina.
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Se hicieron presentes en la ceremonia el intendente Miguel Lunghi; el jefe de Gabinete, Mario Civalleri; el jefe de la guarnición aérea militar Tandil y la Sexta Brigada Aérea, comodoro Pedro Notti; el jefe de la Primera Brigada Blindada, general brigadier Osvaldo Guardone; y el jefe del Arsenal Naval Azopardo, capitán de fragata, Jesús Noel Sánchez.
Participaron además autoridades policiales y educativas, concejales, veteranos de la Guerra de Malvinas, personal militar -en actividad y en situación de retiro-, familiares del personal caído en combate, invitados especiales y público en general.
El acto comenzó alrededor de las 11, con la presentación de los efectivos formados de la Guarnición Aérea Militar “Tandil” al titular de la unidad, comodoro Pedro Notti, y el posterior saludo al jefe comunal.
Seguidamente, la Banda del Comando de la Primera Brigada Blindada ejecutó las estrofas del Himno Nacional y el padre Horacio Gómez realizó una invocación religiosa en conmemoración de los héroes de Malvinas.
Minutos más tarde se transmitió el mensaje del jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina, veterano de la Guerra de Malvinas, brigadier general Enrique Víctor Amrein.
Acto seguido, se dio lectura a la nómina de los caídos y se efectuó un toque de silencio en su memoria. Finalmente, se entonó la marcha Malvinas Argentinas y se realizó el tradicional desfile terrestre.
En defensa de la patria
En sus palabras, el jefe del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea Argentina manifestó que “desde 1982, la Fuerza Aérea Argentina recuerda el hecho más importante de su historia contemporánea con un homenaje al personal de la institución que luchó para defender la soberanía nacional en las aguas e islas australes”.
Agradeció el mensaje del piloto de Mirage y veterano de la Guerra de Malvinas, brigadier Norberto Di Meglio. Expresó que “su sentir es el de nuestros veteranos y de cada uno de nosotros, siempre bajo la premisa de defender la patria, ayer, hoy y siempre. Este ha sido, es y será el objetivo indeclinable de la Fuerza Aérea Argentina”.
El brigadier general Amrein resaltó que el accionar de los pilotos de Malvinas “valió las consideraciones de nuestro oponente y de la opinión pública internacional, pero fundamentalmente los informes de nuestras propias Fuerzas Armadas, de los que se pueden extraer valiosas acciones de la fuerza aérea”.
Destacó que “ese accionar respondió claramente a las exigencias de la guerra, pese a que no contábamos con los medios ni el entrenamiento adecuado para sostener un conflicto bélico en un escenario aeronaval. No obstante, una vez iniciada las acciones, la conducción de la FAA decidió honrar el juramento asumido con la Nación y aceptó las desventajas y los riesgos inherentes a la guerra”.
Recalcó que “es así que nuestros hombres supieron hacer gala de su voluntad, coraje y ganas de vencer, ocasionando daños de proporciones a las fuerzas del enemigo. Las demoras y cuidados tomados a partir del 1 de mayo por los británicos se debieron a la sorpresa originada desde las primeras horas en que se iniciaron los combates”.
En nombre de la institución, entonces, rindió homenaje a “todos los combatientes, militares y civiles que fueron y lucharon. A los que apoyaron desde el continente y desde las bases de despliegue y, especialmente, a los 55 héroes que quedaron en las islas y a sus familiares”.
Un hecho histórico
El 30 de abril de 1982, el grueso de la fuerza de tareas inglesa se había reunido a unos 400 kilómetros al noreste de Puerto Argentino. El comandante de la fuerza de tareas británicas, vicealmirante Sandy Woodward -ubicado en el buque insignia de la flota, el HMS Hermes-, tenía órdenes de iniciar el ataque al día siguiente, con el fin de cumplir la operación Corporate, que consistía en la recuperación de las islas.
Así, el 1 de mayo, las fuerzas británicas tenían la intención de desembarcar en las islas Malvinas y presionar la rendición de las tropas argentinas.
Para lograr este objetivo, a las 4.40 de ese día comenzaron a bombardear con aviones Vulcan y Sea Harrier los dos aeródromos militares establecidos por la Fuerza Aérea Argentina en Puerto Argentino y Puerto Darwin, respectivamente.
Decididas a intentar su desembarco, las fuerzas británicas enviaron buques del grupo de asalto anfibio a las costas malvinenses; la reacción de la Fuerza Aérea Argentina fue inmediata.
A las 16 de aquel día iba a comenzar la batalla aérea de las Malvinas. Los aviones argentinos totalizaron durante ese día 57 salidas aéreas en misiones de cobertura y ataque a blancos navales británicos, lanzando solo contra la flota 20 toneladas de bombas. Esta es la primera batalla librada por la Fuerza Aérea Argentina en su historia, lo que significó su bautismo de fuego.
Aquel 1 de mayo de 1982 murieron en combate los siguientes efectivos de la Fuerza Aérea: capitán Gustavo García Cuerva; primer teniente Mario González; primer teniente José Leónidas Ardiles; teniente Daniel Jukic; teniente Eduardo De Ibáñez; cabo principal Mario Duarte; cabo principal Juan Antonio Rodríguez; cabo primero Miguel Angel Carrizo; cabo primero José Maldonado; cabo primero José Luis Peralta; cabo primero Agustín Montaño; cabo primero Andrés Brasich; y los soldados Guillermo García y Héctor Bordón.
La Fuerza Aérea perdió en total 55 hombres durante el conflicto bélico del Atlántico Sur y en su mayoría fueron pilotos.
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