Se postergó un juicio por injurias contra defensores de derechos humanos azuleños
Una importante y ruidosa manifestación hubo en el edificio judicial local durante la mañana de ayer debido a que se iba a desarrollar una querella cuya audiencia fue reprogramada para el 18 de agosto, a raíz de la presentación de un certificado médico por parte del querellante.
La denuncia había sido realizada por Alfredo Ronchetti (71) contra Luz Ramallo y José Luis Alvarez, referentes de la azuleña Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH), al considerarse injuriado por los términos de una carta en la que se lo acusaba de avalar delitos de lesa humanidad.
El juez Correccional Carlos Pocorena dispuso suspender la audiencia para el 18 de agosto venidero, medida que generó el rechazo de los numerosos militantes de los derechos humanos de la zona que se habían reunido en la sede judicial.
En esa fecha el director querellante podrá presentarse por medio de un apoderado, según lo indicado.
Con pancartas, bombos y cánticos, los manifestantes respaldaron a los acusados y repudiaron al denunciante, sumándose también la secretaria de Derechos Humanos de la provincia, Sara de Cobacho, quien mantuvo una reunión con el juez actuante.
Los abogados defensores César Sivo y Manuel Marañón solicitaron que un médico judicial ratifique el certificado presentado y que se considere desistida la acción, a la vez que adelantaron que presentarán una denuncia penal por apología del delito.
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La posición de la querella
Fernando Ronchetti, abogado defensor de su padre, comentó que los hechos comenzaron hace alrededor de dos años, cuando fue localizado un hijo de desaparecidos azuleño que había sido criado por una familia, ilegalmente apropiado.
?Mayor de edad, el joven decidió investigar su filiación y se encontró con sus abuelos. El caso tuvo mucha cobertura a nivel nacional y de Azul?, añadió y comentó que ?uno de los rasgos que se destacaba era que no había querido involucrar en parte a la familia que lo había criado?.
El tema ?dio lugar a una editorial en la que el director del diario expresa que había una relación afectiva de parte de quienes lo criaron. Eso dio lugar a una carta de refutación de parte de una tía de Sebastián, que fue escrita en términos irrefutables en cuanto a su altura, cuestionando el argumento editorial, sin agresiones personales ni desmedidas?.
El abogado Ronchetti dijo que ?días después aparece una carta de la APDH de Azul con términos totalmente desproporcionados que motivaron la querella. Una diferencia de opiniones no da lugar a calificar al autor de la editorial como cómplice de genocidio, de exterminio, de adherir sin reservas a la violación de los derechos humanos, algo que no se desprende de la editorial ni de ninguna otra cobertura del diario. De hecho, la APDH tiene amplia cobertura de sus acciones y hay libertad de opinión?, dijo el representante de la empresa.
Alfredo Ronchetti optó por iniciar una querella por injurias, en cuya audiencia de conciliación se ofreció resguardar el buen nombre y honor del director del diario, quien reclamó dejar en claro ?que no era cómplice de genocidio o exterminio?, cuya negativa hizo avanzar la causa.
Aplicando el tecnicismo de excepción de verdad, los querellados ?deberán demostrar en el juicio que es verdad lo que dijeron, única manera de conseguir el sobreseimiento. Tienen que demostrar que es cómplice de genocidio?.
Fernando Ronchetti dijo que su padre fue sometido a una importante cirugía cardiovascular hace unos 10 años y que su estado es ?muy frágil?, por lo que no podría afrontar algo ?que en un juicio normal no se da?, dijo en relación a la presencia de medios de comunicación, filmación de audiencias, más de 20 personas de la APDH y familiares. ?Uno podía imaginar que iba a pasar esto, con bombos y demás?, enfatizó.
Por eso planteó la suspensión la audiencia ?hasta tanto se presente por medio de un apoderado en su representación?.
Hizo referencia luego a una campaña que incluyó la distribución de ?volantes en Azul como si mi padre justificara la apropiación de bebés? y mencionó que ?la propia Corte admite la existencia de una relación de afecto entre los hijos de desaparecidos y los padres de crianza, y eso es lo que se quería reflejar, sin justificar la apropiación ni ningún tipo de violación de los derechos humanos?.
El rechazo acusatorio
El abogado César Sivo manifestó a los medios el ?gran malestar? provocado por la ausencia del querellante, ?por la movilización, por los testigos, por el dolor de la familia recuperadora del nieto, para quienes es volver a revivir toda la cuestión y la búsqueda?.
Añadió que ?tener que leer una editorial que da la idea que entregárselo (un bebé) a alguien para que lo críe es un acto de amor cuando había sido arrancado de una persona hoy desaparecida, me parece terrible?.
Consideró a la postergación como ?un acto de evidente mala fe. Es decir ?lo llevo a juicio y además hago el juicio cuando quiero?, casi un acto de prepotencia?.
Sivo dijo que el certificado médico refiere a ?un problema cardiológico del año 1999? y que ?los argumentos son absolutamente pueriles y no tienen aval. Vamos a considerar desistida la querella. Sin perjuicio el juez fijó una audiencia para el 18 de agosto, pero vamos a intentar que esto se termine hoy?.
Más adelante recordó que el diario azuleño ?mantuvo una línea editorial en la que sostenía estar contento de tener defensores de la patria que evitan que se llene la ciudad de trapos rojos, según decía en 1976 y 1977?.
Finalmente dijo el abogado defensor que ?la idea era plantear en el debate que se le iniciara (a Ronchetti) una querella por apología del delito, desde el momento que le da una connotación favorable a una supresión de identidad. Con esta postergación, quizá la presentemos en esta semana?, adelantó.*
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